Capítulo II

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Un rato después...

Todo estaba lleno de árboles. Iban siguiendo el camino hecho por la naturaleza. Olía a humedad, por la tormenta que hubo hace unos días, pero a pesar de ello hacía un tremendo calor...

-Chicos... -dijo Aura sofocada- ¿Y si paramos un rato a descansar? Creo que me va a dar algo.

-Sí, me parece buena idea. ¿Nos sentamos bajo ese árbol? -propuso Sakura.

-¡Vale! -dijo Aiden, y con energía fue corriendo hasta el árbol como si no hubiera estado caminando más de media hora cuesta arriba y bajo el sol.

-Yo de verdad que no sé de dónde sacas la energía -suspiró Aura.

-Yo en verdad tampoco. Mi madre cree que soy hiperactivo.

-No es la única que lo piensa -dijo Tiamat.

Los cuatro amigos se sentaron bajo el árbol con Aura apoyada en el tronco. Ya que habían parado decidieron sacar sus bocadillos y almorzar. La reacción de Aiden al ver el suyo no fue muy buena.

-Un bocadillo de espinacas. ¡Un maldito bocadillo de espinacas! ¿¡Desde cuándo existe este bocadillo!? Yo alucino con mi madre.

-Ya había previsto esto. Toma, es de jamón -dijo Sakura lanzándole el bocadillo que había preparado antes.

-Muchas gracias, pero, ¿qué hacemos con el otro?

-Tú déjame pensar, ya se me ocurrirá algo divertido -dijo Tiamat con una sonrisa maliciosa.

-Eh, algo divertido, pásame el gorro de pescador para ponérmelo en la cara que creo que si no me va a dar una insolación -dijo Aura mientras se abanicaba con la mano.

-Vamos, tampoco es para tanto.

-Tú practicas artes marciales y estás en forma, pero yo soy una vaga y no soy capaz de hacer nada.

-Aiden tampoco hace nada, a menos que darle a los botones de la consola cuente como deporte, y míralo -dijo Sakura señalando a Aiden.

-Aiden es un caso aparte. Tiamat, ¿me das el gorro?

-No, le he cogido cariño -respondió acariciando el gorro.

-Te lo cambio temporalmente por mi libro -dijo Aura mientras sacaba el libro de su mochila.

-Mmm, venga vale. Pero solo temporalmente, eh.

Se intercambiaron las cosas y Tiamat se levantó mientras decía:

-Aiden, ven y ayúdame.

Este le miró con mala cara, dijo que no y siguió devorando su bocadillo.

-Venga, por favor.

-¡Que no! ¡Estoy comiendo!

-¡Que vengas! -dijo Tiamat cogiéndole del brazo y levantándole.

-Qué quieres, venga.

-Escoge: bocadillo de espinacas o libro de 500 páginas.

-Mmm, el libro.

Tiamat le dijo que se pusiera al lado de él y le imitara. Acto seguido Tiamat se puso el bocadillo en la cabeza y comenzó a caminar de puntillas, como si llevara tacones. Aiden le imitó e hizo lo mismo con el libro.

-Mira Aura, tu libro tiene más utilidades aparte de para leer -dijo Aiden riéndose.

Aura se quitó el gorro de la cara y al verlo se desató su furia de lectora y amante de los libros y dijo:

-¿Te digo otra utilidad? ¡Para darte con él en la cara por usarlo para eso! -se levantó con energía- ¡Sakura, ayúdame!

Esta también se levantó y fue detrás de Aura, que iba persiguiendo a Aiden.

El quinto elementoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora