Epílogo

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2:07 am, no podía dormir. Se sentó en la cama, prendió la lámpara y salió al baño.

— Creó qué me tomaré dos semanas de vacaciones... Las necesito — se dijo, mirándose al espejo. Su rostro pálido y las ojeras eran lo qué más se veía. La semana había sido pesada, apenas si comió en la semana, pero ese día, ese miércoles, estaba peor qué otros días. Había ido a una junta importante a las nueve, a las tres debía hacer una programación para ir a Inglaterra por asuntos de trabajo, y a las siete cena con Kakashi y Sakura. — Creó qué algo no me hizo bien — se toco la cabeza, todo le daba vueltas. Salía del baño cuándo sintió que algo no estaba bien, miró al piso y entró en pánico — ¡Kakashi! ¡Kakashi ! — gritó con todo lo que pudo.

Se escuchó correr a Kakashi hasta donde estaba ella. Abrió la puerta del baño — ¿Qué tienes?

— Yo... No... — un dolor en la espalda y en la cintura no la dejó terminar la oración. Se sostuvo de Kakashi, mientras soportaba el dolor.

— ¿Qué pasa? — habló Sakura detrás de Kakashi.

— Elena está sangrando y se queja de dolor. — mientras Kakashi trataba de sostener a Elena.

— ¿Está embarazada? — preguntó y empezó a darle primeros auxilios.

— No... Pero duele como un demonio... Son cada vez más fuertes — habló, el sudor en su frente era evidente.

— Lleve a Elena a la cama, está en labor de parto, sí es qué tengo razón.

— ¿Elena embarazada? ¿Estás segura?

— Kakashi-sensei haga lo qué le digo. Y no haga preguntas. — Kakashi llevó a Elena a su cama, prendió todas las luces, la sangre manchaba las cobijas, quitó sus pantalones y la recostó en la cama.

Sakura entraba con toallas, agua caliente, instrumentos de cirugía y una botella de tequila. Acomodó todo y dió un rápido chequeo a Elena. — Si, estás en labor de parto. No hay tiempo de ir al hospital, será parto natural.

Kakashi seguía inmóvil.

— Duele mucho — se quejó Elena.

— Respira... Kakashi-sensei, debe ayudarme — sacudió a Kakashi y le extendió la botella de tequila. — Dale un trago a la botella y ayudé.

Elena se seguía quejando. — Sakura... Ayuda, ¡Ahora!

— Bien... Debemos saber cada cuánto son las contracciones y ... No ya es muy tarde, tiene de dilatación 11 centímetros... Kakashi-sensei, la toalla, se ve muy poco la cabeza del bebé...

Kakashi bebió la mitad de la botella — ¿En qué ayudo?

— Elena, puje... Puje.

— Ésto duele... ¿Cómo se supone que puje? ... Maldita sea, el dolor es insoportable. — Apretó las sábanas y el sudor en su frente era evidente.

— Elena, preciosa... Cuándo sientas el dolor puja. — Kakashi se acomodo a su lado y sostuvo su mano.

— Respiré... Uno... Dos... Tres...

— Duele....

— Elena, ahora puja. — le dijo Kakashi.

— Ahhhhhhhhh — gritó y apretó la mano de Kakashi.

— Bien... así, ya se ve mejor la cabeza. En la siguiente contracción puje más fuerte y la cabeza saldrá.

— Suspira, Elena. Vas bien — Susurró Kakashi.

— ¿Voy bien? Estoy haciendo todo el trabajo.... Ahhhhhhhhh. — cerró los ojos y trató de pujar.

— Elena-san, puje.... Si, otra vez... Ya casi... Sí, ya casi sale... Otra vez, una última vez.

CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora