VIII. La Espada... y El Combate

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-¿Qué? ¿Qué dices Anika?

-Que Yo SI, Lo he hecho… Roger, Yo monte a Saphira en el prado –me levanto de la silla al decirlo.

-¿Cómo lo hiciste? –me pregunta levantándose casi al mismo tiempo.

-No…tengo idea. Nóse –confesé.

-Pero Anika, ¿Cómo no vas a saber? –se ve incrédulo. -..Si han pasado Casi 90 décadas desde que alguien monto a uno.

-Yo…yo, Nóse como lo hice… Simplemente me subí en su encima y ya…

-Mm -se puso pensativo -, creo que es hora de tu adiestramiento

-¿Qué cosa? –dije extrañada de ver su postura de demente en el rostro

No me contesto, prefirió llevarme al campo de entrenamiento a Jinetes nuevos o Los Novatos. Mientras  me jalaba yo observaba la bella naturaleza del bosque que veía pasar a muchos jinetes, unos estaban con sus dragones, otros hablaban entre sí, y otros más feroces batallaban entre ellos.

Al verlos peleando con movimientos y tácticas que tenían eran como las vista en películas de accion, Seguí observando hasta que vi de pronto a Erick batallando con el bruto de su amigo Sebastián. No me importo que Roger me sostuviera de la mano, ni que tuviera que llevarme a otro lugar, me solté y corrí en dirección a ellos sin importarme las advertencias de mi amigo. Me pare en frete de ellos viéndolos pelear.

-Vamos Erick, deseas subir de nivel…  Entonces Tienes que vencer –dijo Sebastián entre estocadas.

-¡Erick! –Grite llamándolo.

Detuvieron la pelea al momento de verme, sonreí, traía puesta una ropa de combate. Me parecía a una guerrera con este chaleco de cuero veis y dentro una polera corta y sin mangas de color rojo, ya que ese era y seria mi color desde ahora, como había corrido la capucha negra que tenia se me había caído, y todos podían verme y saber de qué tribu era. Erick guardo su espada al verme.

-Te encuentra bien, Gu---

-No vas a decirme Guardiana de nuevo, ¿O Sí? -le rete, Sonrió al escuchar mi amenaza.

-Me da gusto verte de nuevo Anika –corrigió.

-Así está mejor –dije sonriente

Él estaba devolviéndome la sonrisa cuando Roger llego a mi lado de inmediato poniéndome bruscamente la capucha negra en los hombros, cubriéndome.

-Anika te dije que te cubrieras, no puedes…

-Si Roger, Solo vine a… saludarlos –lo interrumpí, el vio la dirección de mi mirada apenada.

-Lo Saludaste, Ahora debemos irnos -dijo aburrido

-Anda –Erick copio sus palabras, viendo que Roger avanzaba y Sebastián la llamaba para continuar el combate.

-Si –dije volteando, cuando lo hice estaba algo apenada.

-¡Anika! –voltee de inmediato, frenado mi avance al escucharlo.

-Si necesitas ayuda para algo, yo voy a estar por aquí –le asentí, Roger apareció a mi lado

 -No Va A Necesitar Nada –dijo brusco

-De acuerdo. Te la encargo entonces –le palmeo el hombro y se fue con Sebastián.

 Yo lo observe alejarse al momento que se iba, Note algo extraño Todos aquí murmuraban acerca de mi al verme o pasar… “Si, es ella… Es la jineta recién llegada” “Ja, una Fénix´s  No va a durar” “Se ve tan débil, Seguro que no puede levantar un arma”. Apreté con gran fuerza mis manos remarcando mis nudillos. Ya verían que Sería capaz hacer.

JINETES: La leyenda de la jineta Fénix'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora