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-Te amo.

- ¿Qué? - Calum se puso nervioso, no sólo por las palabras, sino también por la forma que Ashton lo miraba; como si sólo existiera él.

-Te amo y llámame loco, estúpido o fenómeno, pero no puedo guardar más esto- suspiró liberando toda la tensión que había acumulado por meses-, te amo y quizá soy egoísta al darte está carga porque sé que no eres gay y que jamás lo serás, pero vi tanto por tu bienestar que mi corazón se rompía en mil pedazos y se reconstruía con sólo ver tu sonrisa. Hoy quiero decirte esto, porque quizá me desprecies y te alejes de mi... ¿Y sabes? Habrá valido la pena... porque te amo.

Calum sentía su corazón chocar de la forma más ridícula posible en su pecho, como si de pronto hubiera crecido y estuviera aplastando sus órganos internos. No despegaba la visita de Ashton, aunque lo quisiera, pero tampoco podía decir anda.

Segundos después, Ashton se puso de pie y se fue, Calum estaba tan conmocionado que sólo lo vio irse.

-Si tú no vas por él, me aseguraré de que tu vida sea un infierno- le dijo la chica que los atendió, ella había sido su compañera, la conocía tan poco porque la juzgó en el pasado, entonces Calum bajó su vista a sus manos, el reloj que Ashton le había regalado estaba en su muñeca, y la pulsera con el nombre de él también, si quería separarse de Ashton entonces tendría que volver a nacer, porque ya estaba tan acostumbrado a su presencia, que no podría perderlo, no por su estupidez.

Se levantó, salió del establecimiento y miró a ambos lados, lo encontró con la vista hacia abajo.

- ¡Hey! Arnold, amigo, por fin te encuentro. - Gritó la misma frase que había dicho cuando lo conoció.

Ashton volteó con el ceño fruncido.

-Eres un hijo de puta, Ashton Irwin, ¿Me dices que me amas y te vas? Es Irrespetuoso- Calum trató de recuperar el aliento.

-Es que yo...

-Aún no termino- lo interrumpió Calum-, probablemente me arrepentiré de muchas cosas el día de hoy, probablemente la gente nos vea y me reconozcan, pero realmente necesito hacer esto.

Y entonces Calum pasó su mano por el cuello de Ashton, jalándolo hacia sus labios, tan solo estaban conectados, sin movimiento alguno, Ashton sabía a lágrimas, pero Calum pensó que era la mejor sensación del mundo, su primer beso con un hombre (al menos consiente) y ni siquiera le aborrecía. Porque no era cualquier hombre, era Ashton a quien besaba.

-Sabes a lágrimas- fue lo primero que dijo Calum al separarse.

-Digamos que me estaba rindiendo

- ¿El gran Ashton Irwin rindiéndose?

-Pero también sabía que caerías a mis pies.

Calum trató de separarse, fingiendo molestia, pero fue imposible por los fuertes brazos de Ashton que ya lo estaban abrazando.

-Si te arrepientes, entonces estás a tiempo.

-Quisiera ser egoísta contigo desde ahora.

Ashton despertó de aquel hermoso sueño donde había conseguido absolutamente todo, donde su deseo se hacía realidad.

Probablemente su subconsciente se iba a aquella tarde que confesó su amor en un intento desesperado de querer cambiarlo. Así que Ashton se acostumbró a dormir, porque era el único lugar donde recibía amor.

Había pasado ya cuatro días y Ashton solamente estaba, o dormido o mirando solo un punto de la habitación, como si de pronto su esencia estuviera consumida o perdida en algún lugar. Su madre se había preocupado, sus hermanos igual, pero ninguno sabía la razón verdadera, creían, y porque Ashton había insistido, que estaba enfermo, pero que pronto se recuperaría. Lo único que quería era que ese mes concluyera, solo así podría intentar seguir adelante.

Meet You There | CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora