CIGARROS, PAZ Y DECEPCIONES

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Iba a mis entrenamientos como siempre, ya había discutido bastante en mi casa con mi mamá sobre que me tenía que esforzar más y más, como siempre... Para ella nunca iba a ser suficiente, aunque me nombraran Hokage mañana mismo. Tenía mi ropa usual y caminaba a un paso calmado, no tenía apuros en llegar, aparte, iba temprano pues Boruto siempre llegaba un poco tarde por esperar a Sarada... Inoji siempre llegaba a mitad de entrenamiento. Decidí ir por algo dulce para tener algo que merendar cuando termináramos así que me desvié un poco de mi camino.

En la tienda tome unas chuche y un refresco, me dirigí a pagar cuando de espalda noté una chica que se me hacía familiar, de algún lugar la conocía, pero no recordaba, necesitaba que se volteara algo que efectivamente hizo mientras pagaba lo que estaba comprando, discretamente noté que se metió una caja de cigarrillos en sus bolsillos, algo que él vendedor no notó y fruncí ligeramente los labios. Era la chica que compitió contra mí en los exámenes Chunin, Yodo.

—Que problemática. —Dije mientras esta alzaba una ceja hacia mí y al reconocerme marcó una sonrisa cómplice.

—Hola, niño sombra. —Me respondió tomando su bolsa y haciéndose a un lado para esperar que pagara.

—¿Qué haces por aquí y sola? —Le di el dinero al señor de la tienda para salir junto a ella.

—Pues, no estoy sola... Vine con Shinki y su papá, que tenía unos asuntos con el Hokage.

—Uh, ya veo. —Dije mientras caminaba hacia el mismo sitio que ella, aunque mi camino era por el otro.

—¿Y tú? —La rubia me preguntó abriendo la caja de cigarros.

—Iba a entrenar. —Observé lo que hacía. —Creo que eres muy joven para andar fumando, y también para robarlos.

—No importa, igual no me los iba a vender... —Encogió sus hombros con mucha indiferencia.

—Buen punto.

—¿Y qué harás ahora? —Preguntó mientras veía como sacaba uno poniéndoselo en la boca.

—Debería irme. —Comente metiendo las chuches y el refresco en mi bolso.

—No vayas, acompáñame al bosque. —Miro mis ojos mientras encendía el cigarrillo en su boca.

Me quede pensando un momento, no estaba muy seguro pero un día haciendo algo diferente no estaría nada mal.

—¿Me vas a secuestrar? —Solté una pequeña risa.

—Claro. —Dijo dándole una calada a su cigarro.

—Bueno, entonces vamos.

La rubia seguía un camino hacía el bosque, iba con ella y mientras fumaba no sabía que decir, había un silencio, pero no era incómodo. El olor al humo que llegaba a mi tenía una mezcla del olor de su labial, algo como bubblegum, extrañamente era muy agradable por el contrario a cuando mi papá lo hacia que era solo el olor a nicotina.

Caminamos por el bosque durante un rato hasta llegar al lago, la rubia caminaba hasta el pequeño muelle que había. Apagó su cigarro para dejar la colilla a un lado de ella.

—Vente, piñitas. —Se volteó sonriéndome.

—¿Qué haremos aquí? —Pregunté mientras seguía sus instrucciones.

—Disfrutar de la vista, las cosas. —Yodo parecía muy tranquila.

—Uhm, me parece bien. —Mamá pensaría que era una perdedera de tiempo, pero para nada lo veía de esa manera, así conocía a una amiga nueva.

—¿te gusta la música? —Pregunto mientras volteaba a mirarme.

—Si, a todos nos gusta. —Dije en tono obvio.

—Yo conozco mucha gente que no le gusta ¿has entrenado con ella?

—¿con música?

—Si

—No... —Sus ojos azules se volvieron más grandes.

—Te has perdido de mucho. —Comento mientras sacaba su reproductor y sus audífonos. Observaba lo que hacía y me pasó uno de sus audífonos. —Escucha música verdadera. —La volví a mirar unos momentos, juro que me cada vez que me miraba así podía hacer lo que ella quisiera.

—Bueno, si tu lo dices.

Me puse el audífono y sin esperar mucho empezó un sonido muy pesado, tanto que ni entendía que decía, intentaba descifrar, pero era difícil... Me rendí y solo me quedé disfrutado de la música, observaba todo a mi alrededor, era realmente bonito, el cielo estaba despejado, todo tan tranquilo. Así me quede con Yodo escuchado toda su lista de canciones...

Duramos así mucho rato, hablamos de sus bandas favoritas y porqué le gustaban, también de la linda vegetación que había en Konoha ya que en su hogar no tenían nada de eso.

—Tengo hambre. —Shikadai comento quitándose uno de los auriculares, ya era un poco mas tarde de medio día, el tiempo había pasado increíblemente rápido.

—Vamos a comer. —La chica guardo el reproductor con los audífonos mientras se incorporaba.

—¿Vas a robar otra vez? —Dije un poco en broma, también poniéndome de pie.

—Si, puede ser. —Siguió el juego y caminamos de nuevo hacia el bosque para llegar a la aldea.

En el camino seguíamos hablando de cualquier cosa, teníamos variados temas de conversación. En un momento se quedo parada, me voltee algo curioso.

—Viene Shinki... —Yodo dijo bajito, casi inaudible.

—Oh, así también puedo saludarlo. —Una sonrisa se hizo en mis labios.

—No, vete. —La rubia me dio una mala mirada, arrugue un poco mi frente, tampoco entendía.

—¿Por qué, Yodo? —Bufé.

—Después te explico. —Puse mis ojos en blanco y seguí mi camino a la aldea, la rubia se quedó parada sola. Fue un momento muy incomodo y mas por la fluidez con la que estábamos hablando, me hizo sentir mal.

Iba pateando piedras con algo de molestia, empecé a creer que sí fue un día perdido y que no valía nada la pena.

Enredos en Konoha. (Shikadai x Yodo x Shinki) //nsfw//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora