I am not easy [Fillie]

Chapter 39

Tu salvación

El morocho me tomó de la mano, guiándome hasta fuera del baile. Giré mi cabeza, ya que sentí una mirada muy penetrante en mi nuca, y al hacerlo me encontré a Romeo. El rubio me siguió con sus ojos profundamente fijos en mi desde el baile hasta que salí con Finn al pasillo del colegio. Fruncí el ceño, ¿que se supone que significa eso?

El morocho se sentó en una banca, por lo que me senté a su lado. Pasaron unos segundos en donde nuestras bocas acallaban, la música resaltaba y las gotas de lluvia golpeaban el techo del colegio. Tal parece que empezó a llover hace unos minutos, y no lo habría notado debido a la falta de ventanas en el gimnasio, y también al volumen de la música dentro de la fiesta. Suspiré sonoramente, ¿y ahora que?

"Te lo com..."

¡Ya, conciencia! Bájate del pony, eso no va a pasar.

-Millie, te puedo jurar que yo no tuve nada que ver con las elecciones del rey y la reina-Sus ojos oscuros clavaron fondo en mi mirada, y no tuve mas opción que ceder a su confesión.

Asentí-De acuerdo, te creo. Pero, ¿entonces como salimos elegidos para rey y reina del baile si ni siquiera nos postulamos?

-Tal vez el destino nos quería juntos-Solte una carcajada-¿Que? Hablo en serio.

-Finn, si todavia quieres conquistarme, deberías buscarte algo menos cliché que toda esa porqueria del destino-Simulé quitarme lágrimas de los ojos ante la broma que acaba de soltar el opuesto.

-De acuerdo, intentaré con esto-Carraspeó un poco antes de continuar-Millie Brown, yo me enamoré de ti y me juré a mi mismo tenerte, conseguir tu corazón a toda costa. Pero en este preciso momento, no estoy pudiendo lograr que me veas con los ojos que yo te miro, no puedo escuchar tu corazón rebotar de entusiasmo al verme, y la verdad es que toda esta presión y ansiedad me está matando.

Trague duro ante las palabras del morocho. Parpadeé más veces de las que podía contar, sintiendo que los pelos de mis pestañas se caerían de mis ojos. ¿Este es el Finn Wolfhard con el que luche 365 días atrás en los casilleros que están a unos metros de nosotros? No puedo creer el giro que cobro todo en tan solo un año, y no diría que fue de 180°, sino de 900°. Mordí mi lengua mientras buscaba las palabras que debería decirle, pero Finn siguió hablando.

-Tu crees que estoy loco, y probablemente lo este, pero de algo estoy seguro-Sus ojos buscaron los míos, y al comenzar la conexión pude sentir las estupidas mariposas volar y chocarse con las paredes internas de mi estómago-Yo te quiero, Millie, más de lo que debería y de lo que quisieras. Y ahora tengo en claro lo que quiero. Quiero ser el chico que pueda sostener tu mano al caminar por la calle, el que pueda invitarte a las más hermosas veladas, que son hermosas por tu simple presencia.

-Finn...

-Quiero conocerte hasta el fondo más profundo que tengas, quiero poder abrazarte sin que te incomodes, quiero poder besarte para dejar mi marca en tus labios y que dure para siempre.

La capacidad de modular palabras que mi cerebro tenía ya se estaba tomando unas vacaciones a Hawaii para no volver. Ante mi silencio, el morocho tomó mi mano en una suave caricia y la alzo hasta su anatomía. Cuando menos lo espere, mi palma estaba extendida sobre la suave tela de su traje, sintiendo en su interior el palpitante órgano del morocho.

-Quiero que sientas esto, quiero hacerte sentir esto.

-Por Dios, Finn, yo no...

-Dilo, ahora-Sin que el la sostuviera, mi mano se deslizo por su vestimenta hasta caer nuevamente en la fría madera de la banca-Brownie, ¿me quieres?