Amar de Lejos
Capítulo 15
Honestidad
—¡Yo abro!— escuchó gritar a Hermione desde el otro lado de la puerta.
Le dolía el estómago, y su pierna derecha padecía de un tic nervioso incontrolable. Se arregló el cuello de su camisa por enésima vez, mientras mantenía la mirada clavada en sus zapatos bien lustrados.
Era curioso, todavía no conocía la casa de Hermione y ahora estaba plantado frente a la de sus padres.
Se distrajo un momento mirando a su alrededor: el barrio donde ella creció era totalmente opuesto al de él. Pensó que Hermione debió haber tenido una linda y tranquila infancia en un lugar así... y se sonrió.
Sus pensamientos se cortaron en seco cuando la puerta se abrió, dejando ver a Hermione, quien lo recibía con una sonrisa abierta.
—Siempre tan puntual— saludó ella, antes de acercarse a él y darle un corto beso en los labios—. Pasa, ya casi está la cena.
"¿Casi?", se preguntó Snape. Había esperado que fuera una visita corta; llegar, comer, charlar un par de minutos y retirarse. ¿Ahora tendría que esperar a que la comida estuviese lista?
No era que le disgustara estar allí, pero... sí.
Cruzó el umbral de la puerta y se quedó parado. Hermione lo guió a través de una pequeña y confortable sala hasta el comedor, donde, sobre una mesa de madera pulida, estaban dispuestos cinco vasos y platos con sus respectivos cubiertos. Tragó saliva cuando divisó a un hombre sentado en la cabecera leyendo un periódico. Sin duda, era su suegro.
—Papá— llamó Hermione, captando en el acto la atención de su padre.
Severus no supo cómo interpretar la mirada que le dirigió el hombre. Era de sorpresa, sí, pero había algo más... ¿Decepción? ¿Incredulidad? ¿Molestia?
¿Cómo reaccionaría él mismo en su lugar? Seguramente, echaría a patadas al sujeto.
Decidió que lo mejor para todos era dar el primer paso. Así que se aproximó y estiró su brazo.
—Severus Snape— se presentó, esforzándose por sonar amable.
El padre de Hermione lo estudió durante unos segundos sin decir nada. Hasta que se levantó, sonrió levemente y le estrechó la mano con fuerza.
—John Granger— dijo, con voz neutra.
De pronto, una mujer irrumpió en el lugar, limpiándose las manos con un paño de cocina. Se detuvo en cuanto vio al profesor y, al igual que su marido, lo observó fijamente.
Era la situación más incómoda que hubiera experimentado.
Hermione y su madre cruzaron una mirada. Luego, la señora Granger apresuró unos pasos hacia Severus y cogió la mano derecha de él entre las suyas.
—Es un gusto conocerte al fin— farfulló, emocionada. Snape no sabía qué decir, sólo pudo amagar una imperceptible sonrisa y una inclinación de cabeza—. Jean Granger.
¡Por Merlín! ¡Tenía casi la misma edad que sus suegros! Tal vez creían que era una especie de pervertido o algo similar.
—Siéntate, ponte cómodo— sugirió la madre de Hermione—. Hija, ¿me ayudas con los platos?
—Claro— dijo Hermione, y ambas mujeres desparecieron tras la puerta que daba a la cocina.
Snape esperó a que el señor Granger tomara asiento para hacerlo él. Sabía que no podría quedarse callado el resto de la velada (aunque era lo que más quería), pero el silencio del otro hombre no lo invitaba a comenzar una conversación.

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Amar de Lejos
FanfictionDiez años después de la guerra, Hermione toma un empleo de profesora en Hogwarts. Ella y su antiguo maestro de Pociones crean un lazo inesperado, pero una simple mirada cambia la incipiente amistad que hay entre ellos. Snape, creyéndose no correspon...