Cambios

Ella...

Un beso cálido, un beso poco esperado por ella, un beso dónde ninguno de los dos saldría bien de ese infierno.

"No juegues con fuego qué saldrás lastimado" - se repetían los dos en su mente, pero poco importaba si ellos ya estaban acostumbrados a arder en el infierno de su pasado, ¿Qué tan mal podría ser arder en un futuro?

"Vale la pena seguir sí él está conmigo" - pensó ella dejándose guíar por el corazón.

" Arderemos en el infierno de su desprecio si se entera de la verdad... " - una voz en su cabeza le decía que estaba mal - "No me importa si ahora está conmigo" - respondió para sí, su mente trataba de controlar sus acciones, dandole señales que estaba mal, aún así decidió no escuchar esa voz que le decía eso. Decidió seguir con el juego.

Dejó de besarla y pego su frente con la de ella, ninguno de los dos quería abrir los ojos.

La lluvia había cesado, el cielo empezaba a despejarse. (Así está el clima en la ciudad de México, en las mañanas llueve y en las tardes hace un calor...)

Querían mantener la magia del momento.

La volvió a besar, está vez más demandante, sí, con decisión, con autoridad, dejó de ser un beso tierno.

La tomó de la cintura, sus manos subían la camisa qué llevaba puesta.

Auch... - paro de besarlo.

¿Te duele? - preguntó preocupado, viéndola de frente.

Un poco creo que tengo un par de costillas rotas... - soltó una risilla.

¿Quieres ir al hospital? - estaba preocupado. Sus ojos lo delataban.

Creo que estaré bien. - sonrió despreocupada.

Sono el teléfono de la casa.

Iré a ver quién llama, pero piensa bien si no quieres ir al hospital. - se levantó y fue a tomar la llama.

¿Quién habla? - preguntó.

Kakashi, me alegro que estés bien. Vengan al hospital, quiero revisarlos - respondió una mujer.

¿Rin? - preguntó

¿Quién más? Claro qué soy yo... Los espero en treinta minutos, o iré por ustedes dos ... - sonaba molesta.

Está bien... Adiós - colgó el teléfono y regresó a la habitación, ella estaba sentada, se revisaba cuidadosamente los moretones.

Debemos ir al hospital... - soltó, se acomodó a su lado. - Rin nos quiere revisar...

Está bien... - él estaba en su regazo, ella le acariciaba el cabello.

Vamos o no te dejaré salir de aquí. - le quitó su mano y volvió a besarla.

Vamos - Susurró agitada.

Salieron de la habitación, en silencio tomados de la mano.

¿Pedimos un Uber? - preguntó al recordar que el carro había quedado hecho un desastre.

No, iremos... Te gustará - Veía la cara de confusión de la chica, y cada vez más amaba cada gesto distinto de su cara.

Caminaron despacio, intentando no llegar a su destino. La soltó y abrió una puerta que daba acceso al garage.

Había un carro cubierto por una manta, tomó un extremo y la retiró de un tirón, dejando ver el carro deportivo.

Es un Mustang '64 ... Yo tengo un Jaguar y un Camaro, sólo el Camaro es el restaurado, el otro sigue en reparaciones, las piezas son difíciles de conseguir. - Camino a ver el carro, siempre quiso uno de esos.