Capítulo 18

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Camila Cabello

La cantante cubana que había estado desaparecida durante meses regresó a hacer conciertos luego de tres meses de rehabilitación. Se creía que ya se encontraba bien y estable, pero sus fans se preocuparon al verla romper en llanto a mitad de una de sus canciones en pleno show. Aun no se sabe qué le sucedió, pero algunos medios de comunicación y algunos fans creen que ha terminado con su novio, Matthew Hussey, ya que no se los ha visto juntos últimamente...

Apagó el televisor y me deslicé por el sofá acurrucándome tratando de no llorar al pensar en __________ mientras él miraba serio la pantalla negra. Lo sentí tomar mi muñeca con brusquedad tirando de ella logrando que me sentara. Me miraba serio, con las facciones duras al igual que su mirada y su agarre era fuerte. Me sentía tan débil y frágil, no pude evitar pensar que si __________ estuviera allí lo habría apartado de mí rápidamente, pero ese pensamiento solo me hizo más frágil.

—No sé que mierda te pasa, pero he sido muy paciente contigo, he respetado tu espacio, he tolerado que no quieras salir a la calle, pero ya fue suficiente. Tus fans me atacan en las redes sociales pensando que te estoy lastimando, eso no era parte del contrato, se supone que me des buena fama, no que me odien. Así que ve a vestirte porque saldremos a cenar juntos te guste o no —dijo sin relajar sus facciones para luego soltar mi brazo—. ¿Qué esperas? ¡Ve a cambiarte! —gritó enojado logrando que de un pequeño salto saliendo de la sala de estar con miedo.

Derramé algunas lágrimas corriendo a la habitación de Matthew, donde me calmé y comencé a arreglarme. Últimamente él estaba muy violento, pero su enojo era entendible, yo no estaba cumpliendo con el contrato, no salía con él a ningún lado, no subía fotos juntos, no hablaba nunca de él e ignoraba las preguntas relacionadas a nosotros. Cuando estaba terminando de arreglarme el timbre resonó en toda la casa, pero Matthew dijo que atendería, así que continué con lo que estaba haciendo. Terminé de vestirme y fui a la entrada, donde él me esperaba.

—Estoy lista. ¿Quién era?

—Nadie importante. Vamos.

Estaba más calmado, tomó mi mano entrelazándola con la suya y salimos de la casa para luego subir al auto de él. No sabía a donde íbamos, tampoco me importaba mucho, estaba segura de que sería algún restaurante importante y elegante como siempre. No estaba equivocada y lo comprobé al entrar a un lujoso restaurante.

—Camila, quiero disculparme por como te trate hace un rato. Estaba enojado y no supe controlarme...

—No te preocupes, Matt, esta bien.

Él se encargó de pedir la comida, conversamos durante toda la comida, logró distraerme de mi tristeza y de vez en cuando lograba sacarme una pequeña sonrisa. El Matthew dulce había regresado dejando atrás al enfurecido y violento Matthew de los últimos días.

—Camila —llamó mi atención luego de unos segundos en silencio en los que terminé de comer mi postre—. Sé que lo nuestro solo es un contrato, pero estuve muy preocupado por ti los días que estuviste desaparecida —acaricié su mano dándole una sonrisa tranquilizadora sobre la mesa.

—Matt, estoy bien...

—No, déjame terminar de hablar —me interrumpió y asentí dejando que continuara—. Hemos estado juntos mucho tiempo y creo, que a pesar de que es un contrato, tú y yo realmente nos queremos, es una verdadera relación. Sé que sientes lo mismo que yo cada vez que nos besamos, nos miramos o sonreímos. Hemos pasado muchos momentos buenos y malos juntos y jamás nos hemos dejado. Siento que te conozco mejor que nadie... —no me gustaba a donde estaba yendo esto, porque yo no sentía nada por él. Por un momento dejé de escuchar lo que decía al verlo levantarse y caminar a mi lado. Tomó mi mano levantándome de mi lugar y yo aun no sabía que hacer—. Lo nuestro es algo único y sé que es amor de verdad, lo puedo sentir. Sé que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, con la que quiero formar una familia... —¿Familia? ¿Vida juntos? ¿Qué estaba tratando de decirme? Vi a mi alrededor y la gente que estaba cenando en el lugar nos estaban mirando enternecidos. Cuando regresé mi vista a Matthew no supe que hacer al verlo arrodillado con una pequeña caja entre sus manos—. Camila Karla Cabello Estrabao ¿te casarías conmigo? —quedé congelada, ni siquiera había notado que había dicho mal mi nombre.

Él me sonreía esperando mi respuesta, la gente nos miraba enternecidos y esperaban que contestara. No sabía que hacer, miré hacia todos lados desconcertada. Observé detrás de Matthew el ventanal del local y mi mirada se la llevó una mujer que llevaba un niño pelirrojo entre sus brazos de unos seis o siente años. La seguí con la mirada olvidando todo a mi alrededor. No podía verle el rostro porque me daba la espalda, pero aquellas curvas, su cuerpo era muy familiar...

—Camila, estamos todos esperando que respondas... —dijo Matt entre dientes regresándome a la realidad.

No dije nada, sin pensar y antes de darme cuenta ya estaba saliendo corriendo del local ignorando los gritos del rubio detrás de mí. Corrí a la acera y miré hacia todos lados, no la veía entre tanta gente, logré ver al niño caminando tomado de la mano de ella y comencé a correr chocando con la gente. Solo la tenía en la mira a ella, no veía nada más. Grité su nombre, pero no me escuchaba entre tanto ruido. Los vi entrar a un lugar y cuando llegué no dudé en entrar, pero para mi mala suerte estaba repleto de gente. Cuando pude ver donde estaba noté que se dirigían a la zona de astronomía, vi su rostro. Lo vi. Era ella.

Mi corazón se detuvo al ver su sonrisa al ver al niño, quien le tomó nuevamente la mano para entrar a la zona de astronomía. Corrí con el corazón latiéndome aceleradamente, la vi cuando dejó que Sean se fuera a la zona de juegos. No podía moverme, no podía creer que ella estuviera a metros de mí luego de pensar que estaba muerta. Se giró y sus ojos encontraron los míos, ambas nos quedamos quietas, hasta que yo reaccioné y corrí a ella. Salté rodeando su cintura con mis piernas y su cuello con mis brazos escondiendo mi rostro en su allí.

—Estás aquí, estás viva... —dije entre lágrimas aun sin creerlo. Sentí sus brazos abrazarme con fuerza—. Estás aquí...

—Aquí estoy cariño, aquí estoy... —me separé de su cuello para tomarla del rostro. Era ella.

No pude evitar atrapar sus labios con necesidad, necesitaba saber que era ella, que estaba allí, que estaba viva, que nuevamente estaba conmigo, que no era un sueño. Sus labios sabían aún más deliciosos de lo que recordaba.

—No llores... ya estoy aquí —dijo cuando volví a esconder mi rostro en su cuello.

—¿Dónde estabas? ¡fui por ti, creí que estabas muerta! ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿tienes idea de lo que sufrí pensando que estabas muerta? —dije golpeando su pecho con molestia entre lágrimas cuando me dejó en el suelo. Sus manos tomaron las mía logrando que deje de golpearla.

—Volví hace menos de una semana, Camila. Ya hablaremos de eso ¿sí? —su mirada me tranquilizó y tiró de mí apegándome a su cuerpo para abrazarme nuevamente.

—No vuelvas a dejarme... nunca —sequé mis lágrimas.

—Nunca...

—__________, aquí estas... —aquella voz femenina detrás de mí la interrumpió.

Cuando me giré vi a una castaña que se acercaba sonriente sin dejar de mirarla. La seguí con la mirada hasta que besó la mejilla de mi chica.

—¿Interrumpo algo...? —dijo mirándome. ¿Quién demonios era ella?

—Joana, ella es Camila... Camila, ella es Joana una amiga y la persona que me sacó de la isla y con la que estuve estos meses. Es una larga historia, luego te explico —explicó mirándome.

—¿Camila? ¿la Camila de la que me has hablado? —preguntó incrédula y __________ asintió—. Entonces las dejaré... iré con Sean. Un gusto conocerte, Camila —y sin más se marchó dejándome sola con __________.

Solo nos mirábamos a los ojos, no podía creerlo aún. Rompí el contacto visual para abrazarla nuevamente. Cerré mis ojos al sentirla abrazarme de forma tan protectora y cariñosa como solía hacerlo en la isla.

Perdidas (Camila Cabello y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora