Lealtad y amor.

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Capítulo 13: lealtad y amor.

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Las opciones eran pocas, pero por suerte, cuando vio a Sakura sin un solo signo de maltrato, su cerebro empezó a funcionar como debía, y consiguió volver a su habitual estado de fría y estratégica calma.

Ella estaba bien y era suficiente... por el momento.

Guardo todos sus instintos protectores de lobo para después, aunque esos le dijeran que despedazara ahora y preguntara más tarde.

Los hombres seguían discutiendo, planeando como matarlo -Imbéciles, estaban tan confiados en que nadie los seguiría, que no contaron con revelar toda esa información a medida que discutían como deshacerse de Sasuke-entendió repentinamente, cuando les prestaba más atención - creían, que al tenderle una trampa con su compañera como señuelo, él no sería más que un animal rabioso al que matar.

Y tal vez así habría sido.

Pero, lo que sea que alertó a Itachi, era actualmente una ventaja táctica.

El sujeto que hablaba con Madara se comportaba extrañamente, con la mente dispersa y enfermiza; un momento contenía completamente sus impulsos hablaba del "negocio", de cómo poner la trampa para darle muerte; y al siguiente explotaba de rabia por el olor del emparejamiento en Sakura, y sugería algo más sanguinario que antes, gruñía de cuando en cuando, retraía una y otra vez la garras. Hasta el aroma de los químicos brotando por sus poros era una mezcla desconocida de tranquilizantes, y estimulantes por igual.

Y eso no auguraba nada bueno.

Era difícil saber cómo resultarían sus acciones, o en qué manera lo que hiciera afectaría el comportamiento de ese extraño were.

También se percató de algo; él no había mencionado el destino de su hijo no nato, en ningún momento...

Lo que podría implicar muchas cosas; ya que un macho desertor, interesado en la compañera de otro, tendía a deshacerse de todo lo que unía a la mujer con su compañero, desde el mismo compañero, el aroma de él en el cuerpo de la fémina -con métodos que prefería no pensar para seguir cuerdo-, los objetos o alejarlas de un hogar, e incluso de los hijos. Era una práctica que ya no se permitía después de las leyes que su hermano había impuesto hace 150 años, pero que muchos renegados seguían utilizando.

Y él no permitiría tal atentado contra su familia. O contra el cuerpo su Sakura.

En ese instante entendía que este sujeto no había descubierto el aroma del embarazo de su pelirrosa. Probablemente porque el olor de Sasuke todavía era demasiado fuerte para que cualquiera lo notara.

Sin duda Madara lo sabía.

Cualquiera que fuese el caso aún no lo había percibido, su actitud desquiciada le confirmaba que si se enteraba, ahora mismo estaría buscando también una manera de matar al bebe, y su pequeña mestiza no estaría simplemente tumbada en el sofá fingiéndose desmayada.

Un escalofrió involuntario le sobrevino a su cuerpo al solo pensarlo, y con el mismo, la vulnerabilidad que conllevaba la posibilidad de perder a tu otra mitad. Y a su pequeño lobezno.

Madara tampoco estaba haciendo nada por enterarlo del estado de la pelirrosa, lo que también quería decir que tenía planes de utilizarla más adelante, probablemente pensaba deshacerse igualmente de ese were idiota que deseaba a su mujer.

Eso concordaba perfectamente con el carácter de su tío. Un plan alterno más, más intrigas, más traición.

Ellos estaban por salir cuando alguien entro abruptamente en la habitación.

Lobo (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora