Capítulo 22

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Camila Cabello

—¡No puedes hacerme esto, Camila! —gritó enfurecido saltando de la silla logrando que me asuste. Miré velozmente la pantalla del celular debajo de la mesa y apreté el botón enviar—¡Tenemos un contrato!

—Quiero romper el contrato sin importar el dinero que deba pagar —apoyó sus manos en la mesa inclinándose hacia mí con las facciones tensas.

—Ya me humillaste dejándome solo frente a todos cuando te pedí que te casaras conmigo, no me humillarás otra vez. Tú no me dejarás —dice entre dientes intimidándome. Cierra sus ojos, respira y vuelve a mirarme con una falsa sonrisa caminando hacia mí—. Amor, todas las parejas sufren altos y bajos, no podemos echar todo por la borda.

—No somos una pareja de verdad, es ficticio y no me vuelvas a llamar amor—digo firme logrando que él enfurezca. Siento su mano estamparse en mi mejilla en una sonora cachetada.

—Yo te diré como se me dé la puta gana. Te guste o no eres mi novia frente a todo el mundo y nos casaremos porque todos piensan que estamos comprometidos. Así que harás todo lo que yo te diga —dijo entre dientes mientras yo sobaba con terror mi mejilla.

—¿¡Qué demonios ocurre contigo!? ¿¡cómo te atreves a golpearme!? ¡te denunciaré Matthew! ¡todo el mundo se enterará de la verdad sobre ti! —dije levantándome para hacerle frente demostrando que no me intimida.

—Tú no dirás nada ¿escuchaste? No volverás a salir sola, iré a todos lados contigo. No sé quien mierda es la persona que estás viendo para atreverte a dejarme, pero te voy avisando que no te le volverás a acercar nunca más —sentí su mano tomarme de las muñecas—. Y jamás vuelvas ha levantarme el tono porque terminarás muy mal, Camila —dijo haciéndome daño en las muñecas.

El terror me recorría, en la cercanía de su rostro podía ver la rabia en sus ojos, ya no eran esos ojos claros y dulces, ahora estaban envenenados de rabia. Sus facciones al igual que el resto de su cuerpo estaba tenso, su agarre en mis muñecas cada vez se intensificaba más haciéndome daño.

—Suéltame —forcejeé, pero me apretó aún más.

Escuché la puerta de la entrada abrirse, él no me soltó solo me miró con el ceño fruncido y antes de poder darse vuelta para ver quien era ya lo estaban alejando de mí. Allí estaba ella protegiéndome como siempre lo había hecho. Llevó el brazo de Matthew detrás de su espalda en un veloz movimiento y estampó el cuerpo del rubio contra la pared logrando que él comenzara a quejarse de dolor.

—Le vuelves a poner una mano encima y te arrepentirás de haber nacido, Hussey.

—Miren quien llegó al rescate de la princesita... —dijo en tono burlón, ella apretó el agarre con más fuerza y él soltó un quejido—. Ambas pagaran por esto... —soltó otro quejido.

—Camila sal de aquí, te está esperando Eric afuera con otros de tu equipo de seguridad —dijo ella entre dientes sin mirarme. No iba a ir con Eric, no la dejaría sola con el loco de Matthew.

—No te dejaré sola con él... —ella me miró y en su mirada supe porque quería que me fuera.

No podía hacer bien su trabajo si yo estaba allí, no podía cuidarme como siempre lo había hecho porque lo que sentía por mí no se lo permitía. Sus ojos me suplicaban que me fuera, no quería que la viera de aquella manera tan violenta. Salí corriendo en busca de Eric, el chico de seguridad que últimamente cuidaba de mí.

—¡Deben entrar y ayudarla! —él me ignoró y comenzó a arrastrarme al auto—. ¿¡Qué demonios haces!?

—Tenemos ordenes de parte de Burke, debemos sacarla de aquí sin importar lo que digas, lo lamento señorita Cabello.

Perdidas (Camila Cabello y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora