Aura todavía estaba con los nervios a flor de piel y las mejillas rojas de aguantar la respiración. Sombra llegó corriendo a sus pies y agradeció que hubiese captado la señal que le hizo con la mano para que se fuera lejos y rápido. Sabía que algo así era muy probable que ocurriera, pero aun así se había relajado un momento y había bajado la guardia, por suerte todo había salido bien. Su pequeña idea era perfecta. Cuando estaba buscando la Verum Somnum vio un apartado de pociones más peligrosas, lo pasó de largo, pero un rato más tarde había vuelto a él. Lo que había hecho que los ladrones se desmayaran era tan solo un poco del vapor de la esencia de la poción llamada Omnes confringetur que lo que causaba era que la víctima se desmayara inmediatamente al tragar la esencia o al respirar el vapor, parando todo el sistema nervioso y dejando a la víctima en estado vegetal. Si se bebía, ese estado duraba días o incluso semanas, pero si solo se había respirado en unas horas la víctima se podía recuperar. Tras despertar no se recuerda nada de los últimos tres días como mínimo, dependiendo de la persona esa cifra puede aumentar, pero nunca disminuir. A Aura le daba miedo porque sabía que era demasiado poderosa y que si se descuidaba podría afectarla a ella también, pero gracias al cielo todo había salido bien. No hacía más que alegrarse por ello pero es que en realidad no esperaba que saliera tan bien. En cuanto los vio, le lanzó la pequeña señal a Sombra porque sabría que el gato no podría aguantar tanto sin respirar y mucho menos podría decirle que no respirase, acto seguido se guardó las manos de la vista de los atacantes. Llevaba el pequeño veneno en un mini frasco que medía la mitad de su dedo meñique atado al anillo, que hasta hace poco no se había dado cuenta de que seguía ahí, que se había puesto en el dedo anular cuando estaban en esa extraña cabaña. Cuando el hombre de la voz áspera comenzó a rodearla quitó el mini corcho del frasco no sin antes coger aire y aguantarlo, no era buena idea respirar el aire que se estaba contaminando, solo tuvo que esperar a que su veneno se esparciera y su atacante lo inhalara. Cuando lo hizo ella siguió quieta esperando a que el otro fuera a por ella, que en esos momentos estaba rodeada del aire cargado de veneno, y tal como esperaba en cuanto pasó por esa burbuja invisible se desmayó. En la descripción estaba escrito que si tomabas esa cantidad, a diez pasos del lugar ya no llegaría el veneno, así que eso fue lo que hizo: dio diez pasos con la respiración todavía contenida y cuando llegó sus pulmones abrazaron al aire como nunca antes lo habían hecho. Se giró a donde estaban los bandidos. Estaban tumbados e inmóviles, no podían tener más de dieciocho años. El de la voz áspera tenía el pelo negro azabache y muy revuelto, sus ojos si Aura no recordaba mal eran marrones claros, parecían de un tono dorado y su piel era blanca como la leche. Su acompañante tenía el pelo castaño y rizado y sus ojos eran iguales que los del otro. Probablemente fueran hermanos ya que se parecían bastante, el moreno el mayor y el de rizos el pequeño. Aura supuso que tendrían dieciocho y diecisiete respectivamente.
Sacudió la cabeza y se centró en su misión. Podría preguntarles a los chicos esos pero no le apetecía arriesgarse y estaban muy bien dormidos, así que siguió caminando hasta que tuvo que pasar por un puente. Una idea vino a su cabeza, puede que hubiera alguien refugiado bajo la estructura del puente. Clásico pero probable. Bajó por al lado del puente pisando todos los hierbajos que había. La tierra estaba mojada por la reciente tormenta y en un momento Aura se resbaló y bajó por la ladera como si fuera un tobogán. Al llegar abajo consiguió parar, pero sus pies se metieron en el río que había ahí abajo.
-¡Aaahhh! Joder, está helada -masculló Aura con furia mientras sacaba los pies del agua y los sacudía.
No se dio cuenta de que a su derecha estaba a unos metros un señor mayor que la miraba asustado. Aura se levantó y se sacudió la túnica para quitarse la tierra, aunque luego probablemente tuviera que lavarla. Respiró hondo y se acercó al hombre fingiendo seguridad en sí misma. El hombre se levantó de donde estaba y se alejó con unos pasos rápidos mirando a Aura.
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El quinto elemento
FantasiaPeligro, pasión, amor, guerras, magia, hechizos, ninjas, misterio. ¿Qué harías si te devolvieran a la Edad Media y tuvieras que salvar el mundo? Aiden, Aura, Sakura y Tiamat tendrán que descubrirlo. Acompáñalos en sus aventuras y sumérgete en esta h...