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Hoseok había hecho que vivir en una cueva fuera bastante cómodo.
Bueno, para ser exactos, vendió el club y todo lo que tenía para comprar un jet privado y construir un bungaló en el lateral de la montaña usando una cueva y remodelándola, así que era un poco más lujosa de lo que uno podía esperar.
Los lugareños habían intentado matarle unas cuantas veces, al principio. Tenía sentido. Vagaba por la isla durante la noche y se alimentaba de lugareños al azar. Aunque después de unas pocas décadas, empezaron a dejar todo tipo de ofrendas en el límite de su hogar. Era algo. Adorable.
Hicieron una pequeña capilla en la aldea para él una década más tarde o así.
Había algún tipo de pintura de él, y había siempre, siempre, flores y velas allí. Algunas veces iría a verla, y alguien le ofrecería su cuello porque Hoseok se había convertido en algo similar a un talismán.
Era agradable ser un dios. Realmente cómodo. Y a Hoseok de verdad le gustaba la pequeña capilla que habían hecho.
Pero a él le gustaba el que lo habría hecho incluso mejor.
Después de una noche particularmente larga caminando por la aldea, Hoseok subió por la pendiente al lado de su casa. Había creado un pequeño camino para llegar allí. Había un pequeño punto donde la luz de la luna brillaba en el fresco aire limpio. Hoseok podía ver el oscuro océano negro. Sacó su teléfono. Se cargaba con el sol. Resistente al agua. Había transmitido sus datos una y otra y otra vez.
–Es tan hermoso. – Dijo Hoseok a la pantalla. Había puesto la foto de Jungkook. Era un ridícula: una que había hecho donde Jungkook estaba haciendo una mueca graciosa y llevaba orejas de conejo. Era la favorita de Hoseok.
–La luz de la luna sobre el agua es tan hermosa. – Hoseok sonrió a la foto. –Siempre que dejan cocos en mi capilla, pienso en ti. He recibido cinco hoy. Cinco cocos. No puedo comer cocos, Kookie. –
Hoseok se tumbó por completo en la gran roca en la que se había subido, levantando su teléfono. –No estás aquí para beber de los cocos. –
Frunció el ceño, buscando entre sus archivos. Ahí, ahí. La grabación. Hoseok se puso los cascos y cerró los ojos. La voz de Jungkook seguía ahí, pero después de un tiempo, la calidad se había deteriorado. No era tan real.
La risa de Jungkook. Tan adorable. El corazón de Hoseok ya dolía.
–De ninguna manera. – Protestó, pero no lo decía en serio. Solo estaba nervioso. Solo era tímido.
–Vamos, es solo para mí. – Su propia voz le llegó. Sonaba feliz. Estaba tan feliz. –Nadie más lo oirá. –
–"Please, don't see" – La voz de Jungkook salió como un nervioso gorjeo, y Hoseok articuló al mismo tiempo. –"Just a boy caught up in dreams and fantasies". –
–"Please, see me". – Hoseok miró al cielo. Estaba perfectamente despejado, y la luna se iba a poner, permitiendo a las estrellas brillar. –"Reaching out for someone I can't see". –
Había querido con toda su alma llevar allí a Jungkook. Habían estado tan cerca. Tan jodidamente cerca.
–"Take my hand, let's see where we wake up tomorrow". – Jungkook estaba empezando a sentirse más cómodo, y sus notas estaban saliendo maravillosamente.
Era un ritual nocturno para Hoseok. Este era su altar. Había pasado décadas suspirando por un amor perdido.
–"And I thought I heard you crying". – Jungkook canto. –"And I thought I heard you call my name—"
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~BLOOD WORK~ (YoonMin)
Fanfiction⚠️NO SE PERMITEN ADAPTACIONES⚠️ "Jimin solo soportaba las teorías conspiratorias de Taehyung porque era su mejor amigo. Era imposible que todas esas ideas raras fueran ciertas. ¿Illuminati? Ja. ¿Alienígenas? No. ¿El gobierno encubriendo experimentos...