Capítulo 4 – El Regalo.
La etapa de la juventud es la etapa que la vida más debería ser apreciada, sin embargo, los sentimientos de querer morir son como el oxígeno que se respira en el aire, y aquí todos somos plantas. Todos emitimos el mismo sentimiento, aunque algunos los expresamos más que otros. Según que tanto lo expreses es como te tomaran en serio, y las personas que conocerás también estarán en base a que tanto lo demuestren ambos. Pero viniendo al tema irrelevante que me acabo de tirar, en un desesperado y patético intento de sonar poético, seguiré con mi historia.
Mis días en la universidad seguían avanzando y aunque me iba bien en las clases que no incluyeran matemáticas, mi mente no podía despejarse de esa persona, sobre todo por el hecho que su cumpleaños se acercaba. Lo que supuse sería el día más importante de su año, quería hacerlo especial para ella, así que el día que fui al cine con mi hermano, le pedí dinero prestado y planee el mejor suceso de actos que me conseguirían a la persona que quería. Así que tome dinero, y me fui con Elio, un viejo amigo, a una librería que quedaba en Galerías, busque con todas mis ansias por un libro de Tarryn Fisher, la autora favorita de Allison. Pero no había nada. Así que busque la siguiente, Colleen Hoover. No tenía idea de que titulo comprar, y honestamente el precio era lo que menos me importaba. Pero sabía que sin importar cual fuera, con el simple hecho que sea de una de ellas, ese libro valdría más que cualquier cosa que pudieran regalarle. Así que con mi cabeza en blanco y mis ojos cegados, lo compré, e incluso le hice una linda envoltura en un papel rosado, porque me gusta el color rosado, me recuerda a ella en algún sentido, seguro es esa camisa rosada que siempre se pone con la que se ve bellísima.
Después de que Elio me viera con lastima por dos horas, guarde mi regalo y no lo volví a ver hasta el día de su cumpleaños. Le pregunte a mi prima por información y tenía todo listo. Ella se iría temprano, en el primer bus desde nuestro pequeño puerto donde vivimos hasta la gran ciudad, para poder ir a la universidad a hacer un examen, el cual reprobaría tarde o temprano, ella tampoco es muy buena para las matemáticas. Me levante temprano, guarde mi regalo en mi mochila café que siempre cargaba conmigo, más inseparable que mi cabeza, y salí de mi casa a las 4 de la mañana para tomar el bus.
Todavía puedo recordarme, parado en una esquina, en la oscura madrugada, con el sereno cayendo sobre mi pelo y preparándome para una segura enfermedad. Pero aparte del resfriado, lo único seguro, era que quería hacer esto. No me arrepiento de nada de lo que hice, ni de los 1000 lempiras que gasté para ese día, con la idea de que todo saliera bien. No me arrepiento de haberme levantado temprano y de dar lo mejor de mí por demostrar que de hecho me importaba. Con mis auriculares puestos profundamente en mis oídos debido al temblor en mis manos de los nervios que tenía, diciéndome a mí mismo mentiras sobre que la razón por la que temblaba era el frio de la noche, y quizás no el párkinson heredado de mi abuela Gloria. Con Leave out all the rest de Linkin Park, sonando a todo volumen y con el botón de 'repetir' puesto solo para ese momento. Esperé a que el bus pasara y me subí.
Desde que subí empecé a temer por mi vida y me preguntaba constantemente ¿Qué demonios hacemos aquí?, mientras el bus avanzaba hacia unas cuantas cuadras, donde ella tomaba el autobús, mi corazón se aceleraba hasta que asomé mi cabeza para ver si había alguien y entonces nada. Nadie. Vacío. La esquina estaba mas sola que yo. Algo dentro de mi tiro el suspiro mas grande de mi vida, pero otra parte estaba decepcionada, porque sabía que, si no la veía hoy, no seria nunca. Así que me tranquilice, seguí escuchando mi música y deje que el transporte me llevara. Cuando el bus llego al parque, mi ventana, la única que no estaba polarizada, decidió desempañarse para mostrarme que había gente bajándose de los carros. Cuando levante mi cabeza para poder ver quienes venían subiendo, ahí estaba ella. Solo escribir esto me da miedo incluso, recordar el sentimiento sin importar cuantas veces lo repita, sigo sintiendo el escalofrío en mi espalda.
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La Coincidencia
Romance"La Coincidencia" es nada más que una aburrida historia de amor, o al menos un intento de ello. No prometo nada interesante. Una historia como cualquier otra que podrías contar tú mismo o algún conocido. Nada especial. cosas que probablemente ya sab...