Habían pasado ya varios años desde la primera vez en que Marinette y Chat Noir se encontraron bajo la luz de la luna y abrieron sus corazones para desahogarse y conversar sobre sus penas, decepciones y amores no correspondidos.
Por su parte Marinette, una chica tímida, distraída, pero fuerte y de gran corazón, llevaba meses amando en secreto a su maravilloso compañero de clases: Adrien Agreste. Un chico que no sólo era guapo, sino que además se caracterizaba por ser amable, cortés, inteligente, bondadoso y, según ella, la perfección hecha persona.
Por otro lado Chat Noir, uno de los superhéroes a cargo de mantener la paz en las calles de París, era quien había caído rendido a los pies de su compañera de peleas, la magnífica Ladybug, desde el primer día que la vio. Su valentía, entrega, agilidad y talento fueron cualidades a las cual ese gato no pudo resistirse.
Marinette era el tipo de chica que solía mantenerse al margen, le costaba juntar valor para afrontar la situación y así era como pasaba la mayoría del tiempo observando a su compañero de clases en cada una de sus acciones, coleccionando sus fotos y aprendiéndose su horario de memoria. En más de una ocasión trató de confesarse mediante cartas y regalos que no llegaban a ser más que intentos fallidos. Nunca había sido capaz de tener el valor suficiente para declararle sus sentimientos de frente.
De sólo verlo su corazón se aceleraba, sus manos temblaban, el rubor se apoderaba de sus mejillas y no era capaz de pronunciar ninguna frase coherente, mucho menos podía decirle que era él la persona que había robado su corazón, que no podía sacarlo de su mente ni por un minuto y que no había nada que deseara más que a él, sobretodo en las noches, cuando se encontraba en la soledad de su habitación y sus pensamientos no podían ser dirigidos a nadie más que a él. Esos momentos en los que dejaba que su mente divagara por todos los escenarios que había creado en donde ese chico y ella lograban ser sólo uno.
Constantemente se preguntaba cómo sería un abrazo, una caricia, un beso... Muchas veces su mente la llevaba a imaginar situaciones mucho más íntimas, en las que podía sentir el calor de sus grandes manos sobre su delgado cuerpo, como sería el sabor de su piel, el aroma de su cabello, la sensación que le daría el poder acariciar cada centímetro de él. Pensamientos que la impulsaban a buscar la manera de satisfacer aquello que a gritos pedía su cuerpo, cuando comenzaba a agitarse su respiración, se aceleraba su corazón, subía su temperatura y terminaba con esa extraña sensación de necesidad que humedecía la zona entre sus piernas.
Por otro lado Chat Noir hacía intento tras intento con tal de sorprender a Ladybug. La halagaba cada vez que tenía una oportunidad, le decía lo hermosa y perfecta que era, le regalaba rosas diciendo lo mucho que venían con su traje rojo y, sin ninguna vergüenza o inseguridad en sus actos, le demostraba lo loco que estaba por ella y lo dispuesto que se encontraba a hacer lo que fuera por verla a salvo y feliz, arriesgándose cada vez que fuera necesario e incluso poniendo en juego su corazón, sabiendo lo mucho que dolía ser rechazado cada vez.
Siempre se mostraba galante ante su "bichito", como él le decía, pero le ocultaba ese sentimiento de abandono y tristeza que venía a él cuando estaba sólo, pensando en lo mucho que amaría poder tenerla entre sus brazos, poder perderse en ese par de ojos azules al despertar, poder amarla de todas las maneras humanamente posibles y calmar esos impulsos que ya no podía controlar.
Cuantas noches no había soñado con poder probar de sus labios, poder acariciarla sin que esta huyera, imaginaba como sería su cuerpo debajo de ese traje que la cubría por completo, pero que remarcaba todas sus curvas sin dejar mucho a la imaginación. Pensaba en lo hermosa que debería verse en su forma de civil, sólo como una chica, la chica que robó su corazón.
Los años pasaron y se convirtió en una costumbre el verse durante las noches, compartiendo conversaciones en las que desahogaban sus penas y sus miedos.
Años tratando de aconsejarse mutuamente y de darse ánimos, sin saber que la persona por la cual sufrían era precisamente quien estaba a su lado.
La vida de héroes les impedía revelar sus identidades y su deber los obligaba a ocultar que bajo sus máscaras eran las personas que amaban. Aunque la química y esa inevitable conexión que había entre ellos se encargaría de demostrarles, tarde o temprano, que estaban hechos el uno para el otro en cualquiera de sus formas.
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Y por fin este fic a vuelto a la vida!!!!
Lo echaron de menos? Quizás incluso lo habían olvidado uwu
Había comentado meses atrás que lo mandaría a borradores para poder mejorarlo, así que quienes lo hayan leído anteriormente quizás puedan notar los cambios y espero sean positivos según su percepción.
Como el fic ya estaba terminado cuando lo retiré, los capítulos serán de publicación constante y rápida. ¿Qué quiere decir esto? Que les traeré de 1 a 2 capítulos por semana. No prometo más que eso porque comenzaron las clases en la universidad otra vez y el tiempo se hace poco, pero daré lo mejor de mí (dentro de mis posibilidades).
Espero les guste, espero contar con su apoyo y espero que se encuentren bien en todo sentido ♥
Un abrazo virtual y muchos cariños. Nos vemos en unos días!! ♥♥♥
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Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]
FanfictionMarinette lleva años ocultando su amor por Adrien. Chat Noir lleva años siendo rechazado por Ladybug. Dos adolescentes sufriendo por un amor no correspondido, deciden que quizás pueden suplir esos sentimientos con alguien más, hacerse un favor mutu...