𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 9: 𝕸𝖔𝖉𝖊𝖑𝖔

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Terminaron de quitar las fotografías mientras conversaban de cosas banales. Les había servido para, de cierta manera, distraerse y dejar de lado la pena por unos minutos.

-¿Qué haremos con todo esto? - preguntó el chico.

-No lo sé. Pensaba en tirarlas a la basura, pero no me siento preparada aún para eso. Haberlas quitado de mi pared ya fue un gran paso - respondió intentando sonreír sin éxito.

-¿Tienes una caja o algo? Quizás puedas guardarlas por un tiempo, hasta que sea el momento. No es necesario que te deshagas de todo inmediatamente.

-En la panadería deben haber. Iré por una, vuelvo enseguida - dijo mientras se ponía de pie para salir de la habitación.

Una vez que se quedó solo en el cuarto, el héroe de traje negro observó la gran cantidad de imágenes que la chica poseía de él. No podía creer que alguien mostrara tal devoción hacia su persona. Por un lado se preguntaba porqué le gustaría tanto, qué era lo que encontraba tan atractivo de él, y por otro, se lamentaba no haberse dado cuenta antes. Quizás Marinette lo hubiese ayudado a dejar atrás a Ladybug, aunque eso hubiese sido bastante injusto para ella. Ser el reemplazo sin estar al tanto de ello, de algún modo, era diferente a la situación en la que estaba ahora.

Aprovechó sus momentos de soledad para dar una vuelta en la habitación, era la primera vez que estaba ahí, con su consentimiento claro. En ocasiones anteriores ya había visitado la habitación junto a Ladybug, pero en circunstancias muy diferentes, sin tener tiempo para apreciar el lugar realmente. Se fijó en cada pequeño detalle, el concepto de la ambientación, la organización que tenía, el rincón de sus trabajos y la cantidad de prendas a medio hacer que, pese a no estar terminadas, irradiaban la belleza y calidad de cada una. 

Su atención cayó entonces en un par bolsas al costado del diván. Recordó que la chica fue de compras con sus amigas y, como era de esperarse, la curiosidad mató al gato. Estaba a punto de husmear en la primera bolsa cuando la azabache entró de vuelta en la habitación, trayendo con ella una caja y unos trozos de pastel de chocolate. 

-Ya volví y traje pastel. No sabía si... ¿Qué estás haciendo? - preguntó antes de terminar la frase.

-Eh.. nada. Yo sólo... ¿Tú diseñaste todo esto? Me llamó la atención y quise verlo, lo lamento - respondió, esperando pasar desapercibido.

-No hay problema - respondió mientras le entregaba un trozo de torta -. Sí, son todos diseños míos, suelo hacer prendas para mis amigas y se aproxima nuestra "noche de chicas" así que quise sorprenderlas - se metió un trocito de torta a la boca haciendo una pausa antes de continuar -. Hace un tiempo, en el primer cumpleaños de Adrien después de conocerlo, le hice una bufanda calipso, algo sencillo pero sofisticado, como él. No sé que clase de enredo hubo, pero cuando lo vi con ella dijo que había sido el regalo de su padre. Se veía tan feliz que no pude decirle la verdad, solo me quedé con la tranquilidad y alegría de que usara una prenda creada por mí - terminó con una sonrisa sincera, pero con aires de nostalgia.

El chico no podía creerlo. Hasta ese entonces guardaba ese regalo como uno de sus bienes más preciados, sin saber el verdadero origen de este. Llevaba años creyendo algo absolutamente diferente, pero lo que le hizo más eco, fue el hecho de que Marinette tuviera esos lindos gestos con él desde el principio.

-¿No crees que de haberle dicho la verdad quizás él se habría fijado antes en ti? 

-No lo sé, pero ya no importa. Parece que recibir un regalo de su padre es muy importante para él, no quiero quitarle eso nunca - se puso de pie y comenzó a guardar las fotografías en la caja. 

Después de unos minutos tomó el amuleto de la suerte que Adrien le había regalado en su cumpleaños, ese que hacía juego con el que ella le había dado a él tiempo atrás.

Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora