𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 4: 𝕮𝖔𝖓𝖋𝖊𝖘𝖎𝖔𝖓

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Al día siguiente Marinette se sentía agotada, después de que Tikki la despertara le fue casi imposible poder conciliar el sueño nuevamente, por lo cual a las 5 A.M. decidió que era mejor levantarse y dejar de dar vueltas en la cama pensando en su último sueño. 

Sin molestar a su kwami se dirigió a la ducha y se quitó el pijama esperando a que junto con el agua se fueran también sus preocupaciones. No fue tan sencillo dado que al momento de verse desnuda, el recuerdo de una garra negra jugando entre sus pechos vino a su mente. Trató de convencerse de que todo fue causa de las constantes visitas que había recibido del gato y que el hecho de tenerlo cerca por tanto tiempo había provocado que este apareciera en sus sueños. Ella estaba segura de lo que sentía, Adrien era el único que le robaba el aliento y si quería entregarse a alguien era sólo a él.

Ya que disponía de tiempo de sobra, se preparó con tranquilidad para ir a la escuela. Arregló su cabello, se maquilló un poco y bajó a la cocina para servirse una taza de café. No hubo manera de esconder las ojeras que dejó en ella la noche anterior, así que prefirió no pensar en eso y dejar el asunto de lado. Cuando ya iba siendo la hora de salir, fue en busca de Tikki y de su mochila y, sin decir mucho durante el trayecto, se encaminó a paso lento hacia el establecimiento.

Pese a tomar el camino más largo fue la primera en llegar al salón. Se ubicó en su puesto habitual y usando su mochila como almohada se dispuso a cerrar los ojos por unos minutos. Al rato la sensación de que alguien la observaba la hizo salir de su trance y levantarse de golpe, sólo para encontrar a Adrien frente a ella mirándola con ternura.

-Me sorprendió verte aquí tan temprano, usualmente siempre soy el primero en llegar y me aburre esperar solo, pero estabas durmiendo tan plácidamente que no quise despertarte - dijo el rubio.

-Oh, lo siento, no te sentí llegar - respondió ella en medio de un bostezo.

-Pareces cansada. ¿Tuviste una mala noche?

-Eh... bueno yo... - los recuerdos de aquel sueño volvieron a ocupar su mente y sus mejillas se tiñeron de rojo al instante - Tuve un sueño extraño y al despertar no pude seguir durmiendo - confesó.

-¿En serio? ¿Y qué soñaste? - preguntó en una media sonrisa poco usual en él, tan coqueta y natural y que la hizo recordar al rubio de traje negro.

-¡No soñé contigo! Quiero decir, sueño contigo, pero no esta vez, o sea... 

Balbuceó un par de palabras que no lograban entenderse hasta darse cuenta de que no había forma de arreglar lo que ya había dicho. Por otro lado, el lado gatuno de Adrien se hacía cada vez más presente al escuchar esas cosas.

Al no saber muy bien qué responder decidió bromear con su amiga como si estuvieran en su balcón una noche cualquiera y un antifaz cubriera su cara - Así que... ¿Sueles soñar seguido conmigo? - dijo, intentando sonar coqueto.

Por algún motivo Marinette se sentía más aturdida que en ocasiones anteriores. Quizás el estar solos en ese salón la ponía nerviosa, o esa actitud en Adrien que le recordaba a Chat Noir la confundía más de la cuenta.

Intentaba buscar una respuesta adecuada para no quedar en vergüenza, pero la llegada de Alya y Nino la salvaron de tener que decir cualquier cosa.

-No puedo creer lo que ven mis ojos. Marinette Dupain-Cheng está en el salón a tiempo y antes que todo el resto - dijo Alya mientras se separaba del abrazo de su novio para sentarse junto a su amiga -. Y veo que estuviste bien acompañada... - agregó con una ceja en alto.

-¿Cómo están, chicos? - preguntó Adrien intentando cambiar el tema para evitar llegar a la conversación que mantenían segundos antes.

-Esperando a que el día pase rápido porque esta noche será una maravilla - respondió el moreno mientras chocaba los puños con su amigo -. Supongo que también irás ¿no?

Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora