Efímero.

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Narra Elena.

— ¿Ya hablaste con Obito? — le pregunté, estaba nerviosa.

— No me contesta, pero ayer en la noche hablé con él. Él estará ahí, preciosa, relájate.

— Más le vale que llegué. — le acomodé la corbata.

— Llegará. — me besó la frente.

— No puedo creer que seré yo la que de la rueda de prensa, la verdad muero de nervios. Obito siempre las da y ahora qué la daré yo, no sé que decir.

— Relájate y deja descansar esa cabecita tuya, has trabajado toda la semana. Todo estará bien. — sus ojos me daban la seguridad que necesitaba.

— ¿Qué hora es? — pregunté, no quería llegar tarde.

— Son casi las cinco.— me mostró su reloj.

— La rueda de prensa es a las seis en Uchiha Industries, es mejor que nos vayamos.

— Y si llegamos tarde, no creo que esperé hasta la noche para quitarte ese vestido. — me tomó de la cintura y buscó el cierre del vestido.

— Debíamos estar ahí desde las tres, en la comida... Y no llegamos — lo besé. Este hombre era una máquina de sexo andante.

— Yo ya comí pero quiero adelantar la cena y si se puede el postre. — mordió mi oreja.

Sabía cuales eran mis puntos débiles, en cualquier momento cedería y estaría con él en la cama.

— Mataré al idiota de afuera. — dijo molesto, estaba tan pérdida en sus besos y en sus caricias que no oí qué tocaban la puerta.

— Veré quién es... — me giré y caminé hasta la puerta.

— Elena sensei, sé que me he quedado con usted esta semana y no sé cómo compensar lo qué usted hace... — Sus lágrimas ya estaban cayendo.

— Oye, no agradezcas... Se que te fuiste de pijama con tu amiga, pero pensé que regresarías mañana. — le di paso para que entrará y se sentará.

— Sakura. — dijo Kakashi al verla. Ya llevaba su máscara, pobre Sakura toda la semana trato de verle el rostro, nunca pudo.

— Hola, sensei. ¿Ya se van? — preguntó.

— No, todavía nos quedaríamos un rato más. — respondió Kakashi.

— Perfecto. — gritó y dió un brincó. — Por favor no se vaya, las chicas ya casi llegan y sé que hoy es un día especial para usted y quiero hace algo por usted.

— No es necesario. — No quería tener aquí en mi departamento a un grupo de chicas adolescentes.

Llamaron a la puerta. — Yo iré. — Kakashi fue a abrir la puerta.

— ¿Sensei? ¿Vive con Elena san? ¿Son novios? — preguntó una.

— Ya lo sabía, éstos dos se traían algo desde inicio de curso. — gritó una rubia, que alcance a ver.

— Hola. — ví a Hinata.

— Pasen... — les dije, y en menos de cinco minutos ya estaba con cuatro chicas en mí cuarto, ésto sí que era extraño.

— Elena san, ¿Irá a un velorio o a una presentación? Desvistase y ahorita le damos un vestido mejor. — me dijo Ino, yo estaba en shock.

— ¡Puerca! — gritó Sakura. — Más respeto, es nuestro sensei y no ha terminado el curso.

— Es la verdad, con esa ropa parece un velorio a dónde irá.

— Ok, Ok... Déjeme ver los vestidos. — me senté en la cama resignada a qué un grupo de chicas me ayudara con mis cosas.

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora