『016』

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—hija. Despierta—susurró

—Uhm—jade

—¿quieres comer?—pregunto

—no, no tengo hambre mamá—respondí en un bostezo

—¿estas segura pequeña?—pregunto

—si. Ahora iré a mi recámara, tengo mucho sueño—hable

—de acuerdo.... Hija..

—si mamá, ¿que ocurre?

—tengo que volver al trabajo

Bueno no es algo que me afecte o me parezca extraño puesto que ya estoy acostumbrada...

—esta bien, no te preocupes—respondí en un suspiro

—prometo pasar más tiempo contigo

—si mamá. Ahora me iré a mi habitación

—¡espera!—hablo

—¿que pasa mamá?—arque una ceja

Mencionado lo último mi madre se lanzó sobre mi y me abrazo. Yo quedé en shock puesto que mi madre no suele hacerlo a menudo, sonreí y abrace a mi madre de igual forma

—te quiero mucho mi princesa—sonrió

—yo igual mamá—sonreí

—bien—sonríe—ya me tengo que ir. Adiós hija

—Adiós mamá

Acompañe a mi madre hasta la puerta, cuando se fue corri asta mi recámara y permanecí allí hasta que anochecio...

[...]

—¡Todo esto es culpa tuya! Tú lo hiciste... Te odió te odió te odió...

¡basta! yo no lo hice dejame tranquila... ¡BASTA!

—¡hija! Despierta mi niña

—m-mamá - solloze

—tranquila mi pequeña, sólo tuviste una pesadilla eso es todo—me dio un abrazo acto seguido depósito un beso en mi mejilla— vuelve a dormir. Yo me quedaré aquí hasta que te duermas

—e-esta bien mamá—hable

Volví a cerrar mis ojos estaba asustada desde hace 4 años no había vuelto a tener pesadillas hasta ahora, mi madre parecía preocupada y apreció mucho todo lo que hace por mí aunque sea muy poco.

Al día siguiente desperté e hice mi rutina de todos los días, desafortunadamente hoy era un día muy lluvioso así que encima de mi uniforme lleve puesto un abrigo para protegerme del frío. Bajé a la cocina y como era de costumbre prepare mi desayuno para después lavar mis dientes y después tomar una sombrilla y salir de casa a paso velos. Que maldito frío hace hoy a este paso llegaré tarde a clases de nuevo. Trate de caminar un poco más rápido para poder alcanzar el bus que me deja a tan sólo unas cuantas calles del Instituto

Pero que suerte la mía, no pasaron ni 5 minutos y el bus ya había llegado así que me dispuse a subir, pagué y después tome asiento sólo hay que esperar hasta llegar al Instituto.

Había llegado a mi parada, agradecí al chofer y empecé a caminar hasta llegar al Instituto, el estúpido frío había aumentado aún más, ...Pero que día... Corrí un poco hasta estar ya adentro de la escuela, miradas se posaron sobre mí decidí ignorarlos y seguir con mi camino hasta llegar a mi respectivo salón, cuando entre a este varios de mis compañeros me observaban extrañados y no faltó el típico compañero que preguntará si ya estaba mejor y la verdad es que aprecio mucho que se preocupen por mí, me llena mucho de alegría.

HEARTBREAKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora