Cambios

¿Iguales?

Narra Elena.

Hace frío... - ví que las cobijas estaban a media cama y otra tiradas.

Me levanté y ví su celular en la mesita de noche, lo tomé para ver la hora, 4:27 am; dejé el celular.

La habitación estaba fría.

Ví la ventana, las cortinas se movían, caminé para cerrar la venta, me dí cuenta que llovía.

Te vas a resfriar... - me susurró.

Caminé a la cama, y acomodé las cobijas.

¿Por qué estás despierta? - me preguntó, se estaba sentándose.

Tenía frío...

Ven. - Me extendió la mano.

Me acomodé a su lado - estás helada - me dijo al oído.

Siempre soy fríolenta... Duérmete - me acomodé dándole la espalda.

Él se estaba metiendo en mi vida más de lo que quería, creó qué compartir tantas mañana con café y noches donde el trabajo de ambos era asfixiante , era señal de que me empezaba a encariñar con él.

Me asusté cuando me volvió a abrazar.

Me vas a matar de un susto, enserio. - le dije, sentía su respiración en mi cabeza.

Vamos a dormir. - me acomodé con él y no tardé mucho en dormir. Todo era paz...

Sonaba un celular - Es domingo...

Me enrolle en las cobijas, dejo de sonar - Cinco minutos más...

Qué sean diez... - hasta que habló recordé dónde estaba, me tenían abrazada a él.

¿Qué hora es? - pregunté acomodandome con él.

Las ... No lo sé... Pero sigue lloviendo y hace frío... - me contestó adormilado.

Bueno, déjame dormir otro rato...

Claro, opino lo mismo - nos acomodamos y el sueño empezaba a caer en nosotros.

No duramos mucho tiempo, alguien estaba qué tiraba la puerta principal.

¿Si no abrimos crees que se vayan? - le pregunté medio dormida.

Esperó que sí... No quiero abrir... - me desperté más a fuerza, ví que tampoco tenía ganas de ir a abrir

Seguían insistiendo, más a fuerza nos levantamos, ví la hora 11:38 am.

Oye... toma - le aventé una cobija, me miró estrañado - Hace frío y sólo traes unos pantalones... Cubrete, el que tenga un resfriado serás tú.

Y tú ponte unos pantalones... - me señaló - en mi ropero hay una especie de pijama puedes usarla.

Me dirigí a su armario, era cierto tenía una pijama azul... Me puse los pantalones y me dirigí a la cocina tenía hambre.

Empecé a cocinar.

¡Elena! - me gritó Obito. Me giré para verlo Kakashi estaba detrás de él. Con una cara de pocos amigos.

Ehhh hola...

Le estás preparando el desayuno a éste... - lo mire con desgana y seguí cocinado.

Obito estamos bien... Gracias por preguntar y ahora ya vete - Kakashi estaba corriendo a Obito.

¿Durmieron juntos? - preguntó curioso al verme y al verlo a él.

Si, ¿Algún problema? - conteste. Su cara era para un meme. En parte era cierto, dormí con él si pero solo dormir no más allá de.

Son tal para cual... Sucios pervertidos... Me voy de aquí antes que los vea teniendo sexo en la cocina.

(¿Quién dijo sexo? Y se supone que yo soy la enferma...) - me quedé viendo como Obito se iba.

¿En qué te ayudo? - Preguntó moviendo una mano en frente de mi cara...

Eh... ¿Gustas fruta? - sonreí, amaba verlo así, sin preocupaciones, sin miedos.

Claro... Picare la fruta. - seguí con el desayuno.

Desayunamos juntos, no quería preguntar sobre su estado de ayer y bueno no quería que me preguntará de mi pasado.

Elena... ¿Por qué llorabas? - la pregunta que no quería oír la había dicho.

Suspiré - Mi... Mamá y papá murieron hace más de diez años. ¿Por qué tú...? - no podía preguntar, no era justo.

Mis padres murieron en un accidente, iban a ver a su hijo genio, a una presentación en la preparatoria... Mi papá estaba ebrio y conducía a exceso de velocidad... Un camión salió del carril y provocó un accidente... Nunca llegaron a la presentación donde su hijo sería galardonado con el mejor promedio y una beca para la universidad... El martes es el décimo tercer aniversario de su muerte. - Cada palabra era fría sin sentimiento.

Kakashi... - no tenía palabras.

Me alegro que murieran, mi vida era una tortura... Ser niño genio, es un martirio, más si tus padres te exigen ser mejor qué los demás, si ellos te obligan a estudiar, no tuve una grata infancia... Pilas de libros, horas de estudio, no miento cuando te digo que no se jugar Mario Bros.

Bueno, podemos arreglar eso de Mario Bros... - la tristeza en sus ojos era infinita, quería estar en su infierno, quería compartir mi infierno con el suyo. - Ya qué es la hora de ser sinceros... - me miró con asombro - mi papá era ex militar, por eso se defensa personal, un día él llegó y le disparó a mi mamá, yo estaba en mí cuarto, escuché los gritos de mi mamá... Bajé corriendo las escaleras, y ví a mi mamá tirada en el piso, 11 disparos, cabeza y pecho... Mi papá al ver lo que hizo, se suicidó enfrente de su hija. Se voló los sesos...

Trago grueso - vivimos cosas similares...

Todavía no termino... Mi mamá tomaba pastillas antidepresivas y para otros transtornos mentales... La verdad ella los padecía después de que "accidentalmente" se cayeran de las escaleras... No sé si éste bien, pero me da gusto que no siguiera sufriendo... Pasó el tiempo y nos dieron el informe de la necropsia, mi papá había bebido y consumido drogas... Por eso no bebo alcohol. No quiero ser cómo él.

Me abrazó - No volveré a beber, te lo prometo... No quiero que sufras. Te ayudaré a salir adelante, quedate a mi lado... El mundo no es tan malo si nos temos los dos.