Un nuevo día se hizo presente, abrió sus ojos estaba cansado y triste, suspiro mientras se sentaba en la cama.
— Vamos Eijirou un hombre no llora como tú lo estás haciendo — se decía dándose ánimos.
Se puso de pie y camino al baño, entro se dio una ducha, salió ya vestido, se peinó, tomo su maletín y salió de la habitación, en cuanto puso un pie fuera del cuarto un rico aroma llego inundando su olfato. Camino siguiendo el olor llegando a la cocina, sonríe con la imagen frente a él, Katsuki cantaba mientras se movía al ritmo de la música, cocinaba sin perder su concentración, "Ese chico está loco" pensó Kiri. Coloco su maletín sobre la mesa ocasionando un ruido que alerto al rubio quien dejo de hacer lo que hacía, se volteó con un lindo sonrojo sobre sus mejillas.
— Bueno día — dijo Kiri sonriendo.
— Buenas — dijo un sonrojado Bakugou — ya casi está el desayuno toma asiento — señalo donde debía sentarse.
— Gracias — tomo un poco de jugo que ya había en la mesa.
El rubio continuo cocinando sin bailar o cantar eso decepciono un poco al pelinegro, pero no le dio importancia. Cuando la comida estuvo lista Katsuki sirvió dos porciones una para cada uno. Ambos empezaron a comer sin hablar o decir algo ocasionando así un incómodo silencio. El rubio fue el primero en terminar se levantó llevando su plato y vaso al fregadero, lo dejo allí luego los lavaría. Tomo su bolso y busco algo dentro, cuando lo encontró lo extendió a Kirishima quien confundido lo tomo.
— Es una llave para que entres al departamento — dijo aclarando cualquier duda.
— No estás obligado a dármela — dijo sorprendido Eiji.
— No hay problema, yo debo irme a la universidad, además llegare tarde debo trabajar — soltó fastidiado — bueno me voy o se hace tarde — dijo acomodando su bolso sobre su hombro.
— Cuídate — dijo Eiji aún con la llave en su mano.
El rubio sonrió y se acercó depositando un beso en la mejilla dejándolo sonrojado.
— Este chico — suspiro Eijirou sonriendo.
Continuo comiendo, cuando termino levanto su plato y vaso llevándolos al fregadero los lavo al igual que lo demás dejado por el rubio. Cuando termino tomo la llave, el maletín y salió de casa. Cuando llego a su trabajo su jefe lo regaño por haber faltado, después del sermón camino a su oficina viendo la cantidad de papeles que debía revisar, toda la mañana estuvo firmado y llenando papeles.
A la hora del descanso que consistía en dos horas, camino buscando un estacionamiento en particular al encontrarlo entro escucha la clásica campanita que avisa cuando un cliente llega. Una de las empleadas se le acerco ofreciéndole varios servicios pero él ya sabía que quería.
— Tíñeme el cabello de rojo — dijo serio y seguro.
— Esta bien — contesto la chica.
Si quería superar lo que paso dejando atrás todo su sufrimiento y avanzar debía cambiar también él. Y qué mejor que hacerlo con un cambio de imagen.
Cuando la joven termino Eijirou quedo fascinado con el resultado agradeció, pagó y salió del lugar para ir al trabajo al llegar recibió miradas asombradas pues se veía muy bien.
Camino de forma rápida a su oficina para terminar el poco trabajo que ya quedaba. Al salir del trabajo se fue directo al departamento encontrándolo sólo muy silencioso, encendió las luces y entro. Fue a su habitación poniéndose ropa cómoda, al estar listo camino al sofá prendiendo el televisor para buscar que ver.
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La Infidelidad lleva a la Felicidad
Fanfic- Yo te entregue todo de mí, y así es como me tratas... - decía sollozando llevando una de sus manos a la cabeza - ¡LARGATE NO QUIERO VERTE NUNCA MÁS! - grito mientras se dejaba caer al piso recargándose en la pared. - No... No Eiji... - trataba de...