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Obito llegó por mí a la preparatoria, y fuimos al laboratorio, todavía estaban revisando unas cosas del motor, nos avisaron que estaría listo para el lunes.

Nos fuimos a la "fiesta", un bar de buen ambiente.

Estamos todos, los nuevos: Diana (la de diseño), Humberto (el arquitecto), Alexis (ingeniero en sistemas) y yo...

Yo pasó con la bebida, pero todos bebieron, nunca de los nunca, combinen tequila y sake.

Me llevé en modo bulto a mis compañeros...

Los dejé en su departamento y me fui al mío. Eran casi las 3:00 am.

Me tumbé en el sillón y dormí sólo unas 4hrs, Obito estaba que tiraba la puerta del departamento.

Hasta que abres, niña. - entró sin pedir permiso.

¿Qué quieres?

Pues ... Anoche te dije qué no te quedarás para vestir santos, y bueno... Te conseguí una cita. - se rió nervioso.

Obito, déjate de decir pendeja y media... Quiero dormir, fuí chófer para todos. - me senté en mi sillón, ya empezaba a caer dormida.

No me culpes a mí, la idea fue de Rin, yo qué. Te arreglas y vas con él. - me volvió a despertar.

No, tengo sueño y no iré.

Elena, la cita es a las 7:00 pm, Rin vendrá por tí a las 6:00 pm. Duerme todo el día si quieres, pero de qué te vas a la cita, te vas. Es una orden. - me dejó ahí tirada en el sillón.

Ya no pude dormir, así qué decidí salir a correr, sí yo, a correr.

Estaba en un parque, a tres o cuatro cuadras del edificio, a penas sí di dos vueltas al parque.

Me senté en una banca a descansar.

Ví qué pasaban muchos con sus perros corriendo, creó qué el perro tiene más energía que yo.

Ví la hora, casi las nueve de la mañana, me levanté y caminé hacia los departamentos.

Cuidado - grité. Desde una esquina.

El chófer se detuvo, aunque me recordó a mis abuelos.

Tomé al perrito, era un Pug. Lo revise, estaba bien; cheque su collar, tenía el nombre del dueño y la dirección.

Se veía todo espantando, decidí llevarlo a mi casa, darle de comer y bañarlo. Toda la mañana estuve con el perro, hasta se me olvidó desayunar.

Eran las doce cuando desayuné, ví al perro y una escapatoria de mi "cita".

Bien, Pakkun. Te llevaré con tú dueño, Hatake Kakashi... No tengo la menor idea de dónde queda la dirección pero nada que San Google pueda arreglar. - Le hablé al perro como sí me entendiera.

Puse la dirección en Google Maps - está a unos 40 minutos de aquí.

Tomé al perro y mi bolsa, salí del departamento. Pasé a una veterinaria por una correa y empecé a caminar con él.

Llegué a la casa, mejor dicho resistencia. Era muy grande, pensé que está cosa me había engañado, pero pregunté en un mini super por la calle y me dijeron que era ésa.

Toqué el timbre esperando que alguien abrieran, y nada... Me quedé como mensa ahí parada treinta minutos.

Pakkun, creó qué tu dueño no está... Tendré que quedarme contigo hoy. - Y le seguí hablado al perro como sí me entendiera.

Ví qué tenían un buzón, saqué una libreta y una pluma de mi bolso, escribí la dirección de mi departamento y mi número celular, arranqué la hoja y la puse ahí.

Me dí la vuelta y volví con Pakkun, pasé de nueva cuenta a la veterinaria y compré comida para perro, subí al departamento y me preparé de comer.

Eran las cinco de la tarde, cómo pasa el tiempo cuando juegas con el perro.

Tomé mi celular y le marqué a Rin.

Rin, hola... Oye no podré ir a la cita, no es qué no quiera pero tengo que cuidar a un perro extraviado...

Me gritó desde el otro lado del teléfono. - Está bien Elena, pero la próxima semana si vas a esa cita.

Gracias - colgué.

**************

¿Quién llama a las... 12:30 AM? - ya estaba dormida, chequé mi celular... 5 llamadas perdidas.

Remarque él número para reclamarle al tipo qué me llamó.

Oye amigo, son las 12 de la noche no puedes llamar como la gente normal... - dije.

Perdón... Pero tú eres la que dejó su número en mi buzón, y quería saber si tienes a Pakkun. - dijo en un tono de preocupación.

¿Pakkun? ... Pakkun, tú Pug, al qué casi matan en la mañana. Sí tengo a tú perro... - me dirigí a la sala.

Gracias, puedo ir mañana a tu departamento, pasaré por el a las 12:00. - me dijo.

Claro, aquí estaré. Buenas noches. - colgué y me dejé caer en el sillón, sentí que algo se acomodó a mi lado, era Pakkun. Nos dormimos juntos en el sillón.

Eran las ocho de la mañana cuando, alguien estaba tirando la puerta.

Abrí y ví a Alexis con el desayuno, ni un hola me dijo, entró cómo Juan por su casa.

Pakkun empezó a ladrar.

Elena, ¿Tienes perro? - me preguntó.

No, es de ... A ti no te importa, Pakkun ven - me llevé al perro a mi cuarto.

Oye, sé que no te avisé por venir pero, gracias.

Alce una ceja, él diciendo "gracias".

Sí, por lo del viernes y llevarme a mi casa. - sonrió - te traje comida. ¿Y te gustaría ir a comer?

Gracias, pero hoy no puedo, tal vez mañana. Después de mis clases en la preparatoria. - tomé los víveres y los puse en la cocina.

Está bien, Elena. Mañana a las 6:00 pm

Sí - grité.

Elena ya me voy, sólo venia a dejarte eso e invitarte a comer. - salí de la cocina, lo acompañe a la puerta y se fue.

Fuí por Pakkun y lo saqué, le dí de comer para después ir a prepárame el desayuno. Termine de comer y ví la hora, tenía tiempo de darme una ducha y esperar a qué llegara el tal Kakashi.

Eran cerca de las doce cuando salí de la ducha, terminé de vestirme y me senté a leer con toda la calma del mundo.

» Estaba a punto de ir por ella, se veía radiante. Y pensar que empecé ésto como un juego, yo un mujeriego, que sólo salía con ellas una noche, tal vez dos. Y después desaparecía de su vida, mi intención no era enamorar a nadie, mi primer amor me enseñó qué solo se puede disfrutar del sexo casual, nunca metas al corazón o saldrás dañado.

Ella sin pensarlo, me enamoro, después de una noche en sus brazos y sus caricias, me enamoro. Estaba a punto de irse cuando corrí por ella, me confesé, le confesé el amor que tenía y está vez, ella me dió un tierno beso para después irse.

Lo sabía una vez mas, el amor se va de mis manos.

Una vez mas, tengo presente las palabras de mi primer amor: Debés aprender que hay tres tipos de relaciones: con las que quieres sólo sexo; con la que quieres una relación pero no te quieres casar y por último con la qué quieres compartir el resto de tu vida... Y yo, sólo quiero sexo.

Terminé de leer el capítulo, de verdad que el autor de esta trilogía hace qué no crea en el amor.

Ví la hora y eran cerca de la una... Me levanté para preparar palomitas de maíz y seguir con mi lectura.

Pakkun, al parecer tú dueño es un impuntual. - El perro está acostado en el sillón.

Tocaron la puerta - Hasta que hace acto de presencia... - susurré y caminé a la puerta para abrir y vaya sorpresa.

Tú... 


CambiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora