Mi delito fue amarte

Capítulo 5: Luz y oscuridad

Narra Cristian:

Ayer fue un día complicado.
Tuve que arrestar a un borracho que intentaba robar en una casa del barrio, y para colmo, a las tantas de la madrugada tuve jaleo en una fiesta.

Dos chicos tenían droga en dicha fiesta, pero cómo eran menores, sólo hablé con sus respectivos padres para darles un buen susto.

La peor parte se la llevó el dueño de la casa.
Al ser mayor de edad, los menores estaban a su cargo, y no puso ningún remedio para prevenir lo que estaban haciendo...

Él me aseguró que no tenía ni idea, pero de todas formas, su futuro tendrá que determinarlo un juez.

Dejo mis pensamientos y me levanto de la cama.
Ya son las doce.

Se nota que no pegué ojo hasta las seis aproximadamente.

Reviso mi móvil, no tengo ningún mensaje nuevo.
Entro en mi conversación con Sara.

C: Buenos días.

Es muy soso, pero me servirá para comenzar la conversación.
Hoy es sábado, y por suerte tengo el día libre.

Estoy distraído cuando me llega un mensaje.
Automáticamente sonrío al leerlo.

S: Buenos días!!😊
C: ¿Qué haces?
S: Si te soy sincera me acabo de levantar.

Ah si, se fue de fiesta anoche.

C: Entonces ya somos dos.
C: Oye, ¿tienes planes para hoy?
S: No, ¿por?
C: Tengo el día libre, si quieres podemos pasarlo juntos. Te invito a comer, me paso a las dos.
S: Aún no te he dicho que sí🤓
C: No acepto un no por respuesta. Ya me has dicho que estás libre, ¿no?
S: Sí, era broma. Nos vemos a las dos😘
C: Nos vemos guapa.

Dejo el móvil y me dirijo al baño.
Me meto en la ducha y me pongo a pensar en mis cosas mientras el agua se desliza por mi cuerpo...

Me sorprende a mí mismo que esté siendo capaz de verme con una chica sabiendo cómo terminó mi última relación...

Intento convencerme de que esta vez no va a ser igual.
Será diferente.

Me encargaré de no cometer los fallos de las otras veces y por fin tendré una relación como Dios manda.
O eso espero.

Me echo jabón en las manos y lo froto por mi pelo.
Me pregunto cómo estará Sara.
¿Qué estará haciendo ahora mismo?

Salgo de la ducha y me pongo la toalla por la cintura.

Seco mi pelo alborotado con una toalla.
Me miro en el espejo y decido afeitarme la barba de tres días que tengo.

Miro el reloj y ya es la una.
Me visto directamente con la ropa que voy a llevar hoy.

Voy a mi vestuario y abro el enorme armario.
Cojo una camisa azul, pantalones vaqueros y las zapatillas.

Me visto mirándome frente al espejo.
No puedo evitar para de mirar el reloj.

Quiero ir ya con ella.
Quiero volver a verla.
Y quiero poder oler su pelo otra vez...

Eso me recuerda que no me he puesto colonia.
Voy a por mi frasco favorito y rocío mi escote con la fragancia.

Me siento en el salón y pongo la televisión un rato para hacer tiempo.
Ni siquiera presto atención a lo que estoy viendo, sólo quiero que el tiempo pase rápido.

Vuelvo a mirar mi reloj, que ya marca las dos menos veinte.
Puede que llegue algo antes de tiempo, pero decido salir ya de casa.
Soy muy impaciente.