Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 25: 𝕬𝖉𝖗𝖎𝖊𝖓

Después de aquel día sumamente agotador, el sol por fin se había escondido y Adrien, pese a los nervios, el miedo y la incertidumbre, absorbió a Plagg en su anillo y comenzó a recorrer los tejados de París en busca de Marinette, decidido a aclarar las cosas, ser sincero, darle un fin a toda esa complicada situación y esperando que ese fin fuera positivo.

Sabía que era lo correcto, no podía alargar más esa mentira que podría dejar destruida a la chica que ahora le robaba el corazón, pero era imposible evadir el miedo de poder perderla para siempre. Sin embargo, era un riesgo que sabía debía correr.

En cada metro que avanzaba, intentaba darse ánimos de diferentes formas. Trató de convencerse de que el amor que Marinette tenía por Adrien era aún lo suficientemente fuerte, también pensaba que la reciente experiencia que había vivido con Chat Noir podría unirlos aún más. Sin embargo, también era consciente de que ambas cosas podrían empeorar aún más todo, que podría dañarla el doble y que todo aquello podría ser el detonante para que ya nada volviera a ser lo mismo.

Sumido en sus pensamientos y sin darse cuenta, ya había aterrizado en su destino. Era cuestión de segundo antes que la peliazul apareciera por la escotilla y los nervios no le permitían encontrar una ubicación o posición apropiadas para poder esperarla. Se paseó de un lado a otro hasta que ella apareció.

-Buenas noches, gatito. Espérame unos minutos. ¿Sí? Iré por algo para beber, vuelvo en seguida - dijo, asomando sólo la cabeza.

-No, princesa, espe... - trató de detenerla, pero la chica ya había desaparecido nuevamente.

Cada minuto de espera era una tortura. Cada segundo que pasaba aumentaba el nerviosismo en el rubio. Decidió sentarse, respirar profundo y ordenar sus ideas para dar un discurso de disculpas lo suficientemente claro en el que pudiera explicar toda la situación sin sonar, según pensaba, como un completo estúpido.

La chica volvió a aparecer con una manta y una caja en las manos. Se sentó junto a él, estiró la manta sobre las piernas de ambos y luego besó su mejilla.

-Supuse que vendrías hoy, así que guardé de tus favoritos - dijo mientras abría la caja y dejaba a la vista unos deliciosos croissants.

-Gracias, princesa. Creo que siempre piensas en mí. En realidad, siempre piensas en todos - dijo con una sonrisa triste, mientras tomaba uno.

-Todos deberían tener a alguien que se preocupe por ellos, todos merecen una oportunidad ¿No crees? - respondió, ofreciéndole una tierna sonrisa.

Chat tardó un momento, buscando como aprovechar esa oportunidad antes de volver a hablar.

-¿Incluso alguien que te haya mentido?

Marinette lo miró fijamente, intentado encontrar el trasfondo de su pregunta. ¿Habría descubierto que ella era Ladybug?

-A veces la gente no tiene la intensión de mentir, simplemente hay cosas que deben mantener en secreto y las circunstancias hacen que queden entre la espada y la pared y pese a no querer que las cosas vayan por ese rumbo, todo se vuelva una mentira... - respondió retirando la mirada.

-Si fuera yo quien te mintió, ¿me perdonarías? - preguntó serio, con la mirada fija en ella.

-Por supuesto, gatito. Eres mi mejor amigo y, bueno, eres un superhéroe, supongo que tienes muchas cosas que ocultar para mantener tu identidad en secreto y quizás no quisiste hacerlo - hizo una pequeña pausa antes de continuar, pero esta vez, hablando con más calma -. De hecho, creo que yo no soy nadie para juzgarte, ¿sabes? ¿Me perdonarías a mí si yo te hubiese mentido?

-A ti te perdonaría todo, princesa - dijo mientras se acercaba a ella para depositar un suave y tierno beso en sus labios.

La chica sentía como un nudo le apretaba la garganta y como una lágrima amenazaba con escapar. Respondió su beso, intentando memorizar cada sensación, sabiendo que si él descubriera su verdad, quizás todo acabaría para siempre.