Epilogo.
.
.
El sujeto que la miraba tenía la boca abierta como si fuera un pez fuera del agua, como si se estuviera asfixiando. Pero la expresión era poca para describir el asombro del hombre, que la miraba con una mezcla de pasmosa fascinación, y frustración que casi hacía reír a Sakura. Eso, por supuesto, no hacía menos indeseable al sujeto.
Sai.
A quien menos espero encontrarse, estando embarazada de seis meses, y al asistir a una cena de inversionistas para una de las empresas del clan Uchiha.
Si lo pensaba bien, él apenas era un mal recuerdo. Una sombra, ahora muy borrosa, de enamoramiento infantil e inseguro.
Cuando lo miro no sintió nada, ni siquiera repulsión, a excepción de una ligera sorpresa por encontrarlo en ese lugar, simplemente.
Se dio cuenta de que Sasuke había apagado todo rastro de decepción, su amor y su pasión le ayudaron infinitamente a abandonar los complejos, los miedos, inclusive el de encontrarse con ese sujeto.
Ese sujeto ahora era nada. Menos que nada.
Se supone que Sasuke la acompañaría desde el comienzo para dar apoyo a su hermano en las nuevas relaciones comerciales, pero se había presentado un imprevisto, un "pequeño problema con los asuntos de la familia". En su lugar vino con Itachi, que le dijo hace casi una hora que su compañero los alcanzaría pronto.
Al parecer no tan pronto.
-¿Dónde está Sasuke cuando se le necesita?- pensó ella, encantada de imaginarlo con cara de asesino a sueldo al mirar a su "ex". Contuvo una sonrisa de divertida por su viva imaginación.
Sin embargo, a pesar de estar un poco sola en aquel hermoso mueble color rojo vino, se sentía segura. Muchos otros de la manada estaban presentes a su alrededor y pasándola bien; Naruto y Hinata que finamente eran una pareja. Se hizo una fiesta de emparejamiento para ellos porque tenían más de diez años juntos, sufriendo por las amenazas de Hiashi; actualmente no se separaban, reían con bromas cómplices y se miraban con avidez. Innumerables veces desaparecían por horas, y a veces hasta días -recordó Sakura con jocosa alegría. Cuando volvían a aparecer los ojos de Naruto brillaban como dos diamantes recién pulidos y Hinata tenía un sonrojo permanente.
Estaba muy feliz por ellos.
Kiba, Kurenai y algunas muchachas. Otros tres jóvenes, a quienes les asignaron su cuidado (aunque pensaran que ella no sabía nada) y ellos como su familia la protegerían en cualquier situación, no estando su pareja.
Por suerte no había probabilidades de que quisiera acercarse a ella, y alguno de sus protectores centinelas matara, a un escuálido pelinegro.
Sin embargo no dejaba de mirarla, la recorría de arriba abajo con la mirada y eso le daba ganas de arrancarle los ojos.
-no importa realmente -se dijo -Sasuke con gusto lo haría - a él le gustaba mucho menos que a ella ese tipo de miradas a su persona, es decir, menos 50 porciento.
También se sentía bien con su apariencia, aun con su embarazo, el precioso vestido turquesa, resaltaba su mirada verde, y hacia ver su piel todavía más suave, su cabello rosa en una media trenza y el resto de su cabello ondulado.
-¿Sakura? -ella maldijo por lo bajo, instantáneamente sintió el cambio en el ambiente. Si Sai no se alejaba pronto, alguien le rompería un brazo por lo menos... Con el embarazo avanzado, todos estaban un poco sobreprotectores.
¿Debería tener compasión de Sai?
-No -se dijo - Un poco de dolor le haría escarmentar, y ella estaría muy, muy complacida -y con ese pensamiento reprimió una sonrisa de burla y premeditación. Si, se había vuelto un poco salvaje ¿alguien podía culparla? -Sai, cuanto tiempo sin vernos ¿Un año? -pregunto lo más natural que pudo, casi con total indiferencia, y claro, no se levantó para saludarlo. Era demasiado aburrido prestarle siquiera un poco de atención.
ESTÁS LEYENDO
Lobo (Terminada)
Werewolfla historia no es mía es una chica Golden Queen Galatea en Fanficion no voy a adaptarla solo quiero compartirla con ustedes. (Terminada) (Corrección de errores)