Som Amics? ~ Almaia

Capítulo 15

-¿¡QUÉ HAS HECHO QUÉ?!

Tengo que separar mi oreja del móvil para que los gritos de Aitana no me dejen sorda. Acabo de contarle nuestra idea sobre ser padres y, lógicamente, no le ha parecido bien. La entiendo, sé que para los demás no tiene ningún sentido esto, pero con que Sergio y yo sepamos lo que hay es suficiente.

-Aitana, tengo que superarlo y seguir con mi vida.

-Te daría la razón si él siguiera en Miami, pero está en Madrid - suspiro al recordarlo. Según me dijo debería llevar aquí cinco días ya - Te prometo que voy a llamar a Miriam para que vaya a dejarte las cosas bien claras.

-Si él hubiera querido algo me habría llamado para quedar - digo con firmeza.

-¡Pero si le dijiste que no querías verlo! - vuelve a gritar - Amaia, aclárate.

-Voy a tener un hijo con Sergio y punto. No hay más que hablar.

-Y yo te puedo asegurar que te vas a arrepentir si sigues adelante.

Tras la conversación con Aitana me pongo a preparar la comida. Sergio sigue con la grabación de la nueva serie y prácticamente no tiene tiempo para otra cosa. Al tener el día libre pienso que podría ser buena idea sorprenderle con una comida distinta. Siempre he oído que se conquista por el estómago.

Ambos estamos acurrucados en el sofá viendo una película que me empieza a aburrir. Comienzo a dejar besos por toda su cara y me coloco a horcajadas sobre él. La ropa nos empieza a sobrar y, cuando los dos estamos completamente desnudos, nos dirigimos a nuestra habitación para terminar con lo que hemos empezado en el sofá. Se tumba y me coloco encima de él. Alargo el brazo hasta la mesilla del cajón para agarrar un condón. Sin embargo, su mano me detiene.

-Sin condón, ¿recuerdas?

Asiento y sigo con lo que estaba haciendo. Cuando los dos nos corremos nos quedamos un rato tumbados el uno junto al otro mientras nuestras respiraciones recuperan el ritmo normal.

-¿Te das cuenta de que puede que nuestra aventura como padres acabe de empezar? - pregunta dejando caricias por mi pelo.

-Creo que todavía no soy consciente - respondo sin mirarle a los ojos.

-Pero estás segura, ¿no?

-Claro. Te quiero.

Dejo un beso en sus labios y cojo las cosas para irme a la ducha. Cuando vuelvo vestida y preparada para salir Sergio sigue en la misma posición pero con una mirada de confusión en su rostro.

-¿Te vas? - asiento mientras cojo mi bolso - Pensé que íbamos a pasar la tarde juntos.

No puedo evitar sentirme mal al notar cómo se decepciona. Cuando me dijo que era posible que después de esto estuviera embarazada caí en la cuenta de todo lo que se podría venir. Guiada por un impulso me metí en la ducha con la intención de presentarme en casa de Alfred, pero viendo a Sergio ahora, sé que sería un error.

-Había quedado con Miriam, pero tienes razón. Esta tarde es para nosotros.

He perdido la cuenta de los artículos que he leído en Internet sobre las posibilidades de quedarse embarazada a la primera cuando Sergio me anuncia que se va a dormir.

Sin saber por qué y sin detenerme a pensarlo, me pongo unas zapatillas y salgo a la calle haciendo el menor ruido posible. Son las 11 de la noche cuando me dispongo a llamar a un taxi. Mientras espero marco el número de Roi, quien no tarda mucho en descolgar.

-¿Sabes que eres uno de mis mejores amigos y que te quiero muchísimo?

-¿Qué quieres, Amaia?