Capítulo 1

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Pasó entre la gente con autoridad. Nadie quedaba indiferente ante su presencia, no solo por su inconmensurable belleza sino por la fuerza que desprendía. La agente más joven en ser ascendida a jefa de grupo con una admirable estadística de crímenes resueltos desde que se hizo cargo de la unidad. Los agentes de la policía científica se movían por el lugar recolectando huellas, tomando muestras y colocándolas en pequeñas bolsas plásticas.

En el suelo el cuerpo inerte de una mujer de no más de 25 años, rodeada por un charco de sangre... un olor nauseabundo invadían el pequeño departamento ubicado en el centro de Madrid. Debía llevar un par de días muerta. Una mujer lloraba desconsolada, el agente Merino intentaba calmarla mientras le hacía las preguntas de rutina.

-Buenos días Jefa- Saludó Hernandez

Miriam se limitó a saludarlo con un movimiento de cabeza... Claramente una llamada a las 8 am para avisarle que había ocurrido un homicidio no era la mejor manera de empezar un lunes sin contar que era su primer día libre en meses.

- Qué sabemos hasta ahora? - Preguntó la jefa sin dejar de mirar el cuerpo de la joven que yacía en el suelo

- Lucia Carreño, 23 años. Era de Valencia. Vivía en Madrid hace 2 años. La señora que está con Merino es su vecina. Le llamó la atención no verla salir al trabajo. Según dice trabajaba como dependiente en Zara. Cuando se acercó sintió el olor, la puerta estaba sin llave y cuando la abrió se encontró con...

- Y la Dra. Guerra? - Lo interrumpió Miriam a fin de saber si la médica forense de la unidad ya había estado en la escena del crimen

- Se fue hace 5 minutos - Contestó Hernandez sacando una pequeña libreta del bolsillo de su saco - Dice que por el estado de lividez mortis debe llevar más de 48 hs muerta. Tiene que hacer la autopsia pero calcula que tiene que haber pasado entre el viernes por la noche y el sábado por la mañana.

Miriam hace una panorámica del lugar tratando de retener cada detalle.

- La puerta no fue forzada, no hay señales de que haya habido una pelea. Seguramente el asesino la tomó de sorpresa. -Prosiguió Agoney- Tampoco parece haber sido robo el móvil, encontramos dinero en su billetera y algunas alhajas. Todo estaba perfectamente ordenado, no hay señal de que hayan revuelt...

De pronto algo la alerta.

- Y el otro zapato? - Interrumpiendo nuevamente el relato de Hernandez

Agoney y Ricardo la miran interrogantes desde diferentes puntos de la habitación.

- Sólo tiene un zapato puesto. Dónde está su otro zapato?

Los policías de científica dejaron lo que estaban haciendo para depositar su mirada en la guapa policía y atender a su pregunta.

Pasaron varios minutos buscando el zapato faltante sin éxito.

- EL ASESINO DE CENICIENTA - Susurró Ricardo con la mirada perdida - Ha vuelto.



El Crimen de CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora