Rosa

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- Narración Normal -

No habían dormido bien, al parecer había sido una de las noches más largas de todas para los dos.

— Buenos días... — beso su frente.

— Buenos días.... ¿Cómo dormiste?

— Pues dormí... — se cómodo con él, su celular empezó a sonar.

— ¿Quieres que te lo pasé?

— Por favor... — estiró su brazo y tomó el celular del buró.

— ¿Señorita De la Torre? — preguntó aquel señor del otro lado de la línea.

— Habla ella... — se sentó, y tomó la llamada.

— Necesitamos su presencia en Uchiha Industries, a las dos de la tarde. Sea puntual por favor, se leerá el testamento del de cuius (finado, muerto) Uchiha Obito.

— Creó qué se equivocó... Obito no me dejó nada. — acomodó su cabello detrás de la oreja, tocó su frente, la cabeza le empezaba a doler.

— Por favor asista, ya se notificó a los demás supuestos herederos sobre la apertura del testamento.

— Estaré ahí...

— Buenos días, la veo en la tarde. Me despido de usted, el abogado personal de Obito, Aki Hayashi.

— Adiós. — se giró para ver a Kakashi, estába con los ojos cerrados, su respiración era tranquila. — se acostó a su lado.

— ¿Todo bien preciosa? Pareces preocupada — la atraje más hacia él.

— No, al parecer Obito dejo testamento y debo ir a la lectura de esté. No sé para qué me quieren.

— ¿Es necesario que vayas? Quiero pasar la tarde contigo, acostados.

— Sí, debo ir. — la tomó de la cintura.

— Sabes ... Hoy no te hecho el amor, y tengo ganas de que grites mi nombre.

— Kakashi, son las diez... El abogado me dijo que tengo que estar a las dos de la tarde y debo ser puntual.

— Estaremos ahí puntuales, pero primero quiero el desayuno. — La empezó a besar, sus manos empezaron a recoger su cuerpo. Y cuando menos lo espero, él ya estaba arriba de ella. Sacó la camisa qué ella uso para dormir. — Pensé que usabas algo abajo de la camisa qué te presté — Tomó uno de sus pechos y empezó a masajear.

— N... O... Ka ... Ka ... Shi..

— ¿Qué quieres preciosa?

— A... Ti...

— Todavía no ... — la siguió besando hasta bajar a su vientre, retiró la ropa interior y metió sus dedos en ella.

— Por ... Favor... — Susurró.

— Todavía no preciosa. — Bajo su cabeza y empezó a lamer su clítoris mientras sus dedos entraban y salían de ella.

— Te ... Quiero... Dentro... Kakashi

Salió de ella, se retiró sus, pantalones y de una embestida entró en ella — Estás muy mojada. Elena, dí mi nombre.

— Kakashi. — susurró.

Él la tomó de la cintura, acomodó sus piernas para que pudiera entrar mejor. — Elena... — un gemido salió de él. La empezó a besar.

— Kakashi... — susurró ella contra sus labios. Estaba a punto de llegar al clímax.

— Elena. — la siguió besando, y llegó con ella al orgasmo.

Se tumbó a su lado, seguía con la respiración agitada.

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