Capítulo XVII

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-Aiden, despierta. Tenemos que irnos.

Aiden abrió los ojos y, para su sorpresa, no notó ningún dolor en el cuerpo. Lo que fuera que le echó Aura en las heridas había funcionado.

-Venga, date prisa. No tenemos todo el día.

-Ya voy, ya voy -y entonces se dio cuenta de algo-. Aura, ¿no tendrás una camisa o algo que pueda ponerme por casualidad? Por si no lo recuerdas usaste mi camisa para vendarme -dijo quitándose las vendas, dejando ver la piel como nueva de debajo.

Aura se dirigió al baúl y cogió la camisa blanca que era parte del vestido de la falda verde.

-Solo tengo esto, es para mujer pero no hay más -dijo estirándola con los brazos para mostrársela a Aiden.

-Me sirve -respondió Aiden cogiéndola y poniéndosela.

-Vale, pues vamos.

Aiden guio a Aura por los árboles, sin seguir ningún camino. Le dijo que se sabía el camino pero en realidad estaba usando un poco de sus poderes para que el bosque lo guiara. Estaba empezando a marearse un poco pero no se lo quería decir a Aura, esa era la única manera de llegar hasta su torre. Sin embargo, Aura se percató de sus ojos nublados.

-Aiden, ¿no estarás usando tus poderes otra vez?

-Eeh, no, ¿por qué lo dices?

-Aiden, no soy tonta.

-Vale, sí, sí que los estoy usando, ¿contenta? -dijo Aiden enfadado.

-Vamos a ver, ¿no te acuerdas de lo que nos pasó ayer por culpa de que usaras demasiado tus poderes? Te recuerdo que podríamos haber muerto.

-Ya lo sé.

-Entonces, ¿por qué eres tan cabezota y sigues sin hacerme caso?

Aiden no respondió.

-Aiden, respóndeme.

-¡Porque no sé llegar hasta la torre! ¡Estoy usando los poderes para que el bosque me guíe! –Y sin querer extendió ambos brazos y creo una gran ráfaga de aire que empujó a Aura hasta un árbol - ¡Aura! Lo siento. Yo...no quería...ha sido...yo...lo siento.

Aura se levantó poniendo una mueca de dolor y comenzó a caminar delante de Aiden.

-Da igual, vamos –pero fue dar dos pasos y caerse al suelo de rodillas.

-¡Aura!

Aiden fue corriendo a su lado, se agachó para ayudar a su amiga y le preguntó si estaba bien.

-Creo que me he torcido el tobillo.

-Mierda. Joder. ¿Qué carajos hacemos ahora?

-Dejar de decir palabrotas para empezar y ayudarme a levantarme y a caminar –Aiden obedeció a Aura, la levantó y se agachó un poco para que pudiera pasar un brazo por sus hombros y caminar-. ¿Quién crees que puede tener el anillo de la Tierra? ¿Sakura o Tiamat?

-No tengo ni idea, no me acuerdo de quién cogió cada anillo –respondió mientras iban dando los primeros pasos-. Aun así, ¿para qué quieres ahora el anillo de la Tierra?

-Pues porque no estaría nada mal que pudieras curarme con tus poderes de la Tierra sin que tú te desangres.

-Aura, los poderes de la Tierra no incluyen la curación.

-¿Ah no? ¿Entonces no puedes curar?

-Sí que puedo, de hecho también puedo cambiar la apariencia y el cuerpo en general, por si no te acuerdas en el mercado llevaba el pelo marrón.

El quinto elementoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora