Si no me gusta, ¿Por qué lo deseo?
Si me hace mal, ¿Por qué lo anhelo?
Si me meteré en problemas, ¿Por qué no me abstengo?
Si eres mi peor opción, ¿Por qué no me alejo?
Cuando volví a mi casa, mamá no estaba y mi hermana había preparado limonada.
Me serví un vaso y entré a mi cuarto dispuesto a terminar la mayor cantidad de tareas posibles y tener libre el fin de semana.
No me sentía triste ya, no estaba enojado y veía las cosas con más optimismo.
Talvez y sí había sido duro con Amber y debía disculparme, pero ella sabía que no podía soportar recordar la existencia de Baekhyun.
No pienses en eso, vamos, Jongdae te dijo que quiere volver a verte.
-Es inútil -hablé suave como respondiendo a mis pensamientos. Sabía lo que sentía, y sentía algo distinto por Jongdae y por Baekhyun.
Pero a pesar de todo lo lindo que pudiera ser haber pasado toda la tarde con el hombre que adoraba todavía sentía la impotencia mezclarse con la rabia y llevar a mi puño una presión que no quería estar más ahí.
Y poco a poco volví a sentirme desgarrado, volvió esa angustia pasiva que me hizo soltar el plumón y tomar mi cuaderno de dibujos para sentarme en mi cama y con el lápiz empezar a formar trazos suaves.
Llevé también mi limonada y para no sentirme además de utilizado, solo, puse algunas canciones que había estado escuchando últimamente.
Y cuando la canción empezó a resonar en mis oídos cada verso pareció recordarme suceso por suceso lo ocurrido. Repitiéndose algunas acciones más de una vez.
Como esas hojas muertas que se caen y comienzan a volar, mi amor se derrumba sin fuerzas.
Decía la letra y solo pensaba en aquella noche, él y yo juntos y sus mentiras sin sentido dándome alas que hicieron la caída más dolorosa.
No tenías porque mentirme.
Pensé recordando el domingo después de nuestro encuentro y lo ansioso que había estado por verlo.
Después llegó el lunes y como el día anterior me había repetido por mensajes que me amaba me arreglé más de lo usual.
Cuidé cada detalle y salí un poco antes para comprar unos chocolates blancos como le gustaban. Estaba seguro que sería el día, y tenía toda la intención de pedirle que fuera mi novio si él "se ponía nervioso" y no daba el primer paso.
Tu corazón solo se aleja más y no puedo alcanzarte, no puedo alcanzarte.
Cuando llegué lo vi hablando con Yukhei, y este lo miraba preocupado. Pero yo necio no quise ver lo obvio. Esa no era buena señal.
Dejé que estuviera toda la clase distante de mí y que no me dirigiera ni una sola mirada.
En el receso lo busqué para hablarle y él solo se comportó frío y distante. Como si el sábado no hubiera existido. Como si no me viera extremadamente lindo por y para él.
-Baek, ¿vamos al curso? Quiero mostrarte algo -dije tomando uno de los juguitos que había comprado para él y para mí.
-No, me da flojera -contestó sin abrir el jugo.
Hice un ligero puchero- por favor, no te vas a arrepentir -lo miré.
-Otro día será -dijo haciendo su cabello hacia atrás y se fue.
Y me quedé solo, desconcertado. Pensé en ir tras él pero Byulyi, una chica de quinto grado, vino hacia mí con sus amigas y me hablaron lo que quedó del recreo.
Parecía como si todos hubieran notado lo bien que me veía excepto la única persona que quería que lo hiciera.
Al día siguiente se repitió la historia y ahora Chanmi y Ryujin me hablaron.
El miércoles lo intenté como idiota y llevé los chocolates al recreo. Y como él se portó igual terminé comiéndome los chocolates a la salida con Amber.
Me doy cuenta que tus palabras y expresiones se hicieron más frías.
Llegó el viernes más lento de lo que supuse y cuando el timbre del receso indicó que había acabado. Fui con Byulyi hasta su aula y la dejé. Cuando llegué a mi salón escuché como una muchedumbre gritaba.
Y con curiosidad me abrí algo de paso para ver que había pasado.
Juro que sentí mi corazón pararse en ese mismo momento.
Las palabras del salón alabando lo que acababa de pasar me destrozaban los tímpanos.
No puede ser que me hagas esto.
Pensé viendo a la pareja que acababa de besarse porque ella había aceptado ser su novia.
Quería gritar que se callaran y matar a Baekhyun en ese mismo momento.
¿Y qué fue lo que hizo el cínico cuando vio que ya lo había visto? La besó otra vez.
No puedo dejarte ir ¿Será la codicia?
Pasaron los días y parecía que no dejaban de besarse.
No le había dicho a Amber que habíamos cogido después de que él me dijera muchas veces que me amaba. Y constantemente bromeaba con que Baekhyun dejaría a Sana por mí.
Y me molestaba que hiciera eso. Porque a pesar de todo, sabía que si él la dejaba, yo sería el primero en ir tras él.
Quiero que me quieras otra vez
En parte, mi desición de aceptar la invitación de los profesores para entrar a las olimpiadas había sido para estar ocupado.
Y me molestaba que a pesar de eso seguía viendo en Baekhyun algo que sentía que no le había mostrado a nadie más.
Estaba enajenado, hechizado por quien sabe qué.
Solo quería hacer como que esto no había pasado y recuperar al amoroso Baekhyun de antes.
Quería volver a saber que era solo mío aunque fuera a escondidas.
Vuelve atrás el tiempo, por favor.
Pensé repitiéndome la historia otra vez sin quererlo.
¿Será que piensas en mí?
Negué lentamente sabiendo que definitivamente me había usado.
Y es que, ¿por qué había tenido que hacerse novio de Sana justo esa semana?
No era justo que me hubiera usado otra vez para experimentar.
Y no era bueno que yo siguiera esperando una mísera muestra de arrepentimiento en él.
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