Capitulo 6

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Lisa vacía unas patatas en un cuenco y abre el frigorífico para sacar la salsa casera de Eleanor.

- ¡No lo sé! Llevarás una vida tan excitante, que no creo que eches de menos nada de aquí­.

- Claro que si,Adoro este pueblo, a mi familia y mis amigos.

- Yo tambien, pero daria lo que fuera por estar en tu piel.

- ¿De verdad?

Lisa mira a su cuñada. Con sus antepasados hispanos y su orientación vital hacia la familia y los niños, parecia haber cumplido su sueño

- Pensaba que eras una madre vocacional.

- No me interpretes mal. Soy muy feliz. Pero el reto ha desaparecido. Cuando me casé, todo era nuevo. El sexo era nuevo, tener niños era nuevo y comprar esta casa y arreglarla era nuevo. Pero ahora todo sigue una cómoda rutina. Y yo deseo... más mundos que conquistar, supongo.

- Lo entiendo muy bien. Ese es el motivo por el que me voy a Nueva York. Es mi monte Everest -vacila antes de hacer una sugerencia-. ¿Has pensado en volver a estudiar?

- Ya he conseguido los folletos. Estoy pensando... no te rias, en convertirme en consejera matrimonial.

-¿No bromeas? Eleanor, eso seria maravilloso. Desde luego, tú debes saber los ingredientes para conseguir un buen matrimonio..

Eleanor la mira de soslayo.

- No me llamaria experta, pero entiendo lo que pasa cuando en una pareja uno pierde el interés por el otro.

Lisa se queda con la boca abierta.

- ¿Qué quieres decir...?

- Quiero decir que las cosas se están haciendo verdaderamente aburridas en la cama. He pensado en ir a Phoenix a comprar algunos libros sobre la materia. No me atreveria a hacerlo en Copperville porque todo el pueblo pensaría que soy una ninfómana.

- Desde luego.¿Sabes, yo ...? -Lisa se detuvo antes de ofrecerle un par de libros-. Creo que es una buena idea.

- Imaginaba que lo entenderias. Escucha, no estoy diciendo nada en contra de tu hermano. Es un tipo estupendo. Es sólo que a los dos nos sentara bien seguir algunas indicaciones.

- Seguro. La mayoria de la gente lo hace. Ya sabes como es. Te acostumbras a cierta forma de hacer las cosas y entonces todo se vuelve mecánico.

- Absolutamente.

Lisa se sentia como una impostora por dejar que su cuñada imaginara que tenia alguna experiencia.

Eleanor le dio un abrazo.

- Gracias por escucharme y animarme. Incluso aunque seas más joven que yo, siempre te he considerado más sofisticada por algún motivo. Quizá sea por el título universitario.

Lisa le devolvia el abrazo.

- La teoría no lo es todo.

- No. Lo ideal seria tener las dos cosas.

- No podria estar más de acuerdo.

Y si Harry la ayudaba, tendria las dos cosas por fin.

La partida de póquer se celebraba en casa de Niall, el más joven del clan de los Lambert. Niall estaba recién casado y orgulloso de presumir de las cosas que compartia con Zoey en su apartamento en las afueras del pueblo.

Harry llevaba todo el día preocupado por el asunto de la virginidad de Lisa. Y lo peor era que tenia que darle la razón en sus razonamientos, tanto con respecto a sus alumnas como con algún buitre de ciudad que quisiera aprovecharse de una chica inexperta.

- Eh, gran Harry.¿sigues la apuesta o no?

Harry alza la cabeza de golpe. Desde luego Lisa le habia arruinado la partida de póquer de esa noche. Lo que más le gustaba de aquellas sesiones era su simpleza. Pero esa noche no habia nada simple.

- No, paso.

- Veamos que tienes tú, Louis -dijo Liam

Dulce Tentación || ParadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora