012 ~ ᴄᴇʟᴏs

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Cuahutémoc.

And we can go to the movies, only you and me, Aristóteles.

—Ah... ¿Qué?

¿Es en serio? Yolotl está invitando a salir a MI novio y él ni siquiera entiende qué está pasando. Estoy escuchando todo detrás de la puerta de mi departamento, ellos están en el pasillo... ¿Qué demonios hace Aristóteles con ella?

—Podemos ir al cine, tú y yo, ya sabes... solos.

—¿Por qué querría ir al cine contigo? —Aris, date cuenta.

—Oh, please! (Oh, ¡por favor!)

Escucho un silencio y después unos pasos que se acercan pero aún están muy lejanos, Yolo se acercó a Aris.

—Podemos pasarla bien, you know what I mean. (Tú sabes a lo que me refiero)

Oh, ¡vamos! Hasta aquí.

Salgo de mi departamento, muy tranquilo, podría decir que yo no me dí cuenta de nada. Me acerco a Aristóteles y lo abrazo por la espalda dejando un beso en su mejilla.

—Hola, mi amor. ¿Qué haces aquí? —volteo con Yolo y le sonrío— Oh, ¿qué tal, Yolo? No te había visto. ¿Qué tanto hablabas con mi novio?

—¿Novio?

—Sí, novio. Aristóteles es mi novio, ¿no le habías contado, bebé? —dije y volví a besar la mejilla de Ari, podría decirse que estaba marcando mi territorio, pero, siendo sincero, sí me gusta estar de esta manera con él; teniéndolo envuelto en mis brazos y dándole cariños.

—Are you kidding me? (¿Estás bromeando?)

—Habla en español, ridícula.

—Wow, wow, wow —Aristóteles se zafó rápidamente de mi abrazo para ponerse a mi lado, lo miro con el ceño fruncido. ¿Qué le pasa?—. No hay necesidad de llegar a insultos, no estaba pasando nada malo... Sólo estábamos charlan-

—¿Acabas de llamarme ridícula?

—Pues no veo otra ridícula por aquí —me cruzo de brazos—, ridícula.

—Eres un completo...

No pasó ni medio segundo cuando Yolo se acercó a mí, su brazo venía tomando vuelo para darme una cachetada, la cual recibió Aristóteles al pararse frente a mí.

La cachetada debió tener mucha fuerza, ya que Aristóteles cayó al suelo por tal.

—Oh my God! I'm so sorry! (¡Oh, por Dios! ¡Lo siento mucho!)

—¡Mira lo que has hecho! —me hinco para ayudar a levantar a Aris.

—It was for you! (Eso era para ti)—dijo mientras me señalaba.

—¿Ah, sí? ¡Pues yo para ti tengo a lot of putaz-

—¡Basta! —ese era Ari.

—¡Yo no voy a estar aquí dejando que me traten como se les dé la gana! —dijo la zorra, digo, la Yolo antes de darse vuelta dispuesta a marcharse. Pero volteó y dirigió su mirar a mi novio— Anyway, call me, Aristóteles. (De todas formas, llámame, Aristóteles)

—Él no te va a llamar nunca, lárgate.

La chica bufó y se fue. Me quedé de brazos cruzados viendo cómo desaparecía por las escaleras hasta que sentí que alguien colocaba su mano en mi hombro.

—¿Me vas a explicar que acaba de pasar? —me pregunta Aris, sobando su mejilla enrojecida con su mano.

—¿Te duele mucho, amor? —aparto su mano para ver y la horrible mano de Yolo quedó marcada en la bella mejilla de mi novio— Me las va a pagar esa maldita.

Simplemente Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora