Capítulo 5

2.3K 123 95
                                    

Caminamos durante unos minutos en silencio uno al lado del otro, dejando la suficiente distancia entre nosotros. Comienzo a sentirme incómoda y decido que cuanto antes me enfrente a ello será mejor.

-¿Y bien? - pregunto con la vista clavada en el suelo.

-Todavía estoy esperando una respuesta - él tampoco me mira al hablar - Te pregunté qué te pasaba.

-No lo sé.

-¿Por qué llorabas?

-Tampoco lo sé.

-Amaia, por favor - se detiene y hago lo mismo, nuestras miradas se encuentran y noto como una lágrima amenaza con caer - No creo que Agoney me llamase a mí si lo único que te pasa es que te ha dado un bajón.

-A lo mejor no te tendría que haber llamado - y vuelvo a caminar.

-No pienso discutir, ni quiero que nos hablemos mal ni nada. Quiero saber por qué has pasado la noche llorando.

-¿Y tú por qué has pasado la noche con Nerea? - mis palabras salen de mi boca antes de que sea consciente de lo que he dicho.

-Pero si duerme en la misma habitación que yo - le miro y veo confusión en su expresión - ¿Estás celosa?

-No. Claro que no. Te recuerdo que tengo novio Alfred.

-Pues parece que en la fiesta te olvidaste de él.

-Eres un gilipollas, déjame en paz de una vez.

Comienzo a caminar cada vez más rápido sin rumbo fijo. Llego a un especie de parque que se encuentra cerca de la casa. Lo único que quiero es esconderme de él durante horas y no tener que enfrentarle. Veo a lo lejos una zona con bancos y voy hacia allí a paso rápido. Cuando me dejo caer en uno de ellos comienzo a llorar desconsoladamente. No puedo evitarlo, soy incapaz de controlar mis emociones en este viaje.

Alguien se sienta a mi lado y no necesito mirarle para saber quién es, intento dejar el llanto a un lado, pero es en vano. Pasa su brazo por mi hombro y me atrae hacia él mientras deja varios besos sobre mi cabeza. Y me dejo hacer, porque, tratándose de él, no puedo hacer otra cosa que dejarme llevar.

-Es por ti - susurro entre sollozos, incluso dudo que me haya escuchado - Siempre es por ti.

-¿Por qué no hablamos de verdad, Amaia? - pregunta con dulzura - Vamos a aclarar las cosas como no hicimos en su día, ¿qué nos pasó?

Sé que tiene razón. En su momento nos echamos todo en cara y no pusimos nada de nuestra parte para intentar llegar a un acuerdo. El orgullo pudo con nuestra relación y es algo por lo que siempre me he culpado, pese a los seis años que ya han pasado. Aunque me quedaría el resto de mi vida en esa posición, me separo un poco para poder mirarnos a la cara, pero sin apartar su brazo de mi hombro. Cualquier mínimo contacto por su parte siempre es bienvenido.

-Fuimos unos egoístas, los dos - comienzo a decir - Debí haberte dicho cómo me sentía antes, no cuando ya se había ido todo a la mierda.

-Estoy de acuerdo, aunque yo debí escucharte más. Amaia, te prometo, no, te juro que tú eras mucho más importante para mí que una carrera en América. Si hubiera sabido que lo ibas a pasar tan mal no habría aceptado y...

-No Alfred, fui yo quien te instó a irte, era la oportunidad de tu vida y yo un estorbo en ella.

-Tú nunca serías un estorbo - me interrumpe mirándome fijamente a los ojos.

-Alfred, creo que nunca lo has entendido. No me molestó que te fueras, me dolía que cada día que pasaba te olvidabas un poco más de mí, hasta el punto de venir a España y ni siquiera avisarme para vernos - las lágrimas comenzaron a salir de nuevo - Y cuando te fui a ver a Nueva York para arreglar las cosas ni te dignaste a ir a buscarme. Me dejaste sola en el aeropuerto porque estabas tan ocupado que no tenías ni un minuto para dedicarle a tu novia. Hice un viaje de trece horas para verte y arreglarlo y a ti no te importó. Tu carrera te estaba eclipsando y yo ya no tenía hueco en tu vida.

Som Amics? ~ AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora