Capítulo 27

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Pamplona siempre ha sido mi lugar favorito para escapar. Mucha gente cree que es mejor coger un billete de avión y volar lejos para desconectar, pero yo tengo mi lugar perfecto a escasos cientos de kilómetros de Madrid. Soy perfectamente consciente de que la gente me reconoce entre los rincones de mi ciudad natal, pero nadie me para ni me pide una foto ni un audio de WhatsApp para su sobrina, y eso es lo que más me gusta de volver a casa. La sensación de ser nadie en medio de un montón de gente.

Paseo con mis sobrinos de la mano por la zona monumental de la ciudad, sus padres tenían un compromiso familiar ineludible y me toca ser la tita guay por un día, así que le compro un helado a cada uno y pasamos la tarde entre sonrisas y los patos del parque Yamaguchi. Cuando el cielo empieza a pintarse de tonos anaranjados y rojizos, decido que es una buena hora para volver a casa, así que caminamos hasta la parada de autobús más cercana.

—Oye, tía Amaia, ¿puedo hacerte una pregunta? —inquiere mi sobrina mayor, mirándome con curiosidad. Alicia es la hermana mayor de Luis y con seis años, está en la edad de hacer preguntas sobre todo. Esta misma mañana había intentado explicarle sin mucho éxito por qué el agua estaba más caliente en la playa de Peñíscola que en San Sebastián, así que ahora me espero algo como por qué los aviones vuelan y no los coches, o una duda similar.

—Si no es demasiado complicada, sí —le sonrío desde el asiento de al lado con su hermano ya medio dormido en mi regazo.

—El primo nuevo que vamos a tener, ¿tiene padre? —pregunta seria y yo me ruborizo al instante y deseo que se abra la tierra debajo de mí para que me trague. Sergio aún no conoce a nadie de mi familia y es normal que a los niños les parezca sospechoso que su tía esté embarazada pero no sepan con quién está. Sin embargo, nunca me he planteado este escenario en mi cabeza y, desde luego, no tengo respuesta a eso, así que decido improvisar.

—Sí, claro que tiene, como todos los niños. ¿Luis y tú no tenéis papá? Pues el primito o la primita será igual.

—¿Y por qué no ha venido contigo? ¿Es que ya no dormís en la misma cama? —frunzo el ceño, confundida y le pido que se explique un poco mejor—. Los padres de mi amiga Laura ya no duermen en la misma cama y ella dice que su papá se va a ir de casa también. ¿A vosotros os pasa lo mismo?

Me quedo en silencio unos instantes, pensando bien las palabras que voy a utilizar para intentar explicarle lo que pasa, pero me parece demasiado complicado, así que opto por la solución más sencilla: mentir. Ojalá poder decirle que es por eso, porque ya no dormimos en la misma cama, pero mis inseguridades tienen la brida demasiado bien atada al cabecero de la cama como para dejarme escapar.

—Lo que pasa es que está trabajando. El padre de tu primo o prima es actor y entonces tiene que trabajar mucho para hacer las películas que luego tú vas a ver al cine —esbozo una media sonrisa y ella abre mucho los ojos.

—¿Es actor? ¿Es famoso? ¡A lo mejor sí que lo conozco!

—No, cariño, hace pelis de mayores así que tú no lo conoces —le acaricio el pelo y dejo un beso en su mejilla con un suspiro. Y mejor que no lo conozcas.

Abro la puerta de la casa de Ángela con cuidado, con Luis en brazos ya dormido y Alicia a mi lado y dejo las llaves en el aparador de la entrada. Del salón, sale mi hermana ya con el pijama puesto y su media melena recogida en un moño. Sonríe y coge a su hijo mientras yo me saco la chaqueta y la cuelgo en el perchero junto con la de Alicia. Ella sube a ducharse y a ponerse el pijama y Ángela la sigue, pero antes de desaparecer vuelve a mirarme.

—Tienes visita —me dice y desaparece con sus hijos por las escaleras. Frunzo el ceño y voy hasta el salón, donde están todas las luces encendidas. Y, en el sofá, está él, esperándome. Al escuchar mis pasos se levanta y sus ojos cansados se topan con los míos, como pasa siempre que estamos en la misma habitación. Aunque esté repleta de gente, siempre nos acabamos encontrando. Somos los polos opuestos de dos imanes con una fuerza de atracción inconmensurable.

Som Amics? ~ AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora