Cómo criar a un superhéroe (sin enamorarse de su otro padre) ||Ironstrange||

Capítulo 11: Los celos inesperados

El colegio privado Westbrook fue el elegido para la educación del heredero de los Stark.

La emoción en el equipo directivo era palpable.  En los exteriores se reforzó la seguridad con un equipo de seguridad privado pagado por los Stark Strange.

Peter se sentía incómodo con ese uniforme tan planchado y duro el primer día de clase.

-Piensa que es por tu bien -le dijo Stephen desde el asiento del copiloto.

-Tienes que endurecerte, chico -Tony giró el volante y se puso en la fila para dejar a los niños en el colegio  - mi traje de batalla también es duro y molesto.  No es tan liviano como el de tu padre Stephen.

Stephen le dirigió una mirada entre molesta y deseosa.  Arqueó una ceja.

-¡No hagáis eso!  -gritó Peter desde el asiento trasero.

-¿Hacer qué?

-Eso... miraros así.  Me hace sentir raro.

-Entonces no haré esto -dijo Stephen acercando su rostro para besar a Tony.

Los coches se movieron.  Peter tenía el corazón latiendo tan rápido que creía que iba a ponerse enfermo...

-Estoy asustado. 

-Todo va a ir bien -dijo entonces Tony – Te lo prometo.

El niño asintió. 

Pero cuando entró con el resto de los niños de la fila no pudo evitar mirar hacia atrás, hacia él coche de sus padres alejándose.  Tenía un nudo en la garganta.  Quería correr tras ellos y decirles que se arrepentía, que por favor quería seguir estudiando en casa.

Afortunadamente ese sentimiento apenas duró los primeros días.

Sobre todo porque todos los demás chicos y chicas le trataban bien y además destacaba y mucho en gimnasia. 

Siempre recibía sus felicitaciones y eso le hacía sentirse orgulloso.

Stephen llegó de la Universidad y dejó su maletín en el despacho.  Encendió su pórtatil.  Steve había escrito, como siempre.

Se había disculpado muchas veces y esta vez volvía a hacerlo y le rogaba que ya que Peter estaba en el colegio, consideraran reincorporarse al equipo. 

Le respondió que hablaría con Tony y se dispuso a borrar el mensaje pero sólo pudo cerrar el ordenador.

Se escuchó la puerta de la calle y la voz emocion de Tony.

-¡Stephen!  He logrado plaza para Peter en equitación para este año...

Salió del despacho a buscar a su marido, que le besó con la emoción en los ojos.

-Estaba muy emocionado con hacer alguna actividad. Y montar a caballo es muy bueno para él.

-¿No sería mejor kárate? -Se rió.

-Para el año próximo.  ¿Hace mucho que llegaste?

-Hace unos diez minutos.  Estaba revisando mi correo. 

-¿Algo interesante?

Stephen negó con la cabeza.

El teléfono sonó en el bolsillo de ambos a la vez.

-Voy ahora mismo -sus voces también sonaron al unísono.

Peter había salido de clase de matemáticas para ir al cuarto de baño pero no había vuelto de allí. 

-Seguro que está envuelto en tela de araña en algún sitio del techo del colegio.

-Eso espero -dijo Tony -pero vamos ya.

Efectivamente encontraron a Peter envuelto en su propia tela en el techo de un pasillo.  Según el muchacho había sido un accidente.  Y sus padres le creían pero después de bajarle y lograr que pudiese desenredarse solo, le castigaron sin poder hacer prácticas de escala durante una semana.

Sin embargo ese suceso les sirvió a ambos para comprender que existía una posibilidad, que Peter viviese un riesgo real.

-Voy a acostarlo un poco.  Necesita una siesta-dijo Stephen al llegar a casa.

Tony asintió.  Se dirigió al despacho, que tenía junto al de Stephen.

Stephen tenía encendido el ordenador y estaba en rojo.  Lo abrió para ponerlo a cargar y entonces sus ojos vieron el mensaje de Steve.

De modo que seguían en contacto.

Estaba a punto de ceder en volver al grupo por el bien de Peter cuando descubría que su marido y su ex hablaban.

Cerró el ordenador.

Hablaría con su marido.  De inmediato.