Ayudándote A Olvidarme [MariChat +18]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 18: 𝕯𝖊𝖈𝖑𝖆𝖗𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓.

Marinette dejó un par de besos en el cuello del héroe, mientras con sus manos buscaba el cascabel donde comenzaba la cremallera del traje. Chat, pesé a no poder ordenar del todo sus ideas, soltó un suspiro de excitación antes de detenerla.

-No es necesario que hagas esto, princesa - dijo mirándola a los ojos -. Es decir, no es que no quiera, ¡claro que quiero!, pero no quiero que te sientas presionada o que...

-Chat - dijo ella callándolo de golpe -, cierra la boca. ¿De acuerdo? Piensa que después de todo fui yo quien te pidió que te quedaras aquí hoy, y después de lo de antes...

-Podría quedarme para hacernos compañía como en los viejos tiempos.

-En los viejos tiempos sólo venías de visita por un rato - respondió ella con un poco de duda -, y esta noche vas a quedarte.

-Precisamente por eso no es necesario acelerar las cosas, princesa. No queremos que la culpa o la vergüenza o lo que sea nos ataque de nuevo. ¿Verdad?

La chica se alejó un par de centímetros y le sostuvo la mirada mientras analizaba sus palabras.

-Tienes razón - respondió con una tímida sonrisa y un leve sonrojo en su cara -. Lo siento. Debo parecer una estúpida ahora mismo, pero no puedo evitar estar nerviosa y ansiosa al mismo tiempo. No sé cómo manejar todo esto - admitió con vergüenza.

-Está bien, princesa. No tienes porqué disculparte - acercó su cara para besarle la mejilla antes de volver a hablar -. Vamos a comer algo y después veremos que hacer.

Bajaron nuevamente a la cocina y después de unos minutos decidieron preparar algo de pasta a la boloñesa. Mientras ella cocinaba, él salió en busca de jugo y helado.

De a poco la tensión fue desapareciendo y volvieron a ser los mismos de hace unos días atrás. Comieron tranquilamente mientras hablaban de cosas banales y la risa los llenaba a momentos, la tranquilidad los inundó por completo y se sintieron más relajados que nunca.

Al terminar la cena decidieron pasar el rato recostados en la cama de la chica mientras disfrutaban del helado. La conversación se volvió un poco más melancólica cuando comenzaron a recordar las primeras veces que se habían visto y cómo su relación había ido creciendo con los años. Recordaron las risas, las confesiones, las lágrimas y cada secreto que habían compartido a lo largo de su amistad.

-Alya ha sido mi mejor amiga desde el día en que la conocí y realmente la adoro. Siempre ha estado apoyándome y dándome ánimos para seguir adelante con todo. Contigo me pasó algo similar, pero creo que nuestra amistad se fortaleció gracias a que ambos podíamos entender los sentimientos del otro - comentaba Marinette mientras miraba con ternura al rubio recostado de lado frente a ella -. Eso también me dio la confianza para poder desahogarme completamente contigo. Sentía que no ibas a juzgarme por eso.

-Tú nunca me has juzgado a mí tampoco. Además eres la única persona con la que he podido hablar sobre esto durante todo este tiempo. Es decir, siendo Chat Noir las únicas personas con las que me relaciono son Ladybug y tú, y en mi día a día no podía comentárselo a nadie, no sería fácil de explicar que un chico común y corriente estuviese enamorado de la súper heroína de París - dijo él con una leve sonrisa pero con un toque de tristeza en su voz.

-Muchos chicos dicen estar enamorados de ella sin ninguna vergüenza, así como muchas chicas han dicho también que están locas por ti - terminó la frase con un canturreo juguetón intentando hacerlo reír.

 -Me gustaría imaginar los celos que esas chicas sentirían si supieran que paso las noches con esta bella señorita - levantó una ceja mientras miraba como ella sonreía ante su comentario -. Quizás tengas razón, pero no es eso a lo que me refiero. Toda esa gente nos ve como sus ídolos, sus amores platónicos, no como alguien a quien realmente puedan alcanzar - suspiró profundamente y una sonrisa se asomó en la comisura de sus labios antes de que volviera a hablar -. En cambio mis sentimientos por ella son reales, no podría explicárselo ni a mi mejor amigo. Excepto a ti, siempre has sido la única con quien he podido compartir esto. Gracias - dijo mientras sus preciosos ojos verdes se centraban por completo en ese rostro sonrojado.