Capítulo 27

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La verdad es que desde que Camila había hecho oficial nuestra relación en la entrevista las cámaras no dejaban de seguirme al igual que los fans. Disfrutaba más mi trabajo cuidando, no solo a Demi, sino también a Madison, su hermana menor. Pasaba más tiempo con ellas que con Camila, ella estaba todo el tiempo en el estudio y comenzaba a irritarme que no podamos estar a solas ni en nuestras propias casas.

—¿Hola? —contesté la llamada sin ver el nombre en pantalla mientras sentía a alguien saltar sobre mi espalda.

—Hola amor ¿Cómo estás? ¿estás ocupada? —dijo la latina y sonreí al escucharla mientras peleaba con Madison que no bajaba de mi espalda.

—Bien, cariño ¿y tú? Estoy en medio de una pelea con Madi, pero no importa ¿Qué necesitas? —dije a estirando mi brazo libre lejos de las manos de Madison que intentaba quitarme su celular.

—Cansada, he grabado todo el día. Solo llamaba para invitarte a salir esta noche, hace días que no nos vemos y te extraño.

—¿Estarán los de seguridad? —pregunté con dificultad batallando con la castaña.

—Sabes que si...

—Lo siento, Camz, pero estoy cansada de no poder estar a solas contigo. Prefiero que lo dejemos para otro día.

—Vamos, ___________, devuélveme el celular —dijo entre dientes cuando la logré tirar al sofá.

—¿En serio sigues molesta por eso? —preguntó la latina. Estaba entre dos batallas, una con Madison y la otra con Camila, no sabía como iba a lograr salir viva.

—No estoy molesta, solo cansada de... —en ese momento de bajar la guardia Madison me quitó mi celular colgando—. ¿Qué no sabes que es de mala educación hacer eso cuando alguien habla por teléfono? —dije observándola parada sobre el sofá.

—Devuélveme el mío y te entregaré el tuyo.

—Ni lo sueñes, devolvértelo significa dejar que pierdas la dignidad. No dejaré que pierdas tu dignidad al hablarle al estúpido que está jugando con tu corazón.

—Demi, dile algo —dijo mirando a su hermana que estaba sentada frente a la computadora.

—No, ___________ tiene razón, no te soportaré otra semana llorando por ese idiota. Ahora devuélvele su celular, Madi —sonreí victoriosa y ella me lo entregó de mala gana. Salí de la casa al patio trasero y llamé a Camila.

—¿Sí?

—Lo siento, Madison me quitó el celular. Te decía que estoy cansada de no poder estar a solas contigo ni en mi propia casa. Me incomoda hasta besarte, Camila, es horrible. Y dile a Sebastián que deje de seguirme porque lo mataré la próxima vez que lo vea.

—¿Y si te invito a... cenar a mi casa a solas y te quedas durante este fin de semana? Sé que no tienes que quedarte con Sean, así que estaríamos solas todo el fin de semana —mordí mi labio inferior reprimiendo una sonrisa estúpida de enamorada.

—Bien, salgo de aquí y voy por ti al estudio ¿sí?

—Sí, te espero. Te amo.

—Te amo.

Demi me dejó irme antes porque no tenía nada importante que hacer, así que fui por Sean para llevarlo a tomar un helado junto a Madison. Ambos se llevaban increíble, había sido idea de la castaña aquella salida, así que no me negué.

Vi al pelirrojo caminar de la mano de Madison saliendo de los juegos para niños que había en la heladería. Se acercaban mientras conversaban, no pude evitar sonreír al verlos, parecían hermanos.

Perdidas (Camila Cabello y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora