Al despertar esa mañana me sentía abrumada y muy confundida, me encontraba inconsciente sobre la cama al empezar a levantarme me tocaba la frente con las yemas de mis dedos me dolía demasiado la cabeza, al estar sentada observe al dragón durmiendo a mi lado se veía hermoso parecido a un gatito dormido quise tocarlo pero cuando lo hice una corriente me paso por la mano rápidamente me la agarre y al hacerlo descubrí un extraño símbolo en la muñeca, era un circulo y dentro de el una figura desconocida parecida a una llama -simbolizaba el fuego-, lo más raro era que la marca sobresalía de mi carne como si mis propias venas lo dibujaran y por ellas corriera un tinta roja que lo hacía denostar, me lo rasque ansiosa pero no salía ni se borraba, cuando por fin me di por vencida y me levante de la cama el dragón abrió los ojos como enormes rubíes miraban mi ausencia, bostezo y comenzó a moverse inquieto en la cama al ver que no estaba, fui a él y viéndolo quise acariciarlo pero la verdad ahora me daba miedo de que me llenara de esas extrañas marcas si lo hacía, el dragón noto mi preocupación y se acercó más a la posición de mi mano extendida, lo toque pero esta vez no pasó nada, sonriendo al verlo con cariño recordé la hora eran la 7:35 de la mañana tenía que ir al cole rápidamente me puse en pie cogí mi mochila, metiendo los materiales que me tocaban hoy pero mientras lo hacia el dragón me miraba con ojos interesados y raros, supongo que para el esto era raro, cuando termine de poner las cosas mi basta melena había caído, lo recogí poniéndolo detrás de mí oreja respire viendo al dragón ¿Qué se suponía que haría con él?, fui a él y cogiéndolo con cautela camine en dirección a mi armario abriéndolo coloque al dragón en el ropero pero cuando lo cerraba puso su cabeza e impidió que lo hiciera lo abrí y este salió, supe que no le apetecía estar encerrado
-Está bien. No te encerrare pero no puedes salir por esa puerta- la señale con el dedo, él siguió la dirección de mi mirada y luego me vio
-Tampoco puedes hacer ruido, ¿entiendes? - decía, el me vio...
Estúpida, ¿Cómo si el entendiera lo que yo digo?
Me reproche, el dragón no contesto pero se quedó quieto, sentado sobre la cama y sus patas traseras igual que un perrito... supe que obedecería además se suponía que los dragones eran nobles, ¿no?
Llegando a la escuela me encontré con mi mejor amigo Roger, le conté de camino a clase de mate, sobre lo que vi anoche...
-¿Qué crees que pudieron estar haciendo ahí Erick y Sebastián? - me pregunto inquieto
-No losé -respondí con la verdad al apuntar el ejercicio
Mientras la clase avanzaba, fui contándole lo que me paso incluyendo lo del dragón, pero por extraña razón no le conté del sello que vi en la capa de mi padre, ni de la marca que me había dejado el dragón
-En serio Aní, los dragones no existen... Estás alucinando -se burló de mi
-¿A no?... Ven a mi casa esta noche y te lo enseñare. -tente
-Hecho - fue lo último que contesto, al parecer lo convencí pero hablamos demasiado alto y el profesor llamo amenazando
-Haber Señorita Durán, y Usted Señor Guzmán... Se callan, ¡O los callo!
-Sí, profesora- contestamos los dos agachándola cabeza al mismo tiempo.
.
Entre las ramas de bosque, a unos cuando metros de la construcción , en la que pudiéramos ver el instituto de lejos.
-Erick, deberíamos encontrar al jinete -me urgió mi amigo
-Losé, Sebastián -Conteste sin humor
-El Consejo ha mandado encontrarlo, antes que los oscuros lo hagan-continua el -si tienen a un jinete Fenix's en sus filas serán invencibles
- Losé Sebastián, tienes toda la razón pero... No tenemos ni idea de dónde buscar ¿Cómo lo encontraremos? -decía
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JINETES: La leyenda de la jineta Fénix's
Teen FictionEstá historia narra la vida Anika Duran cierta chica de 15 años que se pierde en un bosque, en el cual encuentra un extraño Huevo de Dragón, Este huevo la lleva a salir de su hogar, pueblo y su familia revelando terribles secretos de su pasado al se...