Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 23: 𝕴𝖉𝖊𝖓𝖙𝖎𝖉𝖆𝖉

El tema dio vueltas en su cabeza durante largos minutos. Muchas cosas llamaban su atención, sabía que algo extraño sucedía y sabía que no podría quedarse en paz hasta llegar al fondo de todo. Trató de analizar todos los hechos, de unir los puntos en el mapa y era inevitable no pensar en lo que había averiguado por su novio. 

Adrien Agreste, el joven modelo que llevaba un tiempo actuando extraño y que también era virgen, estaba preguntando sobre sexo al mismo tiempo que su mejor amiga, quien mantenía una extraña relación con un chico cuya verdadera identidad no conocía.

Estaba a punto de levantarse a buscar a Nino con la intención de preguntarle un par de cosas más cuando su teléfono comenzó a sonar.

-¿Diga?

-¿Alya? Perdón por llamarte a esta hora, pero no tenía otra opción, eres la única que puede ayudarme ahora y... - escuchó la voz de Marinette entre leves sollozos al otro lado de la línea.

-Espera un minuto. Respira tranquila. ¿Sí? No hay problema, de hecho estaba despierta. Ahora dime con calma que pasó o no podré entenderte nada.

-De acuerdo - hizo una pausa antes de continuar -. Necesito que vengas ahora. No sé muy bien que hacer en este minuto y no puedo pedirle ayuda a nadie más y...

-¡¿Pero qué es lo que pasó?! Iré en seguida ¿de acuerdo? Pero necesito que me digas que sucedió - respondió mientras se levantaba de la cama y comenzaba a recolectar su ropa.

-Lo hicimos, Alya. Chat vino anoche y lo hicimos. Todo fue tan hermoso, jamás pensé que...

-¡¿QUE USTEDES QUÉ?! Ok, definitivamente voy en camino, pero aún no entiendo cual es lo que tiene tan alterada. Podrías haberme contado más tarde.

-No nos cuidamos, Alya. Todo pasó tan rápido que ni si quiera pude pensar en eso. Él se fue hace un rato atrás y ahora desperté con una nota suya. Me puse a pensar en todo lo que hicimos y caí en la cuenta de que no usamos protección. No sé que hacer ahora, no quiero quedar embarazada. O sea, ¡no puedo estarlo! ¿Cómo podría Ladybug explicarle esa panza gigante a todo París? Esto no debió pasar. Necesito que me ayudes. Por favor, necesito que vengas ahora...

-Por mil demonios, chica. En cualquier minuto harás que quede calva. Pasaré a la farmacia y me iré a tu casa, pero relájate ¿sí? Ya voy en camino - dijo ya vestida mientras salía de la habitación. 

Colgó el teléfono y se detuvo de golpe al ver a Adrien en el salón. Obviamente no podía revelar la situación de su amiga, por lo que puso su cara de siempre e hizo como si no sucediera nada, pero la curiosidad se encendió nuevamente en ella al comenzar a relacionar cosas.

¿Podría ser cierto esa loca idea en su cabeza? ¿Qué tan probable era que las cosas fueran realmente así?

Dejó la casa de su novio atrás y caminó a toda prisa en dirección a la farmacia. Sacaría a su amiga de ese lío y se aseguraría de que algo así no volviera a pasar. Su cerebro trabajaba a la velocidad de la luz buscando la manera de encontrar la verdad acerca de sus suposiciones. 

Llegó a la farmacia más cercana. Compró aquellas píldoras que buscaba y una caja de preservativos. No estaba dispuesta a salir corriendo con ese tipo de ayuda cada vez que Marinette tuviera sexo.

Después de unos largos minutos caminando y procurando no decir nada de lo que pasaba por su mente, le escribió un mensaje a su amiga.

"Estoy por llegar a tu casa, ven a abrir la puerta."

No alcanzó ni a cruzar la calle cuando vio a la chica de ojos azules saliendo en pijamas y con el cabello alborotado.

-En serio no sé que haría sin ti. Eres la mejor amiga del mundo - la recibió, invitándola a entrar.