El Crimen de Cenicienta

Capítulo 21

Hola todos!!! Bueno... Hoy me apetece dirigirme a ustedes al principio del capítulo y no al final como hago siempre. Sólo decirles que estamos entrando en los últimos 3 capítulos. Chan! Hubiera querido publicar el capítulo antes pero me ha costado muchísimo sentarme a escribirlo, supongo que me da pena dejar ir esta historia pero estaba preconcebida para durar lo que ha durado. Y no digo más... 

Allá vamos.

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Llevaba más de diez minutos lidiando con la vieja máquina de café del cuarto minúsculo y oscuro que gentilmente llamaban Sala de reuniones. Estaba tan concentrada en su labor que ni siquiera lo escuchó entrar ni bajar las cortinas americanas de la única ventana en la habitación por lo que se sobresaltó al sentir la presión de sus dedos en los costados de su cadera y el roce de su barba que precedió al impacto de sus labios en la base del cuello.

- Luis! - Gritó mientras se apartaba y soltaba el filtro de café - Que nos pueden ver! - Lo retó abriendo los ojos en toda su amplitud

- Eras consciente de que es la quinta vez que me abandonas en mitad de la noche y no me entero hasta despertarme y buscarte en la cama? Sabes lo frustrante que es? - Dijo haciendo pucheros mientras se sentaba sobre la mesa y tiraba de la cintura de la gallega para colocarla entra sus piernas

- Bueno, son las vicisitudes de tener como novia a una madre soltera con un hijo en edad escolar... - Dijo ella sonriendo mientras jugueteaba con el rizo rebelde que se posaba sobre la frente del gallego.

- Novia? - Repitió le inclinando la cabeza

Ella abrió la boca sorprendida, la palabra había salido de su boca sin darse cuenta. Llevaban tres semanas durmiendo juntos casi todas las noches y haciendo prácticamente vida de pareja fuera del horario laboral pero aún no habían hablado sobre el tema, se dejaban llevar, permitiendo que todo surja de manera natural. Entró en pánico, no quería asustarlo ni mucho menos presionarlo a ponerle un nombre a lo que tenían. Lo que tenían era perfecto tal y como estaba.

- Bueno... no ... no se por qué dije - balbuceaba ella.

Luis la detuvo sosteniéndola con más fuerza de la cintura cuando notó su intensión de alejarse. El color rojo fuego que había empezado a teñir sus mejillas no podía generarle más ternura. Comenzó a reirse sonoramente lo que provocó que Miriam frunciera el ceño simulando enojo.

- Me encanta - dijo él rozando la nariz de la rubia con la propia.

La puerta de la habitación se abrió súbitamente haciendo que se alejaran con velocidad y notoria torpeza. 

- Lo siento, no quería interrumpir - Dijo María con gesto serio

- No estás interrumpiendo nada - Aclaró Miriam nerviosa

- Martos nos quiere a todos en su oficina ya mismo. Me pidió que los buscara.

Ambos gallegos asintieron esperando que la madrileña no haya notado lo que estaba pasando en la Sala de reuniones antes de que abriera la puerta.

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- Bien, los he reunido a todos aquí para comunicarles algo que me parece justo que sepan por mi - Dijo Martos dirigiéndose al equipo. 

Rodriguez, Cepeda, Merino, Hernandez y Villar  lo observaban con atención.

- Como les dije hace un par de semanas cuando les fue levantada la suspensión y regresaron a sus puestos de trabajo. El caso del Asesino de Cenicienta iba a quedar a cargo de la unidad especial formada por Asuntos internos que lo venía investigando durante la baja temporal del equipo...