Me desmorono con todo mi corazón

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Fue el peor cumpleaños que Jimin había tenido nunca.


Estaba tumbado en el suelo de la sala de música, mirando el mural pintado en el techo. Era algo en lo que no se había fijado antes. Supuso que Jin lo había hecho pintar hace mucho tiempo porque los colores estaban un poco apagados y rotos. Los azules habían perdido su vitalidad, y algunos de los detalles de la escena se habían perdido. Era por la mañana, y Jimin se había despertado solo. Se había despertado temprano y había subido al tejado para ver el amanecer.

Su último amanecer.

Intentó centrarse en su belleza. Intentó memorizar los colores. Lo quería tener grabado en su mente: la forma en la que el cielo estaba salpicado de nubes en un degradado perfecto. El tiempo era maravilloso en los primeros días del otoño.

Pero no podía centrarse. No podía pensar en nada.

Normalmente le encantaba su cumpleaños. Los primeros días de octubre eran perfectos. Le encantaba el olor del aire, el color de las hojas cambiando de sus tonos verde oscuro a naranjas y morados, y la forma en la que el frío llegaba con el viento. Le encantaba bailar con ese clima.

Se sentía entumecido y miserable.

Se había estado culpando a sí mismo durante tres semanas y media, seguidas. Dejó de ir a clase- no es como si pudiera acabar el semestre de todas formas. Estaba tan estresado que la cosa más diminuta significaba lágrimas cayendo por su cara incontrolablemente- ni siquiera era llorar, solo derramar.

Hoseok.

Era todo culpa suya.

–No es culpa tuya. – Le había dicho Yoongi.

Taehyung.

Era todo culpa suya.

No es culpa tuya. – Yoongi diría de nuevo.

Jungkook.

Era todo culpa suya.

–No lo es. – Yoongi le abrazó, murmurando bajo en su oído. –No lo es. –

Pero lo era.

Si no se hubiera mezclado con los vampiros, puede, solo puede, que no hubiera jodido las vidas de todos. Se sentía tan egoísta. Tan increíblemente egoísta.

Jimin rodó hacia un lado y enrolló su brazo alrededor de Jungkook que estaba tumbado en el suelo a su lado, intentando estar bien.

¿Cómo podía intentar estar bien?

Jungkook se acurrucó en su pecho, bajando la guardia.

–Lo siento. – Jimin susurró, pasando los dedos por su pelo. Lo había dicho tantas veces, pero esperaba que Jungkook realmente lo sintiera.

Jungkook no culpaba a Jimin. No culpaba a nadie, ni siquiera a Tae. No le había visto desde esa noche en el club, todo el miedo y el horror cayeron sobre él y Hoseok. Solo se enteró de lo que había pasado por Namjoon unos días después.

– ¿Qué quieres comer hoy? – Jungkook preguntó sobre la camiseta de Jimin. –Tu última comida. –

El corazón de Jimin dolió. Por supuesto, Jungkook se preocuparía por eso. Si así es como quería distraerse, con el cumpleaños de Jimin, entonces por dios que lo haría.

–Hmm... – Jimin se tumbó de espaldas otra vez. –Jjigae. –

–Vale. – Jungkook se sentó, descansando los brazos sobre sus rodillas. –Vamos. –

~BLOOD WORK~ (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora