24

40 5 4
                                    

Cuando llegó el sábado por la tarde me arreglé dispuesto a darle una buena impresión a la madre de Byulyi y a ella. No debía llegar tarde.

Y mientras me maquillaba estaba a media llamada con Amber.

-Bro, mejor concentrate -me dijo riéndose a más no poder.

-Cabrona de mierda -me quejé- todo es tu culpa -reproché limpiando con un pañuelo desechable las lágrimas que resbalaban desde mi ojo derecho después de haberme lastimado al reirme mientras delineaba la línea de agua.

-No hermano, a mí no me culpes de tu mano con Parkinson -respondió riéndose todavía.

-Te estás ganando unas piñas que no te imaginas, sonsa -amenacé riéndome ya al ver mi maquillaje corrido- ¡No puede seeer! -me quejé riéndome y medio llorando porque tendría que iniciar de cero otra vez- ¡te llamo para que me ayudes y ahora toca hacer todo de nuevo!

-Tú te reíste. Solito lo arruinaste.

-¿Te lavas las manos así de fácil?

-Afirmativo.

Quise seguir insultándola pero Sohee entró a mi cuarto de repente.

-Niña, pero se toca la puerta -le dije en broma limpiando el maquillaje corrido.

-Ay, perdón -rió- es que hice pastelitos y mi mamá me dijo que te diera uno.

-Awwwwwww -dijo Amber.

-Tú calla -bromeé.

-Gracias, ahorita lo pruebo -le dije a mi hermana y ella asintió y se fue.

-Tu hermanita cocina...como Remi

Reí.

-Ay pues, sí, pero ni tanto. Me traía de su pendejo batiendo claras de huevo hace rato.

-¿Qué cocinó?

-Ni idea, siempre está intentando una receta y otra, pero al que le toca hacer de batidora es a mí.

Se rió ligeramente y después bajó su tono de voz hasta uno más grave- pero por eso te ves mamado, bro -dijo medio susurrando.

Y después de un silencio de incomodidad ambos reímos.

-Enserio que estás perdida.

-En tu mirada.

-Onda, ya -sonreí- mejor cuéntame. ¿Qué con Taemin?

-Nada pues -dijo alegre- todo igual.

-Yo que tú ya aprovechaba.

-Es que quiere hacer todo muy rápido -lloriqueó.

-¿Cómo?

-Me dijo que quiere... -se detuvo unos segundos.

-Que quiere... -remedé.

-Que quiere el deliricardo.

Me reí estando a punto de destrozar mi maquillaje otra vez.

-¿El qué?

-Eso -habló avergonzada y riéndose.

-¿Y tú no quieres? Está guapo.

-No me causa curiosidad. Aparte no voy a ser su ganado, se jode.

-Vaya, no sabía que era así el tal Taemin. Siempre se ve tan calmado -dije delineando esta vez bien mis ojos.

-Pues nadie. Con todo que su tía es monja.

-Uy, no sabía ¿sabes que hoy me enteré que estoy yendo a la presentación de la arquitecta del nuevo laboratorio de bioseguridad? Y van a haber cámaras y así. Imagínate que salga mal en una de esas y Bae...Jongdae lo viera.

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora