𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 1: 𝕸𝖊𝖓𝖙𝖎𝖗𝖆𝖘

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Después de un día bastante agotador Adrien se encontraba solo en su cuarto. Descansaba recostado en su sofá mientras veía a Plagg comer su tan amado camembert. Su mente, pese a estar agotada, comenzaba a repasar los acontecimientos del día como era costumbre, incluso si lo único que quería era desligarse de todo por un momento y estar en paz. 

Su mañana había transcurrido de manera usual. Como siempre disfrutó de la compañía de su mejor amigo Nino, quien jamás se alejaba de su novia Alya, la cual, a su vez, llevaba a Marinette, mejor amiga tanto de Adrien como de ella, a todos lados. Los cuatro juntos eran la imagen perfecta de aquel grupo de amigos que todos desean tener, salvo, tal vez, por los sentimientos unilaterales de Marinette, de los cuales Adrien, pese a los años, jamás se había dado cuenta.

Durante la tarde, cuando su guardaespaldas llegó a recogerlo de la escuela, Adrien buscó la manera de escabullirse ante la alerta de un akuma que había sido liberado. Tras usar sus poderes y convertirse en Chat Noir, el héroe de traje negro que cuidaba de París, fue rápidamente en su búsqueda con la intención de salvar a la ciudad, pero también con la ilusión de poder ver una vez más a su compañera de batallas. Fue una pelea bastante corta y sin complicaciones por lo cual nuevamente hizo el intento de invitarla a un café o a ver el atardecer sentados en la torre Eiffel, pero como la mayoría de las veces, fue rechazado por la chica, quien le dedicó una sonrisa y le deseó una buena noche antes de irse sin volver a mirar atrás.

Una vez en su hogar, si es que podía decirle así, como ya era costumbre cenó solo en ese gran comedor. Las carencias paternales no eran fáciles de superar, jamás dejaban de doler, pero si era posible acostumbrarse a ciertas cosas, así fue como aprendió a no esperar que su padre apareciera para hacerle compañía o a entablar una simple conversa. Simplemente no esperaba nada, lo cual no significaba que no lo anhelara.

Después de la muerte de su madre años atrás, la relación con su padre se había vuelto aún más distante, pero de una forma que no podía explicar, era casi como si se hubiesen convertido en completos extraños. Sin embargo seguía viviendo bajo sus condiciones, al menos hasta que terminara su año escolar y pudiera comenzar su vida de manera independiente.

Si bien la rutina ya estaba más que grabada en él después de tantos años haciendo lo mismo, eso no significaba que le gustara o que se sintiera bien con ello, por lo cual terminó su comida rápidamente para encerrarse en su habitación y poder conversar con su kwami, la única forma de vida en esa mansión que, según Adrien, realmente se preocupaba por él.

-Ya estoy aburrido de esto Plagg, todos los días es lo mismo. Ya cumplí 18, pero mi padre insiste en mantenerme acá. Lo que más me molesta es que tampoco es capaz de pasar ni 5 minutos conmigo. Sé que no debería pensar estas cosas, pero a veces creo incluso que mi madre está mejor que yo...

-Tranquilo muchacho. Mientras estés conmigo y mientras yo tenga mi queso todo estará bien - dijo el pequeño gato tragando otro trozo de camembert.

-No, Plagg. No es suficiente. Sólo quiero ser como el resto, ya estoy harto de todo esto. Ser el chico modelo, que cumple con todas sus obligaciones al pie de la letra, a quien le controlan su tiempo, sus pasatiempos, incluso sus amigos. Creo que estoy harto de ser Adrien Agreste.

-Pues como dije, mientras me tengas a mí estará todo bien. Después de todo no eres sólo Adrien Agreste - concluyó el kwami con una media sonrisa después de lamerse el bigote.

El mensaje estaba claro y la decisión ya estaba tomada. Sin más demora el joven rubio aprovechó las ventajas de ser un superhéroe para salir por un paseo y despejar su mente. Quizás podría también hacerle una visita a aquella chica de ojos azules que de manera extraordinaria era capaz de mejorar su ánimo y hacerle sentir en paz.

Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora