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Cuando la madre de Luke falleció, su padre decidió que sus hijos crecerían mejor si estaban en un ambiente familiar, así que se mudaron hasta New Hampshire. Ahí Luke no logró adaptarse del todo.

Sufría sueños constantes donde veía a su madre en el hospital, pálida y a punto de morir, se convirtió en el más callado de sus dos hermanos, dejó de jugar con carritos para simplemente fijarse en otras cosas. Un día, a la edad de 12 años, mientras exploraba la casa de su primo Ashton, encontró una fotografía de su madre y su tía de niñas, Luke se dio cuenta que el parecido con ella era perfecto.

Supo que así su conexión con ella se fortalecería. Entonces comenzó a ser soberbio con su vestimenta, su autoestima se había elevado ya cuando cumplió los quince años. La ropa que usaba era la mejor, los zapatos y sus accesorios. Para Luke no fue ningún problema aceptar su sexualidad porque la mayoría de las personas que lo rodeaban se daban cuenta de esa impecabilidad. Y bueno, jamás le atrajo el sexo opuesto.

La relación con sus hermanos no había cambiado, pero todo el mundo en su colegio se pregunta cómo es que no le hablaba a su primo. Luke desde niño había tenido un cariño enorme con Anne, porque era la hermana de su madre, porque se parecían... Pero también porque necesitaba y deseaba que ella fuera un reemplazo... Sin embargo, eso no podía ser.

Anne prefería, al menos ante los ojos de Luke, a Ashton. Claro que era natural, pero un niño no podía asimilarlo.

Y en su pequeño corazón un rencor sigiloso hacia Ashton crecía cada vez más, le decía presumido cuando sacaba buenas notas, le trataba de sabotear planes, pero siempre fallaba. Hasta aquella fiesta donde se enteró de la sexualidad de su primo y por lo menos hubo algo que los unió, a lo largo de los años, su relación mejoró.

Luke incluso fue quien animó a Ashton para decirle a su familia sobre sus preferencias. Sorpresivamente eran, no sólo primos, sino también amigos.

Entonces no se podía entender qué es lo que Ashton había hecho para que Luke quisiera vengarse de una forma cruel.

Llegó a su casa después del viaje que debía hacer con su hermano, agotado. No le gustaban esas salidas ejecutivas, él era totalmente ajeno, pero Ben tenía la esperanza de que su hermano aprendiera algo y así en un futuro tener un empleo digno.

Dejó su maleta y se recostó sobre la cama. Tan dispuesto a dormir y sentirse despreocupado por cualquier deber que tuviera con la empresa.

Porque Luke no era ni sería nunca un hombre de negocios.

Sin embargo, su celular sonó repetidas veces, quiso ignorar las llamadas, y al estirar su mano para tratar de apagar el teléfono, descolgó accidentalmente.

No le quedó más remedio que responder a Ashton.

-Espero que sea bueno, porque no...

-Vas a estar en mi casa en media hora- demandó él.

Luke rio, sin ninguna pizca de gracia, era más bien, burlándose.

- Sí, por supuesto- dijo.

-Entonces iré yo a tu casa.

-Haz lo que quieras- colgó.

Hizo una mueca y apagó su teléfono dejándolo lo más lejos posible de él. Volvió a su preciada cama y quedó recostado dispuesto a dormir por lo menos unas diez horas.

Estaba ya conciliando el descanso cuando sintió como era movido brutalmente del brazo.

-Vamos, despierta.

-¿Qué carajo, Ashton? - restregó su rostro con ambas manos.

-Es lo mismo que yo pregunto, Luke... ¿Qué carajo pasó?

Meet You There | CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora