♡Capítulo 21♡

23 0 0
                                    

Ya no puedo continuar con esto.

Esas fueron las primeras palabras que se me vinieron a la mente al describir toda mi situación con Harry.

Sencillamente ya no podía seguir aguantando las mentiras.

Me sentía insultada, traicionada, decepcionada y todas las otras palabras que terminaban en ada; primero él me decía que no tuvo sentimientos por Marie, ¿y ahora me decía que hubo un tiempo en que la amó?

Estaba cansada de todo esto.

Agarré la mano de Harry justo antes que subiera a la segunda planta de la casa y se desnudara en mi habitación, y traté de llevarlo de nuevo hacia afuera.

—¿Qué ocurre? —me preguntó— ¿Acaso ya no quieres verme desnudo? Lo miré fijamente, negando con la cabeza.

—No, no quiero verte desnudo —eso era más o menos cierto—. Por favor

hablemos en otro lado.

Harry me examinó con atención, como intentando descifrar lo que estaba a punto de decirle.

—¿Por qué presiento que vas a romperme el corazón? —preguntó en voz baja. Luego llevó su mano hacia mi mentón y levantó mi cabeza para que lo mirara a los

ojos.

Ojos verdes mentirosos, ojos que ocultaban cosas, ojos que me miraban hasta el fondo.

—Por favor... —dejó que yo lo tomara de la mano y lo guiara hacia la puerta de entrada.

Antes de que pudiera salir por completo a la calle, apareció Susan cargando una

pila de dibujos hechos por sus alumnos.

Nos miró y sonrió ampliamente.

—Pensé que habías dicho que Rita era la que llamaba a la puerta —dijo haciendo contacto visual con Harry—, pero las visitas sorpresas siempre son lo mejor.

Me guiñó un ojo y se presentó con él. Maniobró con una mano los dibujos, y con la otra estrechó la de Harry.

—Yo soy Susan, soy... uhmm, la madrastra de _____ —hizo una mueca ante la

mención de la palabra madrastra.

Me tensé también al oírla. Nunca había asociado a las madrastras con personas buenas, o vegetarianas como Susan. Las imaginaba malvadas, come corazones y envidiosas.

—Soy Harry, el novio —dijo él cautelosamente, midiendo mi reacción. Yo miré hacia otro lado.

Susan asintió y abrió la boca para decir más, pero la llegada de papá a la habitación hizo que ella guardara silencio.

Mi padre aún masticaba la berenjena de la cena en su boca, arrugó la nariz al ver

a Harry de pie, ensuciando el piso con sus botas negras.

—¿Qué hace él aquí? —escupió las palabras—, ¿con qué intenciones vienes a visitar a mi hija?

—Vengo a pedirle la mano de _____ —respondió Harry solemnemente.

—¿Qué?

Papá comenzó a ahogarse con la berenjena. Susan le tuvo que dar pequeños golpecitos en la espalda para que dejara de toser.

Le di un codazo a Harry y él simplemente se encogió de hombros.

—Papá, Harry está bromeando —dije para tranquilizarlo—. Es más, él ya se va ¿no es cierto, Harry?

Le lancé miradas asesinas, que él, convenientemente decidió ignorar.

—No, señor. Me gusta ser serio sobre el asunto; quiero casarme con su hija, tener ocho hijos y vivir apartados de la civilización.

{Terminada} ᴘroнιвιdo eɴαмorαrѕe de нαrry ѕтyleѕ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora