Aparté la vista de Baekhyun rapidamente, retiré mis manos e hice distancia, joder, como es que me hacia sentir tantos deseos por él.
-Eso fue muy gay- sonrió volviendo a su posición inicial.
Asentí sonriendo, no sabría decir si un rubor se asomó por mis mejillas, pero sentía tantos nervios como solía ocurrir.
Casi inconscientemente volteé mi mirada, talvez solo quería apartarla de Baekhyun, talvez no quería que notara mi rubor, no lo sé, simplemente lo hice, y al voltear me encontré con el rostro de Yuhkei que nos miraba asqueado, él nunca entenderá lo buenos que pueden ponerse estos juegos.
Volví a mirar al frente y esta vez miré a Baek, después de unos segundos de una mirada que entendiamos, me recosté suavemente en él.
-Vamos Bart, di lo tuyo.
-Agh- se quejó sonriendo -en una escala del uno al diez, ¿cómo calificarías tu dolor?
-8- sonreí
-¿Qué dolor?
-El dolor de que Mina me mandó a la verga- reí levemente y pasé mi brazo sobre sus hombros -eres un malvavisco gigante- suspiré -eres muy suave...
Pasó su mano por mi cintura y se apegó a mí, se sentía bien hacer eso con él. De diferente forma que con Sehun (con Sehun era realmente especial, amor joven), con Baekhyun era más comodidad, y a pesar de que algunos nos habían dicho que parecíamos gays haciendo todo eso, todos sabían que nunca hubo amor de pareja, y quizá ni siquiera de amigos.
Me miró e inmediatamente después de que el timbre del recreo tocará, me separé de él, se sorprendió un poco, pero no hizo nada y trató de comportarse frío y distante otra vez, me fui directamente al recreo, olvidé el dinero para comprarme algo en la tienda, siempre olvido el dinero.
Pasé el recreo hablando y riendo con Amber.
Al volver, en biología hicimos algunos mapas conceptuales, luego, en inglés, avanzamos algo fácil y como todo buen nerd, era el preferido de la profesora, al salir me quedé un rato hablando con mis amigos.
De hecho, estaba tratando de ignorar a Baekhyun desde que acabó la materia de informática, pero creo que ahora ya no era posible, tenía a un Baekhyun aferrado a mí.
-Hola- me susurró de forma inocente y animada, pero se sentía tan bien.
-Baek...- dije sin expresión y él me apegó más a él, pasando sus manos al rededor de mi cuello y colocándose detrás de mí hábilmente.
Si esta escena hubiera ocurrido antes, nadie hubiera prestado atención, sin embargo ahora fuimos el blanco de todas las miradas mientras pretendían seguir una conversación normal.
Era el momento de actuar rápido, por un lado hacer esto con Baek se sentía extremadamente bien, aunque fuera un casto contacto, quien sabe, la situación podría cambiar en unos instantes. Por otro lado no quería hacerlo, no frente a mis amigos, ya habíamos pasado esta fase con Baekhyun, no me convenía intentarlo nuevamente porque el resultado siempre era el mismo, y digamos que ya me estaba acostumbrando a la idea de que él fuera un simple compañero de clase.
En vista de las consecuencias y beneficios, comencé a apartarlo de mí tratando de no poner fuerza, cosa difícil, ya que él si la ejercía para no separarse de mí.
A duras penas logré separarme, eso sí, tuve que empujarlo con algo de fuerza.
Casi inmediatamente después me despedí de todos, (de Baekhyun también, pero de forma más fría). Noté como la expresión alegre de Baek había cambiado después del empujón, pero ¿qué esperaba?, ya era usual tratarnos así mutuamente, tanto que fue una de las fundamentales bases de nuestra separación.
Me intrigaba como cada día se adueñaba de una parte de mis pensamientos, y en días como estos, ni el tratar de pensar en Jongdae o el hablar con este me libraba de cuestionarme como habíamos terminado tan distanciados después de tanto tiempo en el que todo indicaba que sería un "felices para siempre".
Por supuesto que el resto no lo notaba, yo me pasaba toda la tarde con mis tareas sin decir ni una sola palabra en estos días, y todos suponían que era porque estaba concentrado.
Cada uno en la casa tenía que hacer lo suyo, el único momento en el que compartíamos nuestros pensamientos era en la mesa a la hora del almuerzo, más allá de eso, solo le contaba escasamente a mi hermana sobre mi vida amorosa, nunca le comenté algo sobre Baekhyun, ella si sabía de nuestra amistad, pero más allá nada, y cuando nos distanciamos no preguntó mucho.
Cuando ya era casi de noche comencé a hablar con Jongdae, le pedí algunos consejos, era la única persona a la que recurría para pedirlos, porque el resto de mis conocidos o bien tenían mi edad, o no les tenía la suficiente confianza.
Después de unas cuantas horas me fui a dar una ducha y después me dormí.
Al día siguiente, ya rumbo a la escuela me preguntaba sobre la reacción de Baekhyun, y también por si Yukhei habría llegado. Quería pasar unos minutos con Baek, y con su "amiguito" cerca no era posible.
En la puerta de ingreso me encontré con alguien que talvez estropeara mi día.
-Minseok, ¡hola!- dijo en un escándaloso e irritante grito moviendo sus dos manos de forma actuada y exagerada.
Ahora tenía que responderle de forma que no me acompañe hasta el curso, vamos, piensa Min.
-Hola Yukhei- simulé bostezar después y me adentré tratando de dejarlo atrás.
-¿Estás cansado por hablar con Jongdae?- supiré tratando de contener ese "¿qué te importa pendejo?".
-Sí- bostecé nuevamente.
-Cuéntame, ¿sigue siendo gay?- digamos que hay gente irritante en este mundo, Yukhei era lo que le sigue.
-Jódete, lindo- di un tercer bostezo y seguí caminando, de seguro el idiota este correrá con el chisme de que lo traté mal.
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Otra vez
FanfictionSi no me gusta, ¿Por qué lo deseo? Si me hace mal, ¿Por qué lo anhelo? Si me meteré en problemas, ¿Por qué no me abstengo? Si eres mi peor opción, ¿Por qué no me alejo?