Som Amics? ~ Almaia

Capítulo 9

Hoy comienza nuestra segunda y última semana en Mallorca, aunque no para Thalía y Mireya, quienes por sus compromisos profesionales se han despedido esta mañana para poner rumbo a sus ciudades.

Me he despertado mejor que nunca, por fin las cosas están aclaradas y comienzan a ir bien, por lo menos en la burbuja donde he decidido vivir estos días. Anoche nos quedamos en su cama entre besos y caricias hasta que Roi nos interrumpió. Le contamos todo y, obviamente, no le pareció bien por Sergio, pero ha decidido respetarnos. Es totalmente comprensible, yo tampoco estoy orgullosa de lo que le estoy haciendo, pero por una vez quiero pensar un poco más en mí. Al final volví a mi habitación y también se lo conté a Aitana y Miriam, quienes me apoyaron y me dieron la razón.

Y ahora tengo a Alfred con la cabeza en mi regazo gracias a que mis compañeras de habitación nos han dejado disfrutar de un rato a solas sin interrupciones mientras los demás duermen la siesta.

-Mira - dice mientras me muestra la pantalla del móvil - Me lo acaba de mandar Diana.

Agarro el teléfono para verlo mejor y aparece un niño que, con el último single de Alfred de fondo, comienza a moverse de manera muy divertida intentando bailar y aplaudiendo enérgicamente con una sonrisa para, al final, acabar cayendo de culo y riéndose todavía más.

-¿Es Adrià? - Alfred asiente ante mi pregunta - ¡Qué mono! Es igual que tú. ¡A ver otra vez!

-Luego le llamaré para hablar con él, a ver con que me sorprende - comenta con una sonrisa.

-Me encantaría ser madre alguna vez, tiene que ser muy bonito - reflexiono en voz alta.

-¿Con Sergio?

-Alfred...

-¿Qué? - pregunta moviendo la cabeza para poder mirarme a la cara - Es tu pareja, si quieres tener hijos lo normal es quererlos con él.

-Lo que quiero es que su padre me quiera y les quiera tanto como yo a ellos.

-¿Y esa persona no podría ser Sergio?

-Bueno, creo que todavía no lo sé.

-Le quieres, ¿no?

-Sí. Él a mí también.

-Pues ya está. Llámalo y se lo proponemos ahora a ver que le parece - contesta divertido.

-Oye Alfred, no seas malo.

Le doy un manotazo y él, con una gran agilidad, me agarra del brazo y me empuja hasta tumbarme en la cama, de manera que queda encima de mí.

-Tus hijos serán guapísimos - comenta mientras empieza a repartir besos por mi cuello.

-¿Tan guapos como Adrià? - pregunto a la vez que subo su camiseta y le acaricio el torso y la espalda.

-Pues si me dices que Adrià es guapo imagínate uno nues...

No le dejo terminar porque me lanzo a su boca como si fuera la última gota de agua en un desierto. Él no se queda atrás y rápidamente comienza a tocar todas las curvas de mi cuerpo para, finalmente, terminar con las manos en mis pechos por encima del vestido que llevo. Yo intento sacarle la camiseta que tanto empieza a molestarme y, al final, se separa para quitásela él mismo. Sin perder más tiempo, vuelve a mis labios y, en un momento dado, dirige su boca a mi oído para morderme sensualmente el lóbulo.

-Me vuelves loco - me susurra en la oreja.

-Joder...

Se me escapa un gemido cuando noto como su barba de ya varios días roza mi cuello y comienza a bajar sus besos por mi escote. Sus manos agarran los tirantes y los baja poco a poco, está a punto de llegar con su boca a mis pechos cuando la puerta se abre de golpe. Nos separamos asustados, mientras nos colocamos la ropa, y nos giramos para ver de quién se trata. Bajo el marco de la puerta se encuentra la pequeña del flequillo tapándose los ojos con su mano.