La mejor amiga de Meliodas 2: La historia continúa

XXVI: "El silencio que guardaba la mejor amiga"

Narra Aisha:
Estabamos Elizabeth Hawk y yo en el cuarto, contemplando el cuerpo de Meliodas, me sorprendía mucho la forma en la que estaba Meliodas gracias a los cuidados de Elizabeth...

Aisha: Has sanado todas las heridas de Meliodas de manera impresionante, Elizabeth- dije muy asombrada y seria por el trabajo de ella.

Elizabeth: Pero ni sanando todas sus heridas logré que regresara con nosotras, Aisha- dijo muy desconcertada.

Aisha: Él estará bien, sólo... ten paciencia- dije ahora un poco más ablandada- Elizabeth, ¿Te importaría si me dejas a solas... con Meliodas?

Elizabeth: ¿Estás segura de querer estar a solas con el señor Meliodas? Aisha, has estado más seria de lo normal desde que pasó... dicha tragedia.

Aisha: Sí, estoy segura de querer estar sola con él, tengo... que hablar con mi mejor amigo- dije tratando de sonar normal.

Elizabeth: Está... bien Aisha, estaré afuera, si necesitas algo- dijo saliendo por la puerta.

Narra Elizabeth:
Me preocupaba mucho por Aisha, ya que desde la muerte de el señor Meliodas, ella no estaba mostrando ninguna expresión, estaba más seria de lo normal.
Me quedé en la puerta de la habitación por unos segundos y después me fui.

Hawk: ¿Aisha estará bien? No creo que sea bueno dejarla con Meliodas a solas- dijo preocupado.

Elizabeth: Necesita un momento de privacidad, alguien preciado y que ha estado mucho tiempo en su vida acaba de morir, debe de estar triste y preocupada...

Narra Aisha:
Lo primero que hice fue sentarme aladonde Meliodas y mirarlo fijamente.

Aisha: Querías que yo viviera ¿No es así?- dije demaciado seria- eres un tonto, ¿Lo sabes Meliodas? Ahora tengo que encargarme yo de todos los asuntos que tu dejaste aquí, pero, ¿Sabes qué es lo peor? Que tampoco podré encargarme dee tus asuntos, en pocos días iré a acompañarte, moriré...- empecé a llorar- Meliodas, ¿Por qué nuestros destinos son así? Destinados a Morir y revivir hasta que hayamos cumplido el deber del Rey Demonio, y, peor aún, que tu tratas siempre de defenderme, tratando que la maldición nunca me fuese a afectar, pero... ¿¡ES INEVITABLE LO ENTIENDES!?- dije un poco más exaltada pero no haciendo tanto escandalo- lo único que puedo hacer es velar tu muerte el día de hoy y proteger a Elizabeth cuando mi momento llegue... sí... es lo único que puedo hacer- dije tratando de calmarme un poco.

Quería dejar de llorar pero, tenía tantos sentimientos encontrados, estaba triste, desesperada, preocupada, recordaba todos los momentos en los que él había resultado herdio para pretegerme, y aún seguía un poco devastada de que por mi culpa él esté muerto, quería desahogar lo más profundo de mis penas enfrente de él, y que él no pudiera verlas del todo...

Pasaban las horas, no había comido nada en todo el día, estaba calmada ya que se me habían acabado las lágrimas de tanto llorar, pero seguía recordando viejos momentos y me preocupaba pensar que qué pasaría después, solamente estaba viendo el cuerpo de Meliodas...
En eso, Elizabeth tocó la puerta.

Elizabeth: ¿Aisha? ¿Estás bien?- dijo preocupada.

Hawk: No haz comido, ni salido del cuarto en todo el día- dijo con la misma preocupación y sorprendido al mismo tiempo.

Elizabeth: Si... si quieres hablar de algo, sólo hablanos, nosotros te entenderemos... pero, por el momento te dejaremos un sandwich aquí en la puerta ¿Sí?

