Capítulo 12 - La Miseria Ama la Compañía.
Tiempo, verdad y corazón.
La miseria ama la compañía, y lo que estoy mirando es definitivamente miserable.
Ni si quiera recuerdo de que libro era esa frase, pero recuerdo perfectamente cuando Allison me la enseño. Me gusto bastante y en ese entonces, no sabía por qué. Simple y sencillo, creo que podía sentirme identificado, porque por mas que intentaba quedar solo, tenia que tener a alguien. Aunque sea solo alguien con quien estar hablando que me gustara, para no sentirme patético y miserable. Tal vez no amaba la compañía, sino que detestaba estar solo. Así que cambiare la frase a mi sentido como un
La miseria tiene miedo de estar sola, y lo que yo soy es definitivamente miserable.
Mi madre me dijo una vez que yo no creía en nada bueno. Cuando le dije que las pastillas para el cerebro me parecían una estafa, me dijo que solo en lo malo podía creer. Realmente me hizo pensar, que talvez sea que solo cuando las cosas se ponen malas es cuando son reales, por la poca costumbre que tengo de que las cosas salgan bien, o que algo no tenga aspecto negativo. Usualmente, si me favorece, probablemente traiga consecuencias, o algún truco bajo la manga para hacerme sentir mal después. Como efectos secundarios.
El primero de agosto fue el primer día del mes y el ultimo día en el que hablaría con Allison por un largo periodo del tiempo. Pero como el cáncer, ella siempre volvía, o tal vez era yo que no podía dejarla ir.
Así que pase mis días, solo, con todo el Aberdeen ya acabado, y evitando verme y hablar con Allison, no había nadie en mis chats, y aparte de Emilia con quien hablaba cuando la situación se daba, no tenía a nadie. Y no estaba molesto, estaba en paz conmigo mismo, queriendo rehabilitarme y mejorar aspectos que creí que antes no tenia para poder volver a ver a Allison con una mejor personalidad que la que había fracasado previamente.
Pasaba mis días concentrándome en pasar mi clase de algebra que llevaba por cuarta vez. Cosa que logre, por cierto, todos los que decían que era imposible, jodanse. Cuando llegaba el momento de ir a trabajar me sentaba con Juan y Samanta, mis amigos de siempre, habíamos adoptado a Lizzy, otra muy buena amiga y Jafet que después de seis meses de haber renunciado, estaba volviendo a entrar con nosotros. Eran días tranquilos donde no importaba mas que los rebanes dentro del trabajo, y los inside jokes con Juan que a Samanta le costaban comprender. Nos apartábamos computadora y nos sentábamos juntos, aunque eventualmente mi supervisora me movería lejos de donde ellos y nos separarían a todos. En el equipo donde estaba con mi supervisora que tenía mi mismo nombre, pero en femenino, cuyos gustos musicales eran curiosamente buenos, en ese equipo estaba Andrés, un conocido del trabajo con quien no me llevaba mucho. El siempre andaba acompañado de una chava que lo seguía a todos lados y con Juan siempre la veíamos desde lejos. Yo más que él, me gustaba que era pequeña y se veía muy linda. Y dado a que Andrés tenia que sentarse cerca mío, ella lo seguía y se sentaba relativamente cerca. Hacia mucho que la veía caminar por Allied y siempre me llamo la atención, pero aparte de verse inalcanzable, no tenia muchas ganas de nada en ese entonces, solo quería volver a ver a Allison.
Como era de esperarse, un día ella se sentó a la par mía y un tanto lejos de Andrés. Y claro que tome mi oportunidad de hablarle de lo que sea que se me viniera a la cabeza. Ese estúpido primer día que se sentó al lado mío, el trabajo había decidido que seria una buena idea cambiar mi día libre de domingo a sábado, e hice un drama total por ello. Incluso se lo mencione a ella, y a cada persona que pasaba se lo remarcaba. Incluso a otro Andrés, que también es muy buen amigo mío.
-¿Podes creer que esta gente me quito mi domingo?
Así, repitiéndolo y diciéndoselo a todo el que pasaba que conociera, y ella lo escucho todo. Aparte que también se lo recalque a ella muchas veces.
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La Coincidencia
Roman d'amour"La Coincidencia" es nada más que una aburrida historia de amor, o al menos un intento de ello. No prometo nada interesante. Una historia como cualquier otra que podrías contar tú mismo o algún conocido. Nada especial. cosas que probablemente ya sab...