La Infidelidad lleva a la Felicidad

Una cita no tan desastrosa

Ese día Eijirou se levantó, se alisto y fue a trabajar, cuando estaba ya en su oficina llenando una pila de papeles con su firma recibió una visita un poco inesperada. Cuando vio a la persona frente a él quedo sorprendido no se lo esperaba.

— ¿Qué quieres? — pregunto sin salir de su asombro.

— Que me des mis cosas que quedaron en la casa — se cruzó de brazos y se sentó.

— La casa ya la vendí — dijo sorprendiendo a la chica.

— Como te atreves en ella tenía mis cosas — dijo enojada golpeando la mesa.

— Nada de lo que había en ella era tuyo — dijo molesto — vete de aquí — la miro viendo como esta sonreía.

— Esto no se quedara así — dijo la chica y se fue.

— ¡Aaah! — suspiro Eiji al ver a Mina retirándose.

Volvió con su trabajo hasta dar la hora de salida.

— Agradezco que mañana sea viernes — suspiro cansado.

Abordó su auto y se fue al complejo de departamentos, al llegar se topa con una mujer rubia saliendo apurada claramente molesta, no le toma importancia y entro. Subió hasta su piso y camino tranquilo. Cuando llego a su hogar dejo su maletín sobre la mesita aun lado de la puerta, se quitó los zapatos y entro mientras se estiraba, suspiro cansado, se sentó sobre el sillón, encendió la TV y se puso a ver alguna serie.

Las horas pasaron y tocaron a su puerta se levantó, viendo por la mirilla que se trataba del rubio quien llevaba algo en sus manos. Abrió la puerta y lo dejo entrar, caminaron a la cocina donde Bakugou dejo la bolsa que llevaba.

— No has comino nada, ¿Cierto? — suspiro sabiendo que así era.

— ¿Qué tienes allí? — quiso ver pero no lo dejaban.

— Es un poco de arroz — sonrió — viene con un poco de teriyaki y curry, espero te guste — empezó a sacar las cosas de la bolsa y ponerla en la mesa.

— Esta caliente — dijo el pelirrojo quemándose un dedo.

— Claro que si idiota lo acabo de preparar — soltó una risita al ver como Eijirou se chupaba el dedo, "maldito dedo suertudo" pensó el rubio.

— Comemos, tengo mucha hambre — trajo platos y vasos, sacando jugo del refrigerador.

Sirvieron la comida tranquilamente poniéndose al tanto de todo lo que paso en el día, Kirishima le contó lo que sucedió con Mina dejando sorprendido al rubio.

— Esa chica está un poco loca — se rio de Eiji.

— Me estoy dando cuenta — soltó un poco triste.

Ambos se sentaron en la mesa y empezaron a comer, Katsuki le contó cómo iba en la escuela, que hacían los idiotas, entre muchas cosas.

— Sabes cuando llegue me topé con una mujer un poco extraña — dijo recordando el pelirrojo.

— ¿Una mujer? — pregunto nervioso.

— Si, no la mire muy bien pero... ella se parecía a ti... — dijo pensativo viendo al rubio tensarse.

— Tal vez te confundiste — dijo nervioso.

— Mmm, tal vez, pero bueno... — lo dejo así viendo al rubio suspirar al no tener que contestar más preguntas — cuando estés listo puedes decirme — vio al rubio desviar la mirada — confía en mi — sonrió.