Hawk: Sabes que puedes decirnos lo que sea...

Esas fueron sus palabras antes de escuchar sus pisadas que me indicaban que ellos se habían ido.

Aisha: No planeaba comer en todo el día por símbolo de luto, pero es de mala educación no aceptar la comida- dije levantandome de la silla en la que me encontraba y caminar directamente hacia la puerta de entrada, tomar el sandwich y volver a sentarme en donde estaba. Comí un bocado del sandwich que Elizabeth había preparado, me sorprendió saber que sabía casi identica a la comida que preparaba Meliodas- ¿sabes?- dije dirigiendome a Meliodas- la comida que hace Elizabeth sabe identica a la tuya, sabe igual de horrible, pero incluso su amabilidad de haberlo preparado, hacen que me den ganas de seguir comiendo, casi de la misma manera en la que tu preparabas las cosas.... tenerte cerca de mi y probar la misma asquerosa comida que al igual que Elizabeth, tú también preparabas, me hace recordar viejos tiempos....

Aisha: Como cuando Liz probó por primera vez tu comida, se molestó y te golpeó por haberla ilusionado con su buena vista... o incluso hace 3000 años, cuando Zeldris probó uno de tus chocolates con sabor a carne de dragón y casi muere por intoxicación- empecé a reír ligeramente- esa vez fue muy gracioso, debes admitirlo- volví a ver a Meliodas de manera fija- desearía que estuvieras aquí para que te pudieras reír conmigo...

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Era de noche y creía que era momento de retirarme, Meliodas nunca querría que yo fuese a perder sueño, o alguna otra actividad que sabe que es vital para mi, él nunca ha querido que detenga mis actividades por él...

Elizabeth: Aisha, ¿No se te ofrece algo?- tocó a la puerta con procupación.

Hawk: Es inútil Elizabeth, tal vez sea mejor que la dejemos más tiempo a solas...-estaban apunto de irse hasta que yo salí de la habitación tratando de verme esta vez ya un poco más normal.

Aisha: Disculpen que haya estado ausente todo el día, pero... tenía que desahogarme... con él...

Elizabeth: Entendemos perfectamente como te sientes Aisha, pero estabamos preocupados por ti y del como estabas, es nuestro deber del mismo modo cuidarte como el señor Meliodas había cuidado de ti todo este tiempo...- dijo con voz dulce y tranquila.

Aisha: Elizabeth- dije su nombre muy tocada por las palabras ella.

Hawk: Sabes que pase lo que pase, nosotros estaremos apoyandote y cuidandote de lo que sea.

Aisha: Gracias Hawk.
Le dí un abrazo a Elizabeth y luego me agaché para abrazar a Hawk- estoy muy cansada chicos, iré a dormirme en la otra habitación- dije estirado los brazos.

Elizabeth: ¿No dormirás en la habitación con el señor Meliodas?- preguntó sorprendida.

Aisha: He pasado mucho tiempo con él, creo que es hora de que tu pases momentos a solas con él- dije con una sonrisa, estuve a punto de guiñar un ojo, pero me contuve a hacerlo, Elizabeth es muy inocente- como sea, ¡Buenas noches!- dije para ir como si nada a mi habitación y recostarme en la cama.

《Mañana... es un nuevo día...》 dije para cerrar mis ojos y dormir.

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Se supone que ayer iba a subir el capítulo pero en verdad les juro que se me olvidó jeje, perdón por eso, pero espero les guste el capítulo de hoy, que les juro que este capítulo lo tengo listo desde hace dos semanas, y creo que empezaré a escribir el otro que es uno de los capítulos que más he planeado pero por cuestiones de no haber escrito los otros capítulos, no lo he escrito... de todos modos, no se angustien lo tendrán para el viernes... y ya les daré algunos avisos ese mismo día... espero que estén teniendo un excelente día.

-Mizu